Archivo de la categoría: Carlos Canache Mata

ASCENSO Y DERRUMBRE DEL COMUNISMO. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Política. Venezuela.

ASCENSO Y DERRUMBE DEL COMUNISMO.

Carlos Canache Mata

El 25 de octubre de 1917 fue la epifanía y el inicio del ascenso, del auge; el 31 de diciembre de 1991 fue el derrumbe, la caída. Entre una y otra fecha ocurrieron acontecimientos de notable importancia histórica.

La noche de aquel 25 de octubre (era en realidad 7 de noviembre, pero las fechas del calendario juliano, vigente entonces en Rusia, difieren en 13 días, en menos, de las correspondientes al calendario gregoriano occidental, por eso, se habla de octubre) de 1917, Lenin sale de su escondite en un barrio de Petrogrado (Rusia) y se traslada al Palacio Smolni, donde se reune el II Congreso Panruso de los Soviets (allí, difrazado, sin barba, con peluca y un pañuelo terciado en la cabeza, escuchó resonar la consigna “todo el poder para los soviets”), mientras las fuerzas bolcheviques ocupaban los edificios públicos y controlaban la guarnición militar y la flota del Báltico anclada en Kronstad (desde allí, el buque “Aurora” había dado las salvas convenidas anunciando el comienzo de la revolución). Lenin ordena la detención del Gobierno Provisional que se encontraba reunido en el Palacio de Invierno (antiguo palacio de los zares). Efectivamente, el Palacio fue asaltado -nos cuenta el historiador Carl Grimberg- “ya lleno de soldados revolucionarios que se mezclaban con los dos batallones de mujeres y cadetes, únicos con que contaba el gobierno. El desorden erra inenarrable, apenas se luchaba, todos estaban como perdidos por aquellos inmensos salones y pasillos, donde aún se veían ujieres uniformados…Los defensores entregaron las armas y huyeron. Kerenski –presidente del Gobierno Provisional-

también escapó en el coche de la embajada norteamericana…(se) procedió a la detención de los demás ministros” (1). En su “Historia del Pensamiento Socialista”, G.D.H. Cole sintetiza los sucesos victoriosos de octubre de 1917, así: “…En la noche del 24 al 25 de octubre, Guardias Rojas y soldados ocuparon las posiciones claves de la capital y realizaron una revolución sin derramamiento de sangre…” (2). A las 2 horas y 10 minutos de la madrugada del 26 de octubre (8 de noviembre) se constituye el nuevo gobierno con el nombre de Soviet (Consejo) de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin, Trotsky ocupó el Comisariato de Asuntos Exteriores y Stalin la nueva Comisaría de las Nacionalidades. La victoria alcanzada en Petrogrado, la capital (fue en marzo de 1918 que se decidió convertir de nuevo a Moscú en la capital, sede del poder político y administrativo), había que establecerla en el resto del país. En Moscú se alcanzó después de una

semana de lucha, y luego fue rápida y se extendió a ciudades y campos de Rusia. Con la triunfante Revolución de Octubre, en Rusia, en verdad, se había consumado un golpe de estado bolchevique.

Lenin, días después de haber tomado el poder, dictó un decreto fijando el 25 de noviembre para las elecciones a una Asamblea Constituyente, lo que había reclamado antes cuando estaba en el exilio. De un total de 41 millones 686.000 votos, los bolcheviques obtuvieron menos del 25% y 175 diputados, en tanto que los socialistas revolucionarios (un socialismo democrático moderado) alcanzaron una clara mayoría absoluta de 370 diputados. Reunida la Constituyente el 18 de enero de 1918, fueron derrotadas las propuestas de los bolcheviques de refrendar los decretos revolucionarios, entre ellos, el del reparto de la tierra entre los campesinos; el de la “Declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado”; el que consideraba la posible revocación de los diputados elegidos, por parte de los electores; el que fijaba las condiciones de paz en relación a la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial (que terminó el 11 de noviembre de 1918 con la firma del armisticio entre Alemania y los aliados); y el que reconocía la primacía de los soviets sobre la propia Constituyente. Al día siguiente 19 de enero, cuando los diputados volvían a la reanudación de la sesión parlamentaria, encontraron que el edificio de la Asamblea (Palacio Tauride) estaba rodeado militarmente y se les impedía el acceso. Ese mismo día, 19 de enero de 1918, la Asamblea Constituyente quedó disuelta por decreto, y Lenin dijo, contrariando lo que se había expresado en las elecciones, “ahora vamos a hacer la voluntad del pueblo, que es “todo el poder para los soviets”.

La revolución o golpe bolchevique tuvo su piso ideológico en el marxismo, que predice que el capitalismo, régimen basado en la propiedad privada de los medios de producción, estaba condenado a su autodestrucción por sus contradicciones internas (“teoría del derrumbe”) y a ser sustituido por una nueva sociedad, la sociedad comunista, en la que se consagraría la propiedad social o colectiva de los medios de producción. Se sostenía esa predicción, apoyándose en la teoría del valor-trabajo y en la teoría de la plusvalia (el valor del trabajo no pagado por los capitalistas), conforme a las cuales una concentración empresarial incrementada en el capitalismo generaría una mayoría de asalariados explotados que se irían empobreciendo en una miseria creciente (“teoría de la pauperización progresiva”). La sociedad se escindiría en dos clases, la burguesía y la obrera. El proletariado, clase mayoritaria, aceleraría, por la violencia, el entierro del capitalismo, por lo demás ya dispuesto por la historia.

Edward Bernstein, entre otros, en su obra “Las Premisas del Socialismo y las Tareas de la Socialdemocracia”, publicada en 1899, rebatió dogmas y tesis del marxismo. Cuestionó la “teoría del derrumbe” porque el capitalismo estaba demostrando que era capaz de autocorregirse, de adaptarse a los cambios y sobrevivir. Cuestionó como falsa la “teoría de la pauperización progresiva” porque, a diferencia del capitalismo que conoció y analizó Marx, en el nuevo capitalismo evolucionaba una situación en la que los trabajadores mejoraban ostensiblemente sus condiciones de vida. Cuestionó la supuesta polarización de la sociedad capitalista en dos clases, porque la realidad mostraba que, entre la burguesía y la clase obrera, se formaba una numerosa y diversificada clase media, y aparecían diferencias sociales (ahora acentuadas por la revolución tecnológica) en el seno de los propios asalariados. Afirmó en fin, que gracias a la democratización del Estado, al rol activo de los sindicatos, a la existencia de legislaciones sociales avanzadas y de regímenes de seguridad social, el capitalismo iba teniendo progresivamente un rostro distinto al que tenía en la época de Marx, lo que posibilitaba que los cambios no se logren necesariamente por el uso de la fuerza y la violencia.

El derrumbe del comunismo, anunciado en el título de este artículo –ya largo-, lo dejaré para la próxima semana.

Notas

1-Carl Grimberg. Historia Universal Daimon. Tomo 12. Página 91.

2-G.D.Cole. Historia del Pensamiento Socialista. Tomo V. Página 9

REMISIÓN:

De: May De La Vega <delavega_may>
Date: jue, 9 jun 2022 a la(s) 06:56
Subject: ASCENSO Y DERRUMBRE DEL COMUNISMO Carlos Canache Mata

¿UNA NUEVA CONTRA LAS UNIVERSIDADES AUTÓNOMAS. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Politica. Ciudadanía. Venezuela.

¿UNA NUEVA AMENAZA CONTRA LAS UNIVERSIDADES AUTÓNOMAS?

Carlos Canache Mata.

Existe preocupación en los sectores académicos porque la Asamblea Nacional oficialista nombró, en enero de este año, una comisión que elaboraría un proyecto de Ley de Educación Universitaria en Venezuela. Aunque la vigente Constitución de 1999 consagra la autonomía universitaria en su artículo 109, todos conocemos que, tanto en el gobierno de Hugo Chávez como en el de Nicolás Maduro, ese artículo ha sido desconocido y violado muchas veces. Reza así la citada disposición constitucional: “El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de la comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley. Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión”. Habrá que recordar que la Universidad nace como una comunidad de maestros y escolares dentro del espíritu corporativo o gremial de la Edad Media y –lo que es poco conocido- era autónoma en relación al poder estatal de la época; después la Universidad renacentista y la Universidad de la Edad Moderna devinieron como una estructura institucional al servicio del Estado. Es a partir de la reforma universitaria de Córdoba, Argentina, de 1918, que la autonomía se afirma como el mejor camino que tiene la Universidad para cumplir sus altas funciones.

Recientemente se celebró -leo en el portal digital de Analítica del pasado 27 de mayo- un conversatorio sobre las perspectivas, retos y amenazas de esa nueva Ley de Educación Universitaria, cuyos ponentes fueron Mayda Hocevar, Leonardo Carvajal y Karla Velazco, quienes aclararon que aún no conocen un borrador o documento oficial del mencionado proyecto legislativo.

Mayda Hocevar (directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes) formula las siguientes consideraciones: 1-“La actual Ley Orgánica de Educación sancionada en el 2009, interviene en la autonomía universitaria y confisca las competencias fundamentales de las universidades; 2-la implantación de casas de estudios paralelas, la cual ha sido tan pronunciada que en estos momentos tenemos entre el 90 y el 98% de universidades no autónomas en el país; 3-las convenciones colectivas para regular las relaciones laborales basadas en el Plan de la Patria, representan otra flagrante violación de la autonomía universitaria.

Denuncia, además, la instrumentación del Poder Judicial para intervenir y controlar las universidades, el sometimiento de éstas a una asfixia presupuestaria, y la persecución de universitarios por motivos políticos. Añade la siguiente información: “En el informe El declive de la ciencia, elaborado en el 2021, se demostró que la politización en este sector afectó la productividad científica que representaba el 80% de la investigación en Venezuela.

Las universidades bolivarianas no producen conocimiento. El número de investigadores ha descendido 89% entre el 2016 y el 2019. La cifra de artículos científicos publicados ha bajado 55% desde el 2011 al 2019. En cuanto a la productividad científica, Venezuela pasó del 5° lugar al décimo puesto en el ranking latinoamericano”.

Otro importante experto en la materia educativa, Leonardo Carvajal (doctor en educación y profesor universitario), manifestó que en cualquier proyecto de ley que presentara el gobierno tendrá “que mirar lo que aprobaron en el 2010 en segunda discusión en la otrora Asamblea Nacional y que fue vetado por el propio presidente Hugo Chávez el 4 de enero de 2011, tras el rechazo expresado por el sector frente a ese instrumento legal”. Y señaló que “elementos peligrosos, nefastos y catastróficos“ que contenía el anterior documento no deberían volver a aparecer en cualquier proyecto legislativo.

Karla Velazco (subdirectora de proyectos de ONG “Aula Abierta”) solicitó respeto para las universidades autónomas, apuntó que durante años la vigente ley “ha inducido a la destrucción de las universidades y la violación de los derechos humanos de los y las universitarias (profesores, empleados, obreros y estudiantes) quienes se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad”. Sostiene que una nueva ley en el contexto actual, podría buscar el control “total” del gobierno sobre las universidades.

El año pasado, a raíz de la sorpresiva visita nocturna que Nicolás Maduro hizo a la Ciudad Universitaria, el Bloque Constitucional, en comunicado público, instó a toda la sociedad civil a cerrar filas en defensa de la universidad libre y democrática y exigió el respeto a la autonomía uiversitaria; y en un editorial del portal digital “Analítica”, se expresó: “La visita de Maduro a nuestra UCV, la grotesca designación de Jacqueline Farías, la misma que iba a convertir el Río Guaire en el balneario de Caracas, como protectora de la universidad más antigua de Venezuela, la decisión de pintar el concreto de la obra limpia de Carlos Raúl Villanueva, declarada por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, sentarse en un pupitre en aula vacía, porque cuando la UCV era orgullo del país, en la era democrática, él (Nicolás Maduro) nunca pasó más allá de la Plaza de las Tres Gracias, son manfestaciones evidentes de quien aborrece la cultura y el conocimiento porque son la expresión más sublime de la libertad y él sabe que si ésta prevalece no podrá seguir en el poder”.

Las dictaduras temen a la universidad, por eso la amenazan y le montan caza!

REMISIÓN: May De la Vega / Sergio Sáez.

¿MADURO DA LA ESPALDA A CHÁVEZ? Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Ciudadanía. Política. Venezuela.

¿MADURO DA LA ESPALDA A CHÁVEZ?

Carlos Canache Mata

El pasado día 11 de este mes, Nicolás Maduro anunció que a partir del día 16 iban a estar en venta, en la Bolsa de Valores, entre el 5 y el 10% de acciones de las empresas del Estado, que pueden ser adquiridas por inversionistas privados, nacionales e internacionales. Dijo: “Necesitamos capital para el desarrollo de todas las empresas públicas. Necesitamos tecnología. Necesitamos nuevos mercados…Usted podrá convertirse en inversionista de CANTV (Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela), de Movilnet (empresa de telefonía móvil nacionalizada), de la petroquímica, de todas las empresas mixtas del petróleo, de las empresas del gas, de las empresas de Guayana (corporaciones mineras y siderúrgicas, sector forestal, aluminio y servicios)”. Fueron sus palabras.

Las empresas ofertadas requieren ser saneadas y por eso, se ha señalado, serán tomadas por accionistas del alto riesgo. El economista Luis Oliveros apunta que “pasamos de que el mercado de capitales era un instrumento del capitalismo, a vamos a vender acciones de las empresas públicas en la Bolsa de Valores”. La junta directiva de la Bolsa de Valores de Caracas emitió un comunicado público en el que asienta que “el fortalecimiento del mercado de valores ha sido una petición de larga data, que contribuye en generar riqueza y desarrollo al país”; y su presidente, Gustavo Pulido, saludó con beneplácito la decisión de Maduro, en estos términos: “Es muy positivo que haya un viraje en la visión de la economía venezolana. Creemos que es un viraje importante, después que se han estatizado empresas de servicios y otras empresas, hay un viraje de 180°”. Más de un analista o articulista de opinión ha recordado que en el año 2007 Hugo Chávez dijo, al comentar las excepciones establecidas en el artículo 303 de la Constitución, “aquí no se privatiza más nada”, y que Maduro, con las medidas anunciadas, “contradice el legado de su mentor”.

No es ésta la primera vez que el régimen dictatorial instaurado por Chávez y su deriva madurista, vuelve sobre sus pasos. Al comienzo, ellos mismos lo comparaban con “un árbol de tres raíces” que se nutría con las ideas de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora; luego, lo adscribieron a la “posdemocracia” del sociólogo neonazi Norberto Ceresole, sustentada en la concentración del poder por la troika “caudillo, ejército, pueblo”; de súbito lo identificaron con “la tercera vía” entre el capitalismo y el comunismo; y, posteriormente, lo declararon “marxista” el 15 de enero de 2010, a pesar de que su principal ductor, Hugo Chávez, antes había confesado que “de forma superficial” había leído “elementos” de esa doctrina (“Habla el Comandante”, Agustín Blanco Muñoz, página 398); y, finalmente, el régimen se autodefinió, hasta el día de hoy, como representante del “socialismo del siglo XXI”, siguiendo al teórico alemán Heinz Dieterich, quien, por cierto, ahora lo repudia. ¿Realmente, llegarían a saber el ya fallecido y su actual causahabiente, con sus apenas lecturas de manual, cuál era la verdadera esencia del marxismo, del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, y qué significa que “el motor de la historia” es “el fundamental antagonismo entre el nivel de las fuerzas productivas y la naturaleza de las relaciones de producción”? Creían que bastaba con atacar la propiedad privada ordenando a gritos “exprópiese” desde una plaza pública, para ser comunista. Si no sabían lo que son, nadie le está dando la espalda a nadie.

Yo siempre he creído que lo que caracteriza a los que nos gobiernan desde hace más de 20 años es su falencia ideológica, orlada por un pragmatismo ávido de retener el poder como botín para alcanzar riquezas, y se ponen caretas, aparentando ideas, para disfrazar su condición de impresentables. Visten con falsos atuendos las mudanzas en las definiciones de lo que sería su pensamiento político, como lo precisamos líneas arriba. Por eso, pienso que como en verdad no han sido apóstoles de ningún credo, no están incurriendo en ninguna apostasía, no están renegando de nada, no están traicionando a nadie, y que las nuevas políticas que ahora aplican en el orden económico obedecen a que se encuentran en lo que se conoce como estado de necesidad. Quitaron el control de precios no porque estén convencidos que mejor es que actúen la oferta y la demanda, suprimieron el control de cambios no porque tengan ahora confianza en el mercado, aceptan la dolarización de facto porque han destruído el bolívar, están desestatizando y vendiendo parte accionaria de las empresas públicas porque necesitan capital y son deficitarias por su mala administración. En fin, hacen lo que ahora están haciendo porque ignoraban que una economía sin la acción conjunta del mercado y el Estado es –lo escribió el Premio Nobel, Paúl Samuelson- “como intentar aplaudir con una sola mano”.

En el tramo venezolano democrático 1958-1998, se alternaron en el poder gobiernos de orientación doctrinaria socialdemócrata con AD y gobiernos de orientación doctrinaria socialcristiana con Copei. Ahora, en el Palacio de Miraflores se ha montado una farsa. Y, para citar al propio Marx, “la jefatura del Estado es asunto demasiado serio para convertirlo en una payasada”.

Si a la Unión Soviética y países que le fueron satélites, al abandonar el marxismo, se les ha aplicado la frase de que “el comunismo es el camino más corto que hay entre el capitalismo y el capitalismo”, al chavismo-madurismo se le puede señalar como el camino más expedito entre el fracaso y el desastre. Guardando las distancias, si la utopía de Marx tuvo como resultado ineluctable que el comunismo ya sólo existe en pocos nichos, también es ineluctable la aparición en cualquier momento de un cisne negro que se lleve por delante el episodio tragicómico del chavismo, refaccionado por Maduro. Entretanto, la historia sonríe.

REMISIÓN:
De: May De La Vega
Date: jue, 19 may 2022 a la(s) 07:16
Subject: ¿MADURO DA LA ESPALDA A CHÁVEZ? Carlos Canache Mata.

Maduro reparte tapabocas. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Política. Venezuela

Maduro reparte tapabocas

Carlos Canache Mata.

En el ranking mundial de regímenes que masacran la libre expresión del pensamiento, el de Nicolás Maduro ocupa un sitio encumbrado. Desde antes que llegara la pandemia del coronavirus, ya el jefe de la dictadura, para silenciar cualquier voz discrepante, había empezado a repartir tapabocas que los medios de comunicación rechazan invocando la palabra libertad. De acuerdo con el ranking 2022, en una clasificación de mejor a peor situación de la libertad de prensa en algunos países, hubo el siguiente resultado: Brasil (puesto 111), Cuba (puesto 173), Venezuela (puesto 148), Nicaragua (puesto 160) y El Salvador (puesto 112).

El hostigamiento y la persecución contra periodistas y medios han trepado al último escalón de una escalera que parece interminable. El Observatorio de Seguimiento de Agresiones a Periodistas y Medios del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Caracas, publicó un documento en el que reseña que en sólo los cuatro meses que van de de enero a abril de este año, se han registrado 68 casos de violaciones a la libertad de expresión e información, distribuidos así: hostigamiento 7, intimidación 8, campañas de descrédito y criminalización contra periodista 11, borrado de material gráfico 3, impedimento de cobertura 21, agresiones físicas 1, decomiso de móvil celular 1, intento de borrado de material gráfico 1, bloqueo de medios digitales 11, cierre de emisoras de radio 3, retención de credencial periodística 1. Según la ONG Espacio Público, el peor año para la prensa escrita fue 2018, con 40 periódicos cerrados, los pocos que quedan han reducido el tiraje y el número de páginas, y los que han migrado a medios digitales están sometidos a amenazas y frecuentes bloqueos.

Desde que asumió el poder en el año 2013, Nicolás Maduro ha mantenido y profundizado la política de “hegemonía comunicacional” instaurada por Hugo Chávez. Con ese indeseable adorno, celebró el pasado 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fecha declarada como tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993. También pudo hacer ostentación de la joya de la corona: la caza de un diario emblemático como El Nacional, hasta el punto de alsarse con su planta física.

Todas estas fechorías se han cometido, poniendo a un lado cualquier norma o impedimento. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 19 establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. La Constitución Nacional que el chavismo aprobó en 1999, también tiene disposiciones muy categóricas en resguardo de la libertad de pensamiento. El artículo 57, dice: “Tooda persona tiene derecho a expresar libremente su pensamiento, sus ideas y opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura…”; y el artículo 58, reza: “La comunicación es libre y plural y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes…”. Y llega aún más lejos, cuando en su artículo 37 ordena que “podrán ser restringidas temporalmente las garantías consagradas en este Constitución, salvo las referidas a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información (subrayado de CCM) y los demás derechos humanos intangibles”.

Se nos ha hecho larga esta noche que se ha prolongado por más de 20 años. La libertad –en todas sus formas- brillará de nuevo cuando el pueblo venezolano ya no esté a la sombra de la dictadura que lo oprime y vuelva a ser protagonista de su propio destino.

REMISIÓN:

De: May De La Vega 
Date: jue, 12 may 2022 a la(s) 15:04
Subject: Maduro reparte tapabocas Carlos Canache Mata

LA DICTADURA TIENE SU TSJ. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Politica. Justicia. Ciudadanía. Venezuela.

LA DICTADURA TIENE SU TSJ

Carlos Canache Mata

El día 26 del mes pasado, el régimen recicló el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que ha tenido a sus pies. Que tenga ahora 20 en vez de 32 magistrados, de los cuales 12 son repitientes, fue la “reforma del sistema de justicia” prometida. La obediencia incondicional a las instrucciones que bajen del Palacio de Miraflores, seguirá siendo su posición numantina.

El principio de la independencia judicial es una consecuencia de la doctrina de la división de los poderes del Estado. Aún cuando desde la antigüedad se distinguía entre deliberación, mando y justicia, la concepción de la separación o división de los tres poderos estatales tiene un origen moderno. A Montesquieu se le ocurrió estudiar durante dos años (1729-1731), en el propio terreno, el funcionamiento de las instituciones inglesas. Al regresar a Francia, concibió y expuso en su obra “Del Espíritu de las Leyes” –apoyado en las observaciones que hizo, y más allá de éstas- su teoría general de la separación o división de poderes. Allí dice: “…Pero es una experiencia eterna qe todo hombre que tiene poder siente la inclinación de abusar de él, yendo hasta donde encuentra límites…Para que no se pueda abusar del poder es preciso que, por la disposición de las cosas, el poder frene el poder…Una constitución puede ser tal que nadie esté obligado a hacer las cosas no preceptuadas por la ley, y a no hacer las permitidas…Tampoco hay libertad si el poder judicial no está separado del legislativo ni del ejecutivo. Si va unido al poder legislativo, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario, pues el juez sería al mismo tiempo legislador. Si va unido al poder ejecutivo, el juez podría tener la fuerza de un opresor”.

De Montesquieu, la tesis de la división de poderes pasó al Derecho constitucional positivo y a inspirar las constituciones modernas, y, según Manuel García Pelayo, “lo que la caracteriza es su sentido de medio racional al servicio de la libertad”.

Aquí en Venezuela, la perversión del poder judicial comienza por la cúpula, por el TSJ. Los que lo integran flotan sobre la cresta de una violación del artículo 264 de la Constitución que se impuso a los venezolanos, que, textualmente, dispone que “los magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia serán elegidos o elegidas por un único período de doce años”. Es sabido, que 12 de ellos están incursos de ser reos del no acatamiento delictual de esa norma. Además, los integrantes del máximo tribunal no fueron escogidos atendiendo a las calificaciones académicas, profesionales y de honorabilidad, sino sólo teniendo en cuenta su abierta inclinación a

subordinarse a los úkases de los que tienen el mando usurpado. La ONG Foro Cívico, en comunicado público, “cuestiona el nombramiento tanto del nuevo TSJ como del Director Ejecutivo de la Magistratura y de la Inspectoría General de Tribunales porque no responden a la idoneidad e independencia judicial”. Como ha dicho el profesor de derecho constitucional Nelson Chitty La Roche, con la designación de los magistrados del TSJ, el régimen lo que ha hecho es “de nuevo ponerle la mano a la justicia de manera de asegurar el sesgo necesario para que se exhiba y se muestre siempre favorable para los líderes del Psuv”.

Bajo el paraguas de la ausencia de los concursos de oposición -alrededor del 70% son jueces provisorios- se tardó el nombramiento del TSJ debido a las laboriosas negociaciones internas para repartir cuotas entre las facciones del partido oficialista. Pero a estas facciones las une el propósito común de tener un poder judicial que mantenga más de 200 presos políticos por más de dos años privados de libertad sin justificación alguna. La inexistencia de la independencia judicial permite que se cometan impunemente violaciones de los derechos humanos y de las libertades públicas.

A nivel internacional, hay consenso de que la dictadura de Maduro escarnece a la democracia. La organización Amnistía Internacional, en su informe anual afirma que en nuestro país continúa “la política de represión” y que se somete “a intimidación, hostigamiento, agresiones y detención a defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas y activistas”. La Misión de la ONU de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, ha informado que “las fuerzas policiales habían matado hasta marzo a más de 200 personas” y que “investigará las circunstancias de los homicidios y la participación de las FAES (Fuerzas de Acciones Especiales)”.

El régimen dictatorial de Nicolás Maduro está bajo investigación en la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad desde el año 2018, cuando la Fiscalía de la CPI inició un examen preliminar por la presunta comisión de esos crímenes, que después pasó a la fase de investigación formal. El Fiscal de la CPI, Karim Khan, informó a la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte que el gobierno de Maduro había solicitado el pasado 16 de abril que suspendiera las investigaciones y las dejara en manos de las autoridades venezolanas debido a que éstas supuestamente las está haciendo, y, por tanto, no procede la aplicación del principio de la complementariedad. El pasado 21 de abril, Karim Khan anunció que ha llegado a la conclusión de que no se ha presentado nueva información (por parte de Caracas) que justifique un cambio de

actuación de la Fiscalía, por lo que, de acuerdo con el Estatuto de Roma, fundacional de la CPI, seguirá investigando los crímenes de lesa humanidad denunciados en Venezuela.

No estaríamos en el brete que estamos, si en Venezuela existiese una división de poderes que garantizara la independencia del poder judicial y, en consecuencia, un Tribunal Supremo de Justicia autónomo para sancionar delitos, como los de lesa humanidad, sin recurrir a los mecanismos pactados de la justicia internacional.

3-5-2022

REMISIÓN:
De: May De La Vega
Date: mar, 3 may 2022 a la(s) 10:53
Subject: LA DICTADURA TIENE SU TSJ. Por Carlos Canache-Mata

MÁS SOBRE LA INVASIÓN A UCRANIA. Por: Carlos Canache-Mata. Opinión. Política. Ciudadanía. Venezuela. Internacional.

MÁS SOBRE LA INVASIÓN A UCRANIA

A Marco Tulio Bruni Celli y Adolfo Salgueiro, conocedores de la política internacional

Carlos Canache Mata

La comunidad internacional sigue con el aliento contenido por el desarrollo de los acontecimientos que puedan derivarse de la invasión rusa a Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero. Que se pase a la guerra nuclear -sería la Tercera Guerra Mundial- se considera improbable, pero, sin embargo, aparece -junto al choque de la tierra con un gran asteroide y el cambio climático extremo- en la lista de “los 12 jinetes del Apocalipsis” -la catástrofe anunciada en textos sagrados- del Informe elaborado por el Instituto para el Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford (IFH) y la Fundación de Retos Globales, de Suecia.

Antes de 1945, pendía sobre la cabeza de las naciones, la Espada de Damocles de las guerras convencionales; a partir de ese año, con las bombas que explotaron en Hiroshima y Nagasaki, esa Espada de Damocles es nuclear. El miedo a “la destrucción mutua asegurada” es lo que hasta ahora, afortunadamente, ha obligado a las grandes potencias a no usar sus arsenales de armas nucleares para dirimir sus diferencias. En medio de las rondas de negociaciones en busca de cese del fuego en Ucrania -sólo se ha logrado establecer corredores de seguridad para evacuar civiles- efectivos rusos dispararon fuego de artillería, la noche del pasado día 4 de este mes, contra la estación de energía nuclear de Energodar, en la región de Zaporizhzhia, la más grande de Europa. Por suerte, dijo el director general de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, “no se produjeron escapes radiactivos”. El valiente mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski, advirtió que “el fuego de Rusia en planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, puede convertirse en catástrofe nuclear que amenace a todo el continente –conoces la palabra Chernóbyl-“, añadió sombríamente.

Los países, cuando están gobernados por mandatarios que no provienen del ejercicio propio de la política, pueden, a veces, ser llevados a la adopción de conductas indeseables y peligrosas. Eso es lo que ocurre con Rusia, que tiene como presidente a Vladimir Putin, quien accedió al poder después de ser un agente del espionaje ruso en Alemania Oriental y jefe de la policía secreta KGB, posteriormente devenida en el Servicio Federal de Seguridad (FSB). No es de extrañar, pues, que su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, al referirse a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia, haya declarado el pasado día 2 de este mes, con ligereza inimaginable,

que “Joe Biden sabe que la única alternativa a las sanciones contra Rusia es una Tercera Guerra Mundial y que sería una guerra nuclear devastadora”. Como en un espectáculo de malabarismo verbal tenebroso, Lavrov, al decir eso, se convirtió en un tragafuegos atómico. Y Rusia pretende seguir en posición adelantada en esa especie de irresponsable juego de balompié con el holocausto nuclear que presenciamos, como me permití señalar en el artículo anterior. En efecto, Putin subió varios tramos en la escalada bélica al poner las fuerzas de disuasión rusas, que incluye sus fuerzas nucleares, en “régimen especial de servicio”. Concretamente, las fuerzas de disuasión estratégica de Rusia están compuestas por fuerzas nucleares, incluídos los misiles intercontinentales, así como fuerzas no nucleares, y la defensa antimisiles, el sistema de alerta temprana y la defensa antiaérea.

No es Estados Unidos, sino una determinante mayoría de la comunidad internacional, la que ha repudiado la invasión militar ordenada contra Ucrania por Putin –mixtura del zar y Stalin-, como lo revela la resolución condenatoria aprobada, el día miércoles 2, con el apoyo de 141 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas. Aún cuando no tiene carácter vinculante, la resolución recibió únicamente 5 votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y 35 abstenciones. En la votación no pudo participar Venezuela, porque se encuentra en la lista de morosos de la ONU desde el año 2016, lo que le impide tener voto en el organismo.

Pero la posición de la dictadura usurpadora que preside Nicolás Maduro, ante la agresión rusa no provocada contra Ucrania, la conocemos los venezolanos y se conoce en el exterior. En los días de tensión previos entre Rusia y Ucrania, exactamente el día martes 22 de febrero, Maduro exclamó: “Venezuela está con Putin, está con Rusia, está con las causas valientes y justas del mundo, y nos vamos a restear cada vez más”. Y a las 7,06 pm de la noche del día 24 –la invasión de las tropas rusas había comenzado en la madrugada de ese día- la cancillería del régimen de Maduro emitió un comunicado en el que aparenta tener preocupación por el agravamiento de la crisis en Ucrania, para luego decir que “lamenta la burla y el quebrantamiento de los Acuerdos de Minsk por parte de la OTAN promovido por los Estados Unidos de América” , y agrega que “el descarrilamiento de estos acuerdos ha vulnerado el Derecho Internacional y ha generado fuertes amenazas contra la Federación de Rusia, su integridad territorial y soberanía, así como impedido el buen relacionamiento entre los países vecinos”.

En ese comunicado se falsea la verdad histórica. Después que Rusia ocupa a Crimea, es que se firma en el año 2014 el Protocolo o Acuerdos de Minsk para descontinuar el conflicto entre separatistas pro-rusos y combatientes ucranianos, pero, al reconocer recientementes a las regiones de Donetsk y Lugansk como estados independientes, es Putin quien viola los Acuerdos de Minsk, como bien lo afirma la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al declarar que “el reconocimiento de los dos territorios separatistas en Ucrania es una flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los Acuerdos de Minsk”. Y en cuanto a que Ucrania sea o provoque una “amenaza” contra la superpotente Rusia, cuando se expresa que se han “generado”, según el comunicado de la cancillería de Maduro, “fuertes amenazas contra la Federación de Rusia, su integridad territorial y soberanía”, la carcajada internacional se trepó a los montes del Cáucaso, donde cuenta la mitología griega –para seguir hablando de mitos- que Prometeo fue encadenado en uno de sus picos.

Es indignante y vergonzosa la actitud del régimen imperante en el país en relación con la invasión a Ucrania. Diplomáticos, profesores universitarios, analistas políticos en las áreas de relaciones internacionales y las ciencias sociales, que se agrupan en el conocido Grupo Ávila, certeramente manifiestan: “Sostenemos que la posición adoptada en este asunto por quienes actualmente ostentan de facto el gobierno de Venezuela, expresando a voz en cuello su solidaridad con la posición de Rusia, no representa en absoluto el sentir de la población venezolana, por el contrario, reafirma el sometimiento a intereses y dictados totalmente ajenos a la conveniencia de Venezuela y de Latinoamérica en su conjunto”.

Aquí, los usurpadores de Miraflores, repiten y hacen lo que les ordenan y dicen los ventrílocuos que están fuera del territorio nacional.

REMISIÓN: May de la Vega

06-02-2022

JUGANDO EL HOLOCAUSTO NUCLEAR. Por Carlos Canache Mata, Opinión. Política. Ciudadanía. Mundo.

JUGANDO CON EL HOLOCAUSTO NUCLEAR

Carloa Canache Mata

Escribo este artículo el jueves 24 de febrero, cuando se ha consumado, en la madrugada del día, la invasión de tropas rusas a Ucrania y se realizan bombardeos aéreos contra sus ciudades. Tan grave suceso –que ocurre cuando poco antes Rusia había atentado contra la integridad territorial ucraniana al haber apoyado a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk- necesariamente será objeto de notas posteriores, en las que se analizarán varios aspectos de la situación creada y, desde luego, la posición adoptada ante ella por el régimen dictatorial imperante en nuestro país.

Ahora, me referiré al hecho de que la invasión, y su deriva de confrontación entre las principales potencias occidentales y Rusia, ocurren en el contexto de que vivimos en la era nuclear.

Esta vez, la conocida frase jugando con fuego, se remonta, por tanto, a esa apocalíptica dimensión nuclear. El gran escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en reciente artículo, apunta: “…Muchas enseñanzas para este mundo que podría volar en pedazos si Rusia, como parece, invade Ucrania y se arma de pronto y sin quererlo la Tercera Guerra Mundial. Así comenzaron la Segunda y la Primera, sin que nadie las planeara, y sobre todo sin que sus consecuencias – los millones de muertos- fueran previstas”.

El advenimiento de la era nuclear –la posibilidad de obtener energía manipulando el núcleo del átomo- se inició cuando el 16 de julio de 1945, en una zona desértica del suroeste de Estados Unidos, se hizo detonar como prueba o ensayo, por el gobierno de ese país, la primera bomba atómica. Ya, durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania había sido derrotada en Europa, pero Japón se negaba a rendirse incondicionalmente, por lo que el presidente Truman, que asistía en Berlín a la Conferencia de Potsdam (julio-agosto de 1945), decidió atacarlo con la nueva arma, y así fueron lanzadas sendas bombas atómicas, el 6 de agosto en Hiroshima –murieron alrededor de 100.000 personas- y el 9 de agosto en Nagasaki –hubo poco menos de 100.000 muertos, debido al terreno de la ciudad, a pesar de que la bomba era de mayor potencia-. Al día siguiente, el gobierno de Tokio acepta la rendición, con la única condición de que Hirohito conservara el trono, rendición que se formaliza el 2 de septiembre ante Douglas McArthur, a bordo del acorazado Missouri, anclado en la rada de Tokio, teniendo al frente una impresionante escuadra. Ese día terminó la Segunda Guerra Mundial, que había comenzado el 1° de septiembre de 1939. Duró exactamente seis años y un día, con un saldo de alrededor de poco más de 40 millones de muertos.

Es esa una guerra nuclear, que eventualmente no sería limitada, sino existencial para la civilización humana, y que fue tema de la literatura de ficción durante la Guerra Fría (1945-1989), a la que le teme el Premio Nobel peruano, al igual que todos los habitantes del planeta tierra.

El Secretario de Estado de EEUU, Antony Bliden declaró –nos informa el cable internacional- que no descarta que Vladimir Putin “pueda tratar de ir más allá” en su propósito de influir en naciones vecinas y, especialmente, en algunas, ya incorporadas en la OTAN, de las que formaron parte de la extinta Unión Soviética. Hasta este momento, afortunadamente, sólo ha habido sanciones económicas e individuales contra Rusia. Pero no hay que olvidar que el artículo 4 del Tratado de Washington, documento constitutivo de la OTAN, señala que los Miembros de la Alianza se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de alguno de ellos se viera amenazada. En virtud de ese artículo, la OTAN convocó una cumbre virtual de líderes para este viernes 25 de febrero –se celebra mientras los lectores pasean sus ojos sobre estas líneas- para considerar la invasión de Ucrania, que ha manifestado su deseo de incorporarse a la Otan, a lo que se opone decididamente Rusia.

Estamos ante una coyuntura fluída y riesgosa, que puede escaparse de las manos y quedar sin control, lo que motiva la universal preocupación existente.

REMISIÓN:
De: May De La Vega
Date: vie, 25 feb 2022 a la(s) 11:30
Subject: JUGANDO EL HOLOCAUSTO NUCLEAR. Por Carloa Canache Mata

¿Y LA SOBERANÍA? Por Carlos Canache Mata. Opinión. Vnezuela.

¿Y LA SOBERANÍA?

Por Carlos Canache Mata

El jueves 13 de enero, el viceministro de Relaciones Exteriores del Kremlin, Sergei Ryabkov -en medio de la tensión existente entre Estados Unidos y la OTAN, por una parte, y Rusia, por la otra, a causa del eventual ingreso de Ucrania a la Alianza Atlántica y la expansión de ésta al este de Europa, que tendría como respuesta la invasión rusa a la nación exsoviética- no descartó el despliegue de infraestructura militar en Venezuela, en declaración ofrecida a la televisora rusa RTVI. Sus palabras fueron: “No quiero confirmar nada…ni descartar nada”. El propio ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, dejó entrever la posibilidad de enviar tropas e instalar misiles en Venezuela y en Cuba. Luego, el día 17, al comentar esa declaración, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó que “en el contexto de la actual situación, Rusia piensa en cómo garantizar su propia seguridad”. Y el ministro de la Defensa de Rusia., Serguéi Shoigu, dijo: “Nicaragua, Cuba y Venezuela, aliados de Rusia en América Latina, requieren ahora más que nunca el apoyo de Moscú”.

Los altos jerarcas rusos, al hablar en los términos arriba señalados, dejando a su arbitrio si envían o no tropas y equipos militares a Venezuela, nos dan un trato de colonia y aniquilan la soberanía, que es uno de “los derechos irrenunciables de la Nación”, según lo dispuesto en el artículo 1 de nuestra Constitución, la cual, además, en su artículo 13 reza: “El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias”. Una de dos: si esa declaración de los voceros rusos fue dada con el conocimiento previo del régimen de facto venezolano encabezado por Nicolás Maduro, estaríamos en presencia de una cesación consentida de nuestra soberanía; y si esa declaración es conocida después, sin ser protestada por el régimen de facto de nuestro país, estaríamos en presencia de una cesión tolerada de nuestra soberanía. En los dos casos, es obvia la gravedad de sus consecuencias.

Como opinó el internacionalista Adolfo P. Salgueiro, en artículo del 5-2-2022, “queda claro que aquí estamos en presencia de una disputa de equipos de Grandes Ligas. Venezuela solo juega el papel de peón –ni reina ni alfil- en un tablero de ajedrez gestionado por otros”.

En el editorial de El Nacional, de fecha 15-1-2022, se va mas lejos cuando se afirma que la soberanía es “una condición que perdió el país desde hace muchos años”, con la siguiente argumentación: “…Fue el mismo comandante, el fundador del chavismo y del socialismo del siglo XXI (el monstruo sin pies ni cabeza), el que abrió la puerta grande…No se olvide que desde 2004 Chávez y su homólogo ruso firmaron acuerdos de asistencia técnica para manejo de armamento sofisticado que se compró precisamente a ese país. Tenemos aviones Sukoi, y con ellos vinieron los pilotos rusos; el sistema de misiles antiaéreos es manufactura de allá, así como los vehículos de combate, armas y fusiles de corto y largo alcance y hasta una fábrica de AK y municiones que hace poco se dijo que comenzaría de nuevo a operar. ¿Qué más quieren? Si hasta los edificios de instalaciones como el Fuerte Tiuna están llenos de soldados de diferentes rangos de esta nacionalidad.

En cuanto a la subordinación frente a Cuba, los analistas de las cuestiones internacionales reflexionan sobre las mermas de nuestra soberanía. El conocido y reputado escritor Moisés Naim, considera que “Venezuela experimentó una especie de colonización al revés: no fue una gran potencia conquistando a una más débil sino que un país más pequeño y fracasado, Cuba, el que logra tomar el control de su vecino más grande y rico”. Y el dirigente político Héctor Pérez Marcano, dice que “somos hoy una colonia política de Cuba”.

Cuando oigo el himno nacional y veo ondear en el aire la bandera de nuestro país, me asalta un recuerdo. Durante el destierro impuesto por la dictadura de Juan Vicente Gómez, Rómulo Betancourt publicó en enero de 1932 en Costa Rica un folleto, muy difundido y comentado, titulado Con quién estamos y contra quién estamos, en el que denuncia “la desvergonzada política entreguista de nuestras riquezas nacionales a explotadores extranjeros…al punto de que hoy no somos sino una semi-colonia, con permiso para usar himno y bandera, pero sin autodeterminación para resolver como nos venga en gana nuestros problemas internos e internacionales…la soberanía no existe en ella; y, por definición, pueblo sin soberranía no es libre”.

Ahora en 2022, noventa años después, podemos afirmar que no tenemos soberanía y que ésta se ha trasladado a La Habana y Moscú, desde donde nos han dado permiso para seguir usando himno y bandera.

REMISIÓN: May de la Vega

EL ATRACO. Por Carlos Canache. Opinión. Política. Ciudadanía. Elecciones. Venezuela.

EL ATRACO

Carlos Canache MatamAntes del atraco electoral consumado en Barinas, las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre ya habían sido escenario de burdas maquinaciones fraudulentas. El régimen dictatorial imperante preparó un cóctel de irregularidades y desafueros para que lo n los concurrentes a las urnas comiciales de ese día.

La Unión Europea envió a Venezuela una Misión de Observación Electoral, su primera en 15 años. Antes de que finalizara el proceso electoral –quedaban pendiente aún la resolución de recursos y la proclamación de los cargos electos-, la Misión entregó el día 23 de noviembre su Declaración Preliminar, que es de antología, es decir, para ser recordada, para que no se la lleve el olvido. Basta con la cita de algunos fragmentos de ella: “Entre las deficiencias se encuentran decisiones judiciales ampliamente criticadas que han afectado a la igualdad de condiciones al sustituir a los comités ejecutivos de algunos partidos y entregar sus tarjetas electorales a facciones internas que los utilizaron para presentarse a las elecciones. Además, se mantiene la inhabilitación política arbitraria de candidatos de la oposición, el extendido uso de recursos del Estado en la campaña y un acceso desigual a los medios de comunicación… Algunas leyes, en particular la ley de 2002 que permite al Contralor General suspender el derecho fundamental de los candidatos a participar en las elecciones mediante un procedimiento administrativo, la falta de independencia judicial y el irrespeto al Estado Derecho afectaron desfavorablemente a la igualdad de condiciones y a la equidad y transpariencia de las elecciones”. Que por vía administrativa no se puede impedir a un candidato su participación electoral, lo establece terminantemente el artículo 42 de la Constitución Nacional: “…El ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley”.

Los señalamientos hechos por la Misión de la Unión Europea fueron también una profecía. Durante la semana posterior a la votación del 21 de noviembre, el pueblo de Barinas estuvo pendiente de que se diera a conocer quién era el nuevo gobernador electo. Se informó que el retraso se debía a que faltaba que la Junta Electoral Nacional revisara tres actas que había indebidamente retenido el Plan República, las cuales, sin embargo, en ningun caso cambiaban el resultado de la votación ya conocido que favorecía al candidato Freddy Superlano. Es entonces

cuando, el lunes 29 de noviembre, inesperadamente baja al escenario electoral la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia –como un Deus ex machina que resuelve una situación indeseable- con su dictamen conforme al cual se ordenaba no continuar la contabilización de los votos porque Freddy Superlano no podía ser candidato –a pesar de que había sido admitido como tal por el CNE – porque estaba inhabilitado, a la vez que disponía la repetición de las elecciones en Barinas para el 9 de enero de 1922. Estaba supuestamente inhabilitado por una decisión del Contralor General de la República, decisión administrativa violatoria, como dijimos líneas arriba, del artículo 42 de la Constitución, lo que no fue ápice para que, apoyándose en ella, la Sala Electoral del Tribunal Superior de Justicia produjera su malhadado dictamen.

El editorial de El Nacional, del 5-12-2021, al referirse a la presentación de aquella Declaración Preliminar de la Misión por la eurodiputada Isabel Dos Santos, dice lo siguiente: “Pero no contaba (Isabel Dos Santos) con que iban a ser testigo de la mayor marramuncia, la que perpetraron en Barinas con ayuda de su brazo judicial, el Tribunal Supremo de Justicia. Y allí sí es verdad que los observadores debieron abrir los ojos. Entonces, Superbigote no aguantó más, los llamó espías, los declaró enemigos y los expulsó”.

Pero allí no se detuvo el tren de las inhabilitaciones. En sus rieles fueron trituradas después la candidatura de Aurora Silva, la esposa de Superlano, sin decir en qué fundamentaban la inhabilitación, y la de Julio César Reyes, el lunes 6 de diciembre, sin indicar tampoco los motivos de la inhabilitación. Se siguió el ejemplo de Daniel Ortega en Nicaragua, que, a sus rivales aspirantes a la presidencia de ese país, los inhabilita o los encarcela.

Como el lapso de postulaciones para las elecciones del 9 de enero próximo se cerraba ese lunes 6 de diciembre, inmediatamente, el mismo día, la Mesa de la Unidad Democrática seleccionó e inscribió la candidatura de Sergio Garrido, Secretario General de AD de la seccional de Barinas, que había sido electo el 21 de noviembre como diputado –ya recibió su acreditación como tal- al Consejo Legislativo del Estado, por lo que sería muy cuesta arriba su inhabilitación, a menos que, como él ha dicho, ahora se le declare “marciano”.

Antonio Ledezma, en reciente artículo, afirma que “la verdad es que en una tiranía no existen libertades, ni justicia, ni posibilidades de hacer valer la voluntad de los ciudadanos a través del sufragio universal, directo y secreto”. Eso es cierto, pero ante el contexto de de los sucesos de Barinas, creo –y yo no he votado en ninguna de las farsas electorales chavistas- que el 9 de enero

la oposición democrática sí debe ir a votar en Barinas. Y, ante un nuevo fraude, que sería descomunal, monstruoso, veremos qué hacer.

REMISIÓN:

De: May De La Vega
Date: jue, 9 dic 2021 a la(s) 08:33
Subject: EL ATRACO. Por Carlos Canache Mata.

LA CPI, LA FAN, ¿QUÉ VA A PASAR? Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Política. Ciudadanía. Justicia. Militar. Venezuela.

LA CPI, LA FAN, ¿QUÉ VA A PASAR?

Carlos Canache Mata

El Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, con el Estatuto de Roma bajo el brazo, vino, vió, decidió y se fue. ¿Qué decidió? Que el examen preliminar a que estaba sometido desde el año 2018 en la CPI el régimen de Nicolás Maduro por la comisión de crímenes de lesa humanidad, diera paso a la fase de investigación formal; y, además, se firmó un memorando de cooperación entre el Estado venzolano y la CPI en el que el régimen de Maduro queda obligado a adoptar “todas las medidas necesarias para asegurar la efectiva administración de la justicia, de acuerdo a los estándares internacionales (subrayado de CCM) y el apoyo y compromiso activo” de participación de la CPI bajo el principio de complementariedad.

Antonio Ledezma, destacado líder opositor exiliado, certeramente observa que “la investigación no deja a salvo a nadie por razón de su cargo” y cita el artículo 27 del Estatuto de Roma que expresamente establece que “en particular, el cargo oficial de una persona, sea Jefe de Estado o de Gobierno, miembro de un gobierno o parlamento, representante elegido o funcionario de gobierno, en ningún caso lo eximirá de responsabilidad penal ni constituirá per se motivo para reducir la pena”.

El analista y abogado en derecho consitucional Juan Manuel Raffalli cree que la conducta policial en futuras manifestaciones de la oposición democrática “va a haber un cambio sustancial”por cuanto “estaría en juego la responsabilidad penal internacional de todos los funcionarios que intervengan en estos actos lesivos de los derechos humanos”; considera también que “cualquier posición obstruccionista es peor remedio que la enfermedad” y que, por eso, el usurpador de Miaflores y sus secuaces “ahora tendrán que ponderar los costos de mantener una actitud similar a la que había hasta ahora, o entrar en una fase de cumplimiento pleno del acuerdo y de prevención dentro de la fase de investigación que lo va a llevar a tratarse de lavarse el rostro lo más posible”. En ese balance de costes y beneficios al cumplir o no cumplir lo pactado con la CPI, los actuales dueños del poder no deben olvidar el tremendo peso de lo establecido en el artículo 58 del Estatuto de Roma, que a la letra reza: “En cualquier momento después de iniciada la investigación, la Sala de Cuestiones Preliminares dictará, a solicitud del Fiscal, una orden de detención contra una persona si, tras examinar la solicitud y las pruebas y otra información presentadas por el Fiscal, estuviere convencida” de que la detención es necesaria. Y también

deben tener presente en Miraflores que estarían confinados a no asomar sus narices fuera de las fronteras nacionales, porque el artículo 59 del mismo Estatuto de Roma dispone que “el Estado Parte que haya recibido una solicitud de detención provisional o de detención y entrega tomará inmediatamente las medidas necesarias para la detención de conformidad con su derecho interno y con lo dispuesto en la Parte IX del presente Estatuto”.

Esta investigación formal por crímenes de lesa humanidad que por primera vez la CPI inicia en la región, se suma a la acusación contra el gobierno venezolano por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de violación de tales derechos, y por la Misión de Determinación de Hechos de la ONU, de cometer crímenes de lesa humanidad. Es como demasiado, o como la aplicación de aquel adagio de “éramos muchos y parió la abuela”.

Sin contar el apocalipsis, la catástrofe económica en que se ha hundido el país, todo el mundo se pregunta si no basta el escándalo internacional que nos rodea y avergüenza, para que el estamento militar recupere el rol que taxativamente le señala la Constitución Nacional de que “en el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”. El analista político Carlos Blanco dice que en el sector castrense “subsiste la dignidad en muchos: reciben su CLAP pero no entregan su rabia ni su conciencia. Los afrentados y despreciados saldrán al momento del relámpago”.

Por último, cabe otra interrogante: ¿Qué va a pasar, qué es lo que sigue? La etapa en la que entra el régimen de Maduro es la de que la CPI analizará los elementos que tiene en sus manos para determinar los responsables de los delitos cometidos, tanto los victimarios como sus víctimas. El artículo 74 del Estatuto de Roma ordena que “la Sala de Primera Instancia fundamentará su fallo en su evaluación de las pruebas y de la totalidad del juicio”, y el fallo es apelable de conformidad con el procedimiento previsto en el artículo 81.

Pero, como sabemos, la justicia internacional es lenta y compleja, por lo que, manteniendo la fe en el desenlace, no hay que caer en expectativas inmediatistas.

REMISIÓN:

De: May De La Vega <delavega_may>
Date: vie, 12 de nov. de 2021 a la(s) 07:45
Subject: LA CPI, LA FAN, ¿QUÉ VA A PASAR? Carlos Canache Mata

EL CANTO QUE ASUSTA. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Ciudadanía. Politica. Venezuela.

EL CANTO QUE ASUSTA

Carlos Canache Mata.

¿Cuál es la razón de que el régimen dictatorial imperante en el país haya hecho lo imaginable y lo inimaginable en la defensa y en tratar de evitar la extradición a EEUU de Alex Saab (acusado de cargos de lavado de dinero), de Hugo “el Pollo” Carvajal (ex-jefe de inteligencia de Hugo Chávez) y de Claudia Patricia Díaz (ex-enfermera de Hugo Chávez y ex-Tesorera de la Nación)? La respuesta es clarísima: el régimen teme verse comprometido gravemente, con gran escándalo internacional, si los imputados por lavado de dinero y por cargos de narcotráfico (u otras actividades delictivas), hagan confesiones en Estados Unidos que rebasen lo que ya se conoce, para beneficiarse con una reducción de la pena a que estarían sentenciados. David Smilde, asesor principal de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) explica que “el hecho de que ciudades como Nueva York o Miami sean piezas importantes del sistem financiero internacional, permite a EEUU enjuiciar a extranjeros por el presunto lavado de dinero que pase por sus bancos”.

Según el procedimiento penal de EEUU, si el imputado se declara inocente y no colabora con la justicia, sería sometido a juicio y podría ser condenado hasta por decenas de años de cárcel; en cambio, si se declara culpable y brinda información, recibiría una importante reducción de la pena. Por ejemplo, la semana pasada, la justicia estadounidense redujo a solo 42 meses de prisión a Alejandro “Tuerto” Andrade –exguardaespaldas de Chávez que había sido ascendido a Tesorero Nacional- por haber colaborado con las autoridades tras declararse culpable, entregar activos e informar contra otras figuras del chavismo, no obstante que había sido condenado a 10 años de prisión por un juez federal en Miami en noviembre de 1918 por lavar cientos de millones de dólares.

Muchos analistas políticos consideran que ante esa puerta abierta de apreciable reducción de pena, hay el incentivo y la tentación de traspasarla por parte de los extraditados a EEUU. Por eso, es que, con fino humor, el destacado abogado internacionalista Adolfo P. Salgueiro comenta, en artículo de El Nacional, de fecha 23-10-2021, lo siguiente: “Con la llegada no turística de estos personajes venezolanos (Saab, Carvajal, Díaz) a suelo norteamericano se especula y bromea que cantarán más que los famosos tres tenores (Pavarotti, Plácido Domingo y Carreras) que en su momento deleitaron al mundo de la ópera”. Ese es el canto que asusta, y que da título a mi artículo de esta semana.

Pero hay aún algo que complicaría más, mucho más, la situación. El muy conocido periodista Andrés Oppenheimer, en un artículo titulado “El Secreto más Importante de Alex Saab”, publicado en el Nuevo Herald el 20-10-2021, dice: “…La mayoría de los medios destacaron el heho de que el prisionero (Saab) podría revelar importantes datos sobre la corrupción del régimen venezolano. Eso es cierto, pero la mayoría de los medios pasaron por alto algo mucho más importante: Saab era el enviado secreto de Maduro ante el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, y podría saber si Irán está enviando misiles de largo alcance a Venezuela que podrían desestabilizar el equilibrio militar en América Latina. Lo que es más, Saab podría saber si Irán ya envió o planea enviar misiles a Venezuela capaces de llegar a Estados Unidos, de la misma manera en que la ex -Unión Soviética envió misiles nucleares a Cuba en la crisis de los misiles cubanos de 1962…Un artículo de portada del 10 de septiembre en la revista Semana de Colombia citó fuentes de inteligencia diciendo que entre 12 y 17 aviones iraníes cargados con armas han aterrizado recientemente en Venezuela, y dos barcos de la armada iraní habían intentado llegar a Venezuela antes de ser detectados por fuerzas de Estados Unidos y obligados a cambiar de rumbo…Saab podría ayudar a determinar qué hay detrás de los misteriosos vuelos y barcos cargueros que viajan entre Venezuela e Irán. Ese podrá ser (el) secreto más explosivo que puede poseer, o por lo menos el que tendría el mayor impacto internacional”.

El portal digital Analítica, en su editorial del 25-10-2021, comenta el artículo de Oppenheimer, en estos términos: “Tenemos también la información suministrada por Oppenheimer de que el colombiano estaría involucrado en el negocio de armas entre Irán y el régimen. Oppenheimer ha afirmado que los presuntos misiles no llegaron a Venezuela porque los buques que supuestamente los traían fueron desviados de su curso por buques de guerra norteamericanos. De ser cierto, esto llevaría la influencia de Saab a proporciones inimaginables y, de esta manera, su captura y detención revistiría un interés estratégico para la seguridad interna de los EEUU”.

El canto de Saab causaría temblor en Miraflores, y traspasaría nuestras fronteras.

REMISIÓN:
De: May De La Vega
Date: mar, 26 de oct. de 2021 a la(s) 06:52

ROMULO RESISTE. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Política. Ciudadanía. Historia. Venezuela.

“RÓMULO RESISTE”

Carlos Canache Mata

Como la Revolución del 18 de octubre de 1945 está cumpliendo 76 años de haber acontecido, tenía pensado dedicar el artículo de esta semana a algunos comentarios sobre ella. Sin embargo, como acabo de ver el documental cinematográfico “Rómulo Resiste”, producido por Carlos Oteiza, cambié de intención, y decidí más bien escribir sobre tal documental.

Se trata de una magnífica y bien lograda relación de los grandes obstáculos y peligros que Rómulo Betancourt encontró en el ejercicio de su gobierno constitucional (1959-1964), de los múltiples intentos de alzamientos militares e insurreccionales que enfrentó, de las acechanzas que intentaron derrocarlo, llegando hasta el atentado homicida –con el apoyo demencial del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo- que estuvo a punto de quitarle la vida. En la pantalla del Teatro Trasnocho del Paseo de Las Mercedes vimos desfilar las escenas de los cuartelazos clásicos fallidos, las graves sublevaciones de las bases navales de Carúpano y Puerto Cabello (4 de mayo y 2 de junio de 1962, respectivamente), las peripecias de un movimiento guerrillero rechazado por los campesinos (“unas guerrillas sin campesinos son como un arroz con pollo, sin pollo”, decía Rómulo Betancourt), asaltos a bancos y personas, matanza de policías, motines callejeros recurrentes, incendio de fábricas y una larga etcétera. La crónica de los sucesos no fue óbice para que historiadores y economistas se refirieran también a los logros gubernamentales alcanzados a pesar de las adversidades que muchos consideraban insalvables y parecían cerrar el camino. Dos importantes dirigentes políticos, Américo Martín y Héctor Pérez Marcano, aportaron reflexiones equilibradas y autocríticas que los honran. Marco Tulio Bruni Celli y este escribidor pespunteamos igualmente algunas pinceladas de opinión en ese gran mural de una etapa de la historia nacional que es“Rómulo Resiste”, con que a los venezolanos nos ha obsequiado Carlos Oteiza.

Realmente, apartando cualquier identificación partidista y la simpatía o antipatía que se tenga sobre Rómulo Betancourt, no puede negarse que fue un capeador de tempestades, un arquitecto que salvó de la destrucción y le puso bases sólidas al edificio de la democracia, un navegante que sorteó las olas de un mar enfurecido, un gran torero que hizo una gran faena a un toro que embestía y quería llevarse en los cachos a la democracia.

Como el Presidente Betancourt dijo en una de sus alocuciones que “no será sobreseída” la causa de los autores e inductores, militares y civiles, de los brotes facciosos, “dejándole a su sucesor la peligrosa herencia de la impunidad del crimen político”, el destacado y equilibrado dirigente político socialcristiano Ramón Guillermo Aveledo dice en su libro La 4a República: “…Yo me pregunto ¿Qué habría sucedido si el Presidente no hubiera actuado de ese modo? ¿Qué habría sido de la democracia?”. Luis José Silva Luongo, ex-profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, en su libro De Cipriano Castro a Carlos Andrés Pérez 1899-1979, hace esta consideración: “Cualquiera que sea la posición política que se haya mantenido o se mantenga sobre Rómulo Betancourt, no puede dejar de reconocérsele que su paso por el Gobierno Nacional ha sido de una importancia decisiva para el desenvolvimiento político del país en el largo período que va desde que deja la presidencia hasta el presente. Otra hubiera sido la evolución política de Venezuela si no hubiera ocupado la Presidencia de la República en el conflictivo período 1959-1964 un hombre de sus condiciones excepcionales”. El gran ensayista e historiador Mariano Picón Salas sostiene que la “energía” del Presidente Betancourt salvó la democracia: “El quinquenio ha sido extremadamente difícil…Todas las fuerzas antidemocráticas de la extrema derecha abusiva y dictatorial y de la extrema izquierda del comunismo anárquico (el ‘Ché Guevara’ había sustituido a Lenin) se asociaron contra Betancourt a fines de 1961. Él supo ser el piloto de la más rabiosa tormenta…Demostró contra todas las propagandas de miedo, una energía serena que le ha permitido llegar, con mayor autoridad y respeto, al término de su gestión presidencial y lograr que se celebraran sin desorden los comicios del 1° de diciembre de 1963”. El reputado politólogo Juan Carlos Rey juzga una “hazaña” el salvamento de la democracia por Betancourt: “El mantenimiento y consolidación de una democracia representativa, en un país en condiciones como las que había en Venezuela hacia 1958, fue una verdadera hazaña para la que se necesitaban raras cualidades, no sólo de liderazgo, valor y honradez, sino de sabiduría y prudencia política. Gracias a esa mezcla de cualidades excepcionales, Betancourt pudo culminar con éxito tal tarea”. Y la periodista y polítóloga, especializada en asuntos internacionales, María Teresa Romero, escribió: “…No creo exagerado afirmar que esas capacidades políticas y el denodado compromiso de Betancourt con la tarea que tenía en sus manos fueron indespensables para la supervivencia individual, partidista y colectiva”.

Opiniones tan calificadas como las anteriores, se confirman en Rómulo Resiste, otra RR, documental que es como una respuesta a aquella RR, Rómulo Renuncia, con que la antidemocracia llenó las paredes de ciudades y pueblos de Venezuela. Olvidaron que estaban desafiando -como él mismo dijo- a “un Presidente que ni renuncia ni lo renuncian”.

Carlos Canache Mata / @CarlosCanacheMa

ESTA CRISIS MULTIDIMENSIONAL. Por Carlos Canache-Mata. Opinión. Venezuela.

ESTA CRISIS MULTIDIMENSIONAL

Carlos Canache Mata

Con Chávez comenzó la noche para la democracia venezolana. Continúa con Maduro. Un ventrílocuo externo –la dictadura cubana- le presta voz, una voz que ayudada por el retintín de las espuelas militares domésticas, retumba en la oscuridad de la crisis multidimensional en que vivimos. Crisis política. Crisis económico-social. Crisis ética.

La crisis política rueda con velocidad de descarrilamiento institucional. El extravío de la ruta, que se estrenó con el régimen del comandante fallecido, se ha mantenido y acentuado con el hijastro que lo sucedió en 1913. Nadie cree que el elemento esencial de la democracia -la soberanía popular expresada por el sufragio para escoger los que ejercerán el poder- tiene vigencia en Venezuela. Sobre todo, desde que en el año 2015 se eligió una Asamblea Nacional, la Asamblea Nacional legítima, en la que el pueblo le dió a la oposición una mayoría calificada. Desde entonces, el miedo a una limpia y verdadera consulta de la voluntad electoral de los venezolanos se pasea como un fantasma por los pasillos del palacio presidencial de Miraflores. La separación e independencia de las ramas del poder público pasó a ser un cuento, no un cuento de hadas, sino un cuento de horror. El respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de que nos habla el artículo 3° de la Carta Democrática Interamericana, se lo llevó el viento del llamado “socialismo del siglo XXI”. Los que disienten del oficialismo son sometidos a torturas, y a sus pies quedó hecha trizas la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, suscrita por nuestro país. La libertad de expresión ya oyó su réquiem con el cierre de más de doscientos medios de comunicación y los incontables bloqueos a portales web y plataformas digitales. En fin, el Estado de Derecho, con paso firme, entró al olvido. Antes de que llegara la pandemia del coronavirus, ya el régimen dictatorial imperante había puesto tapabocas a los venezolanos.

La crisis económica continúa sin detenerse. Las caídas del Producto Interno Bruto (PIB) nos indican que llevamos siete años de contracción económica; entre 2013 y 2020, la actividad económica se redujo 83%, y, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para este año 2021 Venezuela tendrá el peor desempeño con -4%. Desde el año 2017, el país entró en una etapa hiperinflacionaria cuando en un mes la tasa superó el 50% y sólo se puede dar por concluida cuando esa tasa esté por debajo de ese porcentaje durante 12 meses. Mientras no cese el financiamiento monetario del déficit fiscal y éste se siga cubriendo con el dinero inorgánico emitido por el Banco Central, al alza de precios no se parará. Se ha destruido el poder adquisitivo del bolívar, que, como moneda, ha perdido sus tres funciones: a) como unidad de cuenta, ya no sirve para fijar los precios, hay una dolarización de facto, primero los precios se fijan en dólares, y luego se hace el cálculo en bolívares; b) como medio de intercambio: hoy más del 70% de las transacciones del país se realizan en dólares c) como depósito de valor, tampoco ahora sirve, porque ahora nadie ahorra en bolívares debido a su acelerada devaluación, se ahorra en dólares u otras divisas. Conforme a la ONU, quien perciba menos de 1,25 dólares diarios, se ubica en pobreza extrema, el asalariado en Venezuela se estima que gana 5 o 6 centavos de dolar. En Venezuela hay dos hambres: hambre de comida y hambre de libertad y democracia. Por eso, hay una migración masiva. El pasado 29 de julio, la OEA emitió un informe en el que advierte que “la migración venezolana puede llegar a los 7 (siete) millones de personas a finales de 2021 o inicios de 2022, superando el éxodo de Siria, considerdo el mayor del mundo, con 6,7 millones de refugiados que han abandonado ese país”.

La crisis ética está a la vista. El régimen que nos oprime desde hace 22 años es el que más ha robado en toda nuestra historia republicana, y en el ranking mundial de gobiernos gozosos de hurtar los dineros públicos, ocupa sitio encumbrado en el indeseado Olimpo de la corrupción. Sus personeros no podrían presentar, si se les pidiera, un testimonium paupertatis (certificado de pobreza). El índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, en su último informe sobre Venezuela -mes de junio de este año 2021- asigna a nuestro país, en una escala donde 100 es muy limpio, apenas 15 puntos, “esta cifra le otorgó el título del país de América con el peor manejo de sus recursos y como la quinta nación en el mundo con esta práctica desbordada” (en Panam Post del 14-6-2021).

REMISIÓN:

De: May De La Vega
Date: jue, 5 de ago. de 2021 a la(s) 08:43

INDEPENDENCIA. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Politica. Historia. Venezuela.

INDEPENDENCIA

Carlos Canache Mata

Recién celebramos este 5 de julio, un nuevo aniversario de habernos independizado de la Corona de España. En un país como el nuestro, con una historia de autocracias recurrentes, el muy respetado y respetable sacerdote jesuita Luis Ugalde, en documentado artículo titulado “Batalla de Carabobo hoy”, ha hecho un oportuno señalamiento: “La verdadera celebración de la batalla liberadora del dominio español es la que conduce al fin de la opresión reinante…Esta es nuestra batalla civil hoy: que Venezuela renazca en democracia y prosperidad”. En el discurso de orden que me tocó pronunciar, en la sesión solemne del Congreso Nacional del 5 de julio de 1978, recordé que Goethe en su celebrada obra, Fausto, dice que “solamente gana su libertad y su persistencia quien diariamente la conquista”. Como con acierto lo precisa el padre Ugalde, tenemos por delante la tarea de librar una nueva batalla, la “batalla civil” para recobrar la libertad perdida.

Volver a la democracia es una exigencia que está a la orden del día. El régimen instaurado desde hace más de cuatro lustros, después que perdió abrumadoramente las elecciones del año 2015, entró en crisis de pavor y ha hecho todo lo necesario para convertir en farsa cualquier consulta de la voluntad popular. Secuestró a los principales partidos de la oposición política democrática y entregó a tránsfugas comprados a buen precio sus símbolos electorales. La libertad de expresión y de información está bajo la losa de la amenaza y del silencio. Por disentir del autoritarismo imperante, hay 300 presos políticos, como lo acaba de denunciar el Foro Penal.

El Estado de Derecho está en situación de desahucio. Uno de sus pilares fundamentales, la separación de poderes, es una cantata que no se oye, enterrada junto con Montesquieu. “La falta de independencia del poder judicial, tanto civil como militar”, fue ratificada por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su nuevo informe sobre Venezuela. En el país hay una Constitución, pero no tenemos un gobierno constitucional, porque el régimen ha hecho con la Constitución lo que le ha venido en gana. En su libro “Principios generales de derecho constitucional”, Thomas H. Cooley explica la peculiar situación, así: “Aun cuando puede decirse que todo Estado tiene una constitución, el término gobierno constitucional sólo se aplica a aquéllos cuyas reglas o máximas fundamentales no sólo definen la manera cómo han de ser elegidos o designados aquéllos a quienes se les ha de confiar el ejercicio de los poderes soberanos, sino que también imponen restricciones eficaces sobre dicho ejercicio, con el propósito de proteger los derechos y privilegios de los individuos, poniéndolos al abrigo de cualquiera tentativa para arrogarse poderes arbitrarios”. La juridicidad se quedó atascada y no llegó a Miraflores.

El desastre económico es tan impresionante como el desastre político-institucional. El economista Asdrúbal Oliveros declaró, el pasado 27 de junio, en el portal digital Prodavinci, esto: “Después de una contracción de más del 80%, en siete años, diría que la economía venezolana está en el foso…Cualquier país, después de una contracción como la que ha tenido Venezuela, que es la peor después de la Guerra Federal, y la peor de América Latina en los últimos 50 años, es imposible que se pueda recuperar por sus propios medios. No los tiene, no los tienen ni los ciudadanos, ni las empresas, ni el Estado. Al final va a necesitar una profunda cooperación internacional por distintas vías…”. La hiperinflación, alimentada por el financiamiento monetario del gasto público que practica el Banco Central, ha destrozado el poder adquisitivo, con la consecuencial caída del consumo familiar. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) ubicó la Canasta Alimentaria, en el mes de mayo, en un costo de 280 dólares, o más de 850 millones de bolívares. El 96% de los hogares vegetan en pobreza, y casi 6 millones de venezolanos han migrado en busca de mejores condiciones de vida.

El telón de fondo de la catástrofe económica es la crisis y el colapso de PDVSA. El incompetente despotismo que nos oprime, sólo deja escombros a su paso. Mientras, sopla el viento del tutelaje antillano que nos llega desde Cuba.

Así conmemoramos este Día de la ¡Independencia!

REMISIÓN:
De: May De La Vega
Date: mié, 7 de jul. de 2021 a la(s) 07:27
Subject: INDEPENDENCIA, por Carlos Canache Mata

COLLAGE NUMERO 66, «ULTIMO» SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por Carlos Canache Mata. Opinión. Información. Historia. Venezuela.

COLLAGE número 66 (y último) sobre RÓMULO BETANCOURT

(La muerte física: exequias -2-)

El mismo día del fallecimiento de Rómulo Betancourt, 28 de septiembre de 1981, en la ciudad de Nueva York, el Presidente de la República, Luis Herrera Campins, emitió un Decreto en el que en su artículo 1° “se declara duelo público durante tres días y duelo oficial durante ocho días en todo el territorio nacional, por la muerte de Don Rómulo Betancourt, ex Presidente Constitucional de la República, a partir de la fecha del arribo de sus restos mortales a Venezuela”. En uno de los considerando del Decreto, se expresa que “fue sobresaliente figura en la instauración y consolidación del sistema democrático venezolano”,

La desaparición física del ex-Presidente de Venezuela y fundador y líder máximo del partido Acción Dmocrática, es reseñanada ampliamente por la prensa mundial.

En los Estados Unidos, la prensa local proclama a Rómulo Betancourt como “líder de América y arquitecto de la moderna Venezuela democrática”. The Washington Post señala la relación amistosa que mantuvo con el Presidente John F. Kennedy, quien había dicho que Betancourt era un “modelo de liderazgo latinoamericano” y que “Estados Unidos deseaba estar identificado con líderes como él”. The New York Times exalta sus luchas por la democracia en su país y en el continente, y, al referirse a su honestidad en el manejo de los dineros públicos, cita una de sus frases: “La única riqueza que yo tengo es mi honor”. The Wall Street Journal informa en primera página la muerte, a los 73 años de edad, de quien fue dos veces Presidente de Venezela. Noticias del Mundo, un diario que circula en español en Nueva York, titula en primera página la noticia con la frase “América de duelo, murió Rómulo Betancourt”

La prensa francesa comenta profusamente el deceso del gran líder. Le Monde publica un artículo del periodista Marcel Niedergang, quien lo llama “un combatiente de la democracia”, y afirma que “sin él, Venezuela no sería, a lo mejor, lo que es hoy en día, una de las raras democracias parlamentarias del hemisferio”, concluyendo en que “partidarios y adversarios de Rómulo están al menos de acuerdo sobre un punto: Él deja profundamente marcados cincuenta años de la historia de Venezuela”. Le Fígaro resalta “en materia internacional, la doctrina Betancourt, es ilustrada especialmente por la ruptura de Venezuela con las dictaduras latinoamericanas, y la participación en la creación de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”. Los periódicos parisinos L’Aurore y Le Matin dan la noticia del fallecimiento del ex-Presidente venezolano

recordando, tal como también lo había hecho Le Fígaro, que se le conoce como el “Padre de la Democracia venezolana”.

La prensa, la radio y televisión italianas también fueron muy elogiosas al referirse al fallecimiento del ex-Presidente Betancourt. II Corriere della Sera señaló: “Sincero demócrata, Betancourt logró darle nueva estabilidad a las instituciones estatales, a llevar a cabo una cuidadosa política de explotación de los recursos petrolíferos del país y a cederle el poder a un Presidente democráticamente elegido”. II Messaggero declara que “la de Rómulo Betancourt es seguramente la figura más importante que se encuentra tras el nacimiento y el desarrollo de la ya no demasiado joven democracia venezolana”. La República, al dar la noticia de la muerte, dice que “el político fundador de Acción Democrática se ha encontrado siempre en primer plano en los sucesos venezolanos. Él fue quien lanzó por primera vez la idea que, más tarde, conduciría a la creación de la OPEP”. II Tempo escribe: “Rómulo Betancourt es, casi seguramente, el personaje más importante de la democracia venezolana. Toda la vida de este estadista ha sido dedicada a la afirmación de un régimen democrático”. Y el Paese Sera comenta que “el rol desempeñado por él en la historia venezolana le valió inmenso respeto también de parte de adversarios de partido y de ideología”.

En las Naciones Unidas, el Presidente de El Salvador, José Napoleón Duarte, apartándose de su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que “Latinoamérica está de duelo ante la muerte de Rómulo Betancourt”. Los cancilleres, especiamente los representantes de los países latinoamericanos, relievaron el papel que tuvo el ex-Presidente en la causa de la democracia continental.

El Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se hizo eco de “la profunda pena” del pueblo norteamericano por la muerte del ex-Presidente de Venezuela. El Secretario de Estado, Alexander Haig, expresó que “en gran medida Venezuela es hoy uno de los líderes del mundo libre porque Betancourt nunca cesó de luchar por sus ideas”.

Después de ser velado el ex-Presidente en una funeraria céntrica de Nueva York por la que desfilaron connacionales y personalidades políticas y diplomáticas, mientras en el Consulado de Venezuela la bandera nacional ondeaba a media asta en señal de duelo, el día 30 de septiembre a las siete de la mañana, partió el coche de la funeraria con el ataúd del ex-Presidente que lo trasladó al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, donde se le rindieron

honores militares. El homenaje de despedida, contó con la presencia de la embajadora de Estados Unidos ante las Nacionas Unidas, Jean Kirkpatrick. A la pista llegó la comitiva que había viajado expresamente desde Caracas para acompañar al ex-Presidente fallecido en el regreso a su país, integrada por más de 120 personas, entre ellas, representantes del Gobierno venezolano, dirigentes que representábamos a Acción Democrática, dirigentes de Copei, parlamentarios del Congreso Nacional, representantes de las Fuerzas Armadas y la mayoría de los oficiales en situación de retiro que pertenecieron a la Casa Militar durante el ejercicio presidencial de Rómulo Betancourt. Seguidamente, hicieron acto de presencia la viuda del ex-Presidente, doctora Renée Hartmann; Virginia Betancourt de Castro, hija; Elena Betancourt de Barrera, hermana y otros familiares. Ante el ataúd, la banda marcial de la Armada norteamericana interpretó los himnos de Estados Unidos y de Venezuela, y finalmente la Marcha Fúnebre de Johan Strauss. Partió el avión con los restos del ex-Presidente y con los compatriotas acompañantes, que aterrizó en el Aeropuerto de Maiquetía ese mismo día 30 de septiembre, a las dos y media de la tarde. En la rampa, aguardaban, en diferentes tarimas, las altas autoridades civiles, militares y eclesiásticas, presididas por el Jefe del Estado, doctor Luis Herrera Campins. El féretro, fue colocado en una cureña y cubierto por el Pabellón Nacional, mientras se escuchaban una salva de diecinueve cañonazos y las notas del Himno de Venezuela. Una carroza condujo el féretro a Caracas hasta la sede de Acción Democrática en El Paraíso.

Durante los honores póstumos que allí se le rindieron, Luis Piñerúa Ordaz pronunció un discurso, del que retenemos algunas expresiones: “…Hay seres cuya vida no termina. Son como la Historia. Dan cuenta del pasado, protagonizan el presente y marcan la ruta y los acontecimientos del porvenir. Así es Rómulo Betancourt…Y de ahí la grandeza de su mejor obra: precisamente Acción Democrática. Porque ésta se emparenta con un propósito mucho más noble, cual es la creación de un Estado moderno, de una sociedad civilizada y próspera, que derrumbe seculares injusticias, que sepulte irritantes privilegios, que extinga los vicios, los prejuicios y los perniciosos comportamientos que frenan y mediatizan nuestro destino de país auténticamente libre…La defensa de los derechos humanos fue consigna inscrita indeleblemente en sus banderas de luchador social…Y en los postulados por una justa distribución de la riqueza, tradujo su inquietud por la suerte de los humildes. Nunca entendió la democracia sin contenido social…Propició el desarrollo del país, pero no por el desarrollo mismo, sino como un medio para lograr mejores condiciones de vida para el hombre y la mujer venezolanos…Consciente de la gravitación que sobre la economía del país tiene el petróleo, fue un estudioso incansable de su realidad.

Numerosos trabajos suyos, especialmente su magnífico libro ‘Venezuela, Política y Petróleo’, dan testimonio de esa preocupación. Con Juan Pablo Pérez Alfonzo concibió y diseñó la política petrolera del país, que a pasos sensatamente programados hubo de culminar en el rescate pleno de la propiedad y el dominio de nuestra riqueza básica. He ahí la expresión más elocuente de su beligerante antiimperialismo”, y concluyó diciendo: “En los hombros de su pueblo entreguemos su cuerpo para que, en cálida manifestación compañera, lo lleve hasta la morada que lo resguardará por 25 años. Después sus cenizas irán al Templo de la Patria a recibir la veneración de la posteridad y el tributo de la gloria”.

Desde la casa de Acción Democrática, el féretro fue trasladado al Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, donde, a sus puertas, es esperado por el Presidente de la República, Presidente y Vice-Presidente del Congreso Nacional, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Presidente del Consejo Supremo Electoral, Presidente del Consejo de la Judicatura y Ministros del Despacho. El ataúd es colocado sobre el catafalco, y el Presidente Herrera Campins procede a hacer la primera guardia junto con el Presidente y Vice-Presidente del Congreso Nacional y del Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Luego, en orden jerárquico, las altas autoridades nacionales y miembros de la Casa Militar del ex-Presidente Betancourt procedieron a montar la guardia respectiva ante el ataúd. Finalizadas las guardias de los representantes de los poderes nacionales, el cadáver fue expuesto al público hasta las 6 de la mañana del 2 de octubre. A las 10,20 Hs de ese día, hubo la presentación del pésame oficial del Cuerpo Diplomátco al señor Presidente de la República y familiares. Seguidamente, pronunciaron discursos el Presidente del Congreso, el Presidente de Acción Democrática y el Presidente de la República.

El doctor Godofredo González, Presidente del Congreso de la República, es un connotado dirigente del partido social-cristiano Copei, en su discurso expresó, entre otras consideraciones, las siguientes: “…Bien sabemos que, por su propia naturaleza, todo ser humano ha de morir. Pero algunos hombres sobreviven a la muerte, porque para ellos queda la historia y la trascendencia espiritual de sus obras. Rómulo Betancourt pertenece a esta clase de hombres. De modo que podemos afirmar que no ha muerto, que su ausencia de la vida se traduce en su no presencia física entre nosotros…Nadie podrá negar ni arrebatar a Rómulo Betancourt el papel preponderante que, con toda responsabilidad, conciencia y tenacidad, jugó en el establecimiento y desarrollo de las instituciones democráticas venezolanas…Concluído su mandato presidencial casi se negaba, por razones de modestia, a aceptar el honor que la Constitución dispensa a quienes han sido

Presidetes Constitucionales de la República por elección popular. Y cuando lo aceptó, según hubo de confesar más adelante, lo hizo por un hecho insólito y casi desconocido en esta Venezuela petrolera: por apremios económicos. Al borde de los 60 años de edad, con cuarenta de lucha incesante por el adecentamiento de la administración pública, Rómulo Betancourt podía exclamar como siglo y medio antes lo había hecho el prócer Rafael Urdaneta: ‘estoy llegando a la vejez sin más riqueza que la honra’…Es a partir de 1946, mediante Decreto-Ley suscrito en primer lugar por Rómulo Betancourt, cuando el pueblo de Venezuela acude masivamente a elegir con el voto universal, directo y secreto, a sus legisladores. De allí que, entre los muchos méritos reconocidos a Rómulo Betancourt, tengamos que sumarle el de ser el iniciador de la modernización y popularización del Congreso de la República…Rómulo Betancourt es uno de los estadistas más notables conque ha contado la República. Uno de los hombres que con mayor abnegación ha consagrado su vida al triunfo de la democracia venezolana”.

El doctor Gonzalo Barrios, Presidente del partido Acción Democrática, manifestó en su intervención: “Estamos despidiendo a un protagonista. Protagonista de acontecimientos fundamentales en la historia de Venezuela…Padre de la democracia lo ha llamado el pueblo. Con ese título debemos enterrarlo, porque ningún otro le sería tan grato, ni otro alguno derramaría tanta gloria sobre su nombre. La empresa que realizó para merecerlo marcó en este país la frontera, antes indefinida, entre la opresión y la libertad, entre el derecho y el atropello, entre el odio y la fraternidad, entre la cultura y la barbarie, entre la explotación del hombre y su redención por el trabajo al amparo de la igualdad…Creía en el pluralismo, como expresión de la realidad social y como producto de una recta posición moral e intelectual creó a Acción Democrátca, pero también estimuló el nacimiento de rivales para su partido y no sólo mediante una legislación liberal sin dejar de ser moderna, sino también a través de la gestión privada y de la presión amistosa…El propio atraso de nuestro pueblo, su tendencia a la conducta sin disciplina, la incompetenciaa de nuestros sectores dirigentes en el campo de la economía, la deformación universitaria, la improductividad del trabajo y finalmente el desquiciamiento que ha engendrado la riqueza petrolera, fueron también motivo de su angustiosa preocupación. Pero concebía al pueblo de Venezuela a su imagen y semejanza y esta comunión le servía de coraza contra todos los desalientos. Nunca se sintió en medio de la noche. Su hora siempre fue la del amanecer. Tenía el temple y la confianza del ganador. “.

El Presidente de la República, Luis Herrera Campins, después de evocar en su discurso varios momentos vitales del tránsito personal y político de Rómulo Betancourt, atina una semblanza del gran luchador: “Rómulo Betancourt ha sido exaltado todos estos días en sus cualidades personales y en sus virtudes cívicas; en su coraje personal y en su labor constante como uno de los más sobresalientes creadores de nuestro proceso democrático y un animador de la democracia en el mundo. Fue un Presidente que supo enfrentar con tino y decisión la conjura reaccionaria y la subversión izquierdista. Un inspirador de profundas reformas políticas y sociales que han contribuído a una nueva morfología del Estado y a una reforma de la sociedad venezolana. Un periodista de fuste que se complacía en la polémica y sabía castigar con la ironía y con el sarcasmo. Un autor de libros en los que recogió su experiencia política y gubernativa y su pensamiento de conductor y fundador del Partido Acción Democrática, que acaba de cumplir 40 años de existencia…El pueblo ha venido a despedirlo, a echar una última mirada sobre el rostro inmóvil del extraordinario luchador. Las manos de quienes pusieron en él fe y cariño y sintieron admiración por la forma como siempre defendió sus ideas llegaban con unción hasta el vidrio de la urna y lo tocaban como si quisieran, con sus caricias, hacerle más leve el viaje hacia la posteridad”.

El pueblo, en impresionante devoción multitudinaria, acompañó hasta el Cementerio del Este el féretro donde iba su conductor, ya en silencio, con los labios sellados por la muerte. El Secretario General de Acción Democrática, Jaime Lusinchi, en su oración fúnebre de despedida, dijo allí, en un costado de su tumba, palabras para recordar: “Es obligado decir en este instante que Rómulo enseñó a nuestro pueblo y aprendió de él. Su carácter se templó en la lucha y su perosonalidad se fue moldeando al calor de cada desafío. Así, en la agónica búsqueda de uma convivencia democrática, definió la línea central de su actuación política, cuya característica eje estuvo signada por su capacidad para adoptar las mejores decisiones en los momentos más cruciales. Y todas éstas llevaron la impronta de su entereza y de su fuerte personalidad para colocar siempre los intereses de la patria por encima de las incidencias momentáneas, temporales o coyunturales. Así se forjó el gran estratega y el admirable táctico. Es obligatorio decir que Rómulo fue un venezolano integral, que vivió como hombre su vida plenamente, con autenticidad, porque fue consecuente con lo que predicó. Rómulo, un hombre que no se dejó envenenar por la concupiscencia del poder, tuvo la grandeza de abrir paso a las nuevas generaciones de conductores políticos y por sobre las rencillas minúsculas e intrascendentes dedicó sus esfuerzos y volcó el peso de su experiencia a la medular tarea de afianzar las instituciones democráticas”.

Cierro el último de los Collages escritos –que se convertirán en libro- con la opinión de historiadores que no han compartido militancia política con Rómulo Betancourt. En su obra, “Rómulo Betancourt, político de nación”, página 417, Manuel Caballero escribe: “El 28 de septiembre de 1981, en la ciudad de Nueva York, murió Rómulo Betancourt. Con él se extinguía el quinto de los más grandes hombres de la historia venezolana. Los cuatro precedentes fueron Simón Bolívar, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco y Juan Vicente Gómez. Esta lista no encierra una comparación ni es tampoco valorativa. Son los más grandes por ser los que tienen mayores dimensiones, los que ocupan mayor espacio, valga la doble tautología. Para bien o para mal (para bien y para mal) han ocupado el centro de la escena y durante su trayectoria vital los venezolanos nos hemos visto obligados a definirnos frente a ellos: hemos sido bolivarianos y antibolivarianos; paecistas y antipaecistas; guzmancistas y antiguzmancistas; gomecistas y antigomecistas; finalmente, betancuristas y antibetancuristas”. El historiador Guillermo Morón, en la tercera edición de su “Historia de Venezuela”, publicada en 2011 en la colección Los Libros de El Nacional, al referirse al “caudillismo políitico con impronta histórica de poder”, escribe: “José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez y Rómulo Betancourt son los cuatro caudillos de mayor relieve. Los tres primeros llenan la historia moderna, desde 1830 a 1936; el último cubre la historia contemporánea hasta su muerte en 1981”. En su libro “Los cuatro reyes de la baraja”, crónica novelada o fabulada de la cuestión del poder en la historia venezolana, el escritor Francisco Herrera Luque menciona como tales, es decir, como los reyes de la baraja del poder, también a Páez, Guzmán, Gómez y Betancourt.

Cuando el peso del liderazgo histórico se pone al servicio de una causa buena, deja también una huella buena. Si ocurre lo contrario, la importancia del liderazgo histórico sigue, pero para el mal recuerdo. Eso es lo que hay que distinguir.

REMISIÓN:

De: May De La Vega
Date: sáb, 29 de may. de 2021 a la(s) 07:41
Subject: COLLAGE # 66, «ULTIMO» SOBRE DON ROMULO BETANCOURT-BELLOS. Por Carlos Canache-Mata

COLLAGE NÚMERO 65, SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO, POR CARLOS CANACHE MATA Opinión. Historia. Venezuela.

COLLAGE número 65 sobre RÓMULO BETANCOURT

(La muerte física –I-)

Por Carlos Canache Mata

El ex-Presidente Rómulo Betancourt viajó a Nueva York el 7 de septiembre de 1981 para descansar y continuar trabajando en sus Memorias. El día 24 de ese mes sufre en esa ciudad un derrame cerebral masivo, es llevado al Doctor’s Hospital, donde fallece el 28 de septiembre de 1981 a las cuatro y media de la tarde.

AL día siguiente de su fallecimiento, se celebró una sesión de la Comisión Delegada del Congreso Nacional en la que intervinieron los Jefes de las Fracciones Parlamentarias de todos los partidos políticos. En esa ocasión, como Jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática, me correspondió hablar y presentar el proyecto de Acuerdo de Duelo, que fue aprobado por unanimidad. Tomo del Diario de Debates del Congreso, el discurso que entonces pronuncié:

“Señores Presidente y Vicepresidente de la Comisión Delegada del Congreso Nacional

Colegas Parlamentarios

Sembrado en la mejor página de la historia venezolana del siglo XX, envuelto en la magia de los luchadores populares que no pelean a medio brazo y sin corazón entero, en Nueva York murió ayer Rómulo Betancourt. Aquel muchacho que acompañaba al viejo Maípa a cazar zorros por las noches en los tablones de caña aledaños de Guatire y que después, en el vivac del combate social que nunca cesa, deviene en líder democrático triunfante, ya no está con nosotros compartiendo afanes y desafiando sueños. Se nos ha ido de repente, silenciosamente, sin poder escucharle aquella voz que irrumpió en el famoso discurso del 7 de febrero de 1928 en el Teatro Rívoli y que ya el pueblo venezolano no olvidaría jamás.

La Historia no escoge sus protagonistas. Ni cualquier político es protagonista de la Historia. Sólo son protagonistas de la Historia aquellos políticos en quienes se resume y expresa su tiempo. En un país como el nuestro, donde los políticos sin historia eran los que la mayoría de las veces hacían la Historia, Rómulo Betancourt es un caso excepcional. No ha sido testigo de su tiempo, sino actor de su tiempo. Pertenece a la estirpe de los que nacieron para vivir luchando, no a la raza de los gladiadores de pies lastimados que pierden su coraje entre las breñas de la contienda. No pidió

pausas ni solicitó siestas en su oficio de punteador de la mejor emoción nacional, porque siempre creyó que servir a Venezuela es un deber que no perece.

Cuando los historiadores del futuro tiendan la vista sobre los últimos 50 años de nuestra vida republicana, con resonancia estelar el nombre de Rómulo Betancourt aparecerá dominando la escena. Y nadie podrá decir que fue un afortunado que alumbró y deslumbró con el préstamo de alguna gracia ajena. Andrés Eloy Blanco hablaba certeramente para la posteridad cuando en 1952 escribió en México que ‘su gran vida, generosa en acción, fecunda en pensamiento, ilustre en sacrificio’ había convertido a Rómulo Betancourt en ‘el más bravo y constante luchador’ de la democracia venezolana.

Se necesitaba ser un experimentado líder, en cuyo pecho se hubiesen batido los manotazos salobres de todas las tempestades políticas, para sortear y remontar con éxito la filosa encrucijada que vivió el país en el período constitucional que siguió a la caída de la última dictadura. Nadie valora en su verdadera dimensión los hechos de su propia contemporaneidad; Inmersos como estamos en el curso de la Historia, nos pasan un tanto inadvertidas sus creaciones relevantes. Pero sin tener que esperar el veredicto consagratorio del tiempo, ya se puede afirmar que la salvación de la estabilidad constitucional de entonces, por encima de todas las acechanzas antidemocráticas, fue una obra maestra de coraje y sabiduría política.

Cuando comenzó su segundo ejercicio presidencial el 13 de febrero de 1959, sobraron profetas equivocados que le auguraban pocos meses en el poder. Pero Rómulo Betancourt tenía fe en sí mismo, en la capacidad democrática de nuestra gente y en la lealtad de la mayoría determinante de las Fuerzas Armadas Nacionales. Por eso no vaciló en afirmar ante el Congreso de la República, en el día primero de su mandato, estas frases que ya se han incorporado al mejor patrimonio histórico de la Venezuela de todos los tiempos: ‘Estoy seguro de que cuando dentro de cinco años, al cumplir con el imperativo constitucional de transferirle la banda presidencial a quien habrá de sucederme en la Jefatura del Estado, se podrá decir que he cometido muchos errores y desaciertos en mi gestión de Presidente de la República, porque la infalibilidad y la aptitud para acertar siempre no son virtudes que se hayan dado nunca en ningún ser humano. Pero Venezuela reconocerá entonces –estoy seguro de ello, porque tengo dominio en mis convicciones- que durante los años en que cumplí el mandato de Presidente de la República, no actué nunca con intención distinta de la de procurar con lealtad, con empeño creador, con fe si se quiere fanatizada, la gloria de Venezuela y la felicidad de su pueblo’.

Para el investigador de aquellos difíciles cinco años de la vida nacional será una empresa fascinante ir registrando su estrategia inigualada para disolver tempestades, su habilidad para vencer resistencias, su talla de conductor victorioso que se crecía ante los demás. Si hoy hay democracia es porque ayer Rómulo Betancourt supo defenderla. Si hoy respiramos aires de libertad es porque Rómulo Betancourt supo preservarlos cuando corrían riesgos de ser estrangulados. Ahora hay consenso para decir que hasta los adversarios de Rómulo Betqncourt están en deuda con Rómulo Betancourt.

Más que por su actuación de gobernante –que ya sería bastante- la Historia recordará a Rómulo Betancourt por ser el fundador de un movimiento de masas, por ser el creador de Acción Democrática. Antes y después de la muerte de Gómez, fue uno de los políticos que antevió con más claridad el porvenir. Sabía que tras de la dictadura vendría la era de los partidos políticos. Antes de Acción Democrática, como lo dice hoy El Nacional en certera nota editorial, ‘las experiencias de Antonio Leocadio Guzmán en los años 40 del siglo pasado y el fracaso del nacionalismo de José Manuel Hernández en la última década del siglo XIX, son los únicos serios intentos de organizar las masas venezolanas en partidos para concurrir a la lucha cívica’.

Voceando una ideología y un programa aparece Rómulo Betancourt en la escena política venezolana. En un país donde la espada ha sido ley y la voz del déspota trueno inapelable, Rómulo Betancourt alza las banderas del sistema democrático para que mediante el sufragio universal los gobernados escojan a sus gobernantes. En un país donde el capital extranjero explota la riqueza petrolera, Rómulo Betqancourt toma en sus manos la consigna antiimperialista de marchar hacia el rescate de ese recurso fundamental de nuestra economía. En un país donde la tierra había sido cuadriculada y repartida a favor de unos pocos privilegiados, Rómulo Betancourt predica la urgencia de una Reforma Agraria para desmontar el latifundio. Y los descendientes de aquellos campesinos doblados de guerreros que recibieron del Libertador los bonos con los cuales adquirirían un pedazo de tierra al vencimiento de las jornadas épicas, de aquellos campesinos que vendieron esos bonos por precios irrisorios después de la Independencia, de aquellos campesinos que al rescoldo del incendio federalista combatieron en Coplé y Santa Inés tras el espejismo de una promesa siempre escamoteada, esos descendientes vieron a Rómulo Betancourt en 1960 en el Campo de Carabobo firmar la Ley de Reforma Agraria, cuya ejecución plenaria aún está por cumplirse.

De él dijo una vez Mariano Picón Salas lo siguiente: ‘Entre aquel Rómulo Augusto que sirve de enterrador del Imperio Romano y no tiene ya fe ni coraje para oponerse a los bárbaros y el Rómulo de aquí, decidido, claro y combativo, todo son antítesis y diferencias: en el uno acaba un linaje, mientras el otro lo está fundando con gran responsabilidad y sensibilidad de Historia’.

Es ese, señores senadores y señores diputados, el hombre que ya no está aquí con nosotros. Ese es el hombre que acaba de partir.

Solicito respetuosamente, señor Presidente, que se dé lectura al proyecto de Acuerdo que he consignado en Secretaría”.

Como se habrá percatado el lector, al referirme a las acciones armadas contra el Gobierno de Rómulo Betancourt no las mencioné con sus nombres, sino que en forma general, de manera si se quiere metafórica, hablé de “su estrategia inigualada para disolver tempestades, su habilidad para vencer resistencias”. Es que allí estaban presentes parlamentarios del MAS (un MAS muy distinto al MAS actual, que no es ni la sombra del MAS original), a los que, antes de comenzar la sesión, se les presentó el texto del proyecto de Acuerdo, al leerlo manifestaron su decisión de apoyarlo, y así fue aprobado por unanimidad, como ya dije. Por eso, y por la naturaleza del acto que se realizaba, tuve que hablar con cuidado y tacto políitico.

En nombre del partido socialcristiano Copei intervino el Jefe de su Fracción Parlamentaria, Oswaldo Alvarez Paz, quien expresó: “…No es fácil haber empezado una lucha en una época, como lo hizo Rómulo Betancourt, y concluirla después de medio siglo con el reconocimiento general de una Nación que lo reconoce como guía y pionero fundamental del régimen de libertades públicas que hoy vive Venezuela…Un hombre perseverante, constante, con valor y coraje personales, honesto a toda prueba, un luchador integral que no rehuía combates, que los sabía dar, e incluso los sabía provocar cuando consideraba que estas batallas eran inevitables y tenían que darse…Pero, sin embargo, hay otra faceta, que también tiene que servir como ejemplo a la Venezuela de hoy, que se desprende de la personalidad de Rómulo Betancourt y es su permanente disposición al diálogo y a la búsqueda de la concertación o concentración, como lo dijo en los últimos meses de su vida, de las fuerzas fundamentales del país para que la Nación pudiera continuar sin apartarse del rumbo que los líderes fundadores de la democracia le habían trazado…vino el ´Pacto de Punto Fijo’, compromiso pre-electoral que suscribía un hombre al cual

se daba por seguro ganador en unas elecciones donde trendría la mayoría suficiente para poder gobernar en la mejor forma como él quisiera, producto del resultado de la votación general”.

En su turno del derecho de palabra, intervino el Jefe de la Fracción Parlamentaria del MAS, diputado Germán Lairet (quien había sido un factor civil muy importante en el “Porteñazo”), y nos informó que el MAS le solicitó una entrevista a Betancourt, quien los recibió en “Pacairigua”, ocasión en que recordaron “muchos episodios pasados de esa década tan dura como fue la década del 60”; y que ahora, ante el fallecimiento de Betancourt,“no solamente es oportuno el momento en la controversia para que todos reiteremos nuestros deseos de convivencia, de fortalecer la obra inacabada que estos hombres han realizado, sino también para valorar lo que han hecho y para entender que precisamente el juicio o el criterio que tenemos, aumenta en hidalguía y en autoridad cuando es pronunciado por quienes alguna vez pudimos ser adversarios de esa figura…Por tal motivo, sin quedarnos reserva alguna por dentro, nos solidarizamos con todas las manifestaciones que hoy realiza y expresa el pueblo venezolano con motivo del fallecimiento de Rómulo Betancourt”.

El diputado Ramón Tenorio Sifontes, en nombre del partido Unión Republicana Democrática (URD), manifestó; “Rómulo Betancourt es el teórico, el organizador político, el gobernante y el estadista que ha levantado mayor polémica y controversias sobre el programa de reforma socialdemócrata que sirvió de inspiración y de base doctrinaria a la creación de su gran partido. Programa en oposición a los proyectos liberales y marxistas o comunistas propuestos por otras organizaciones políticas para la Venezuela post-gomecista. Su principal y prístino mérito, a mi juicio, antes y después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, no fue la de ser un preso con grillos en los pies o exiliado por muchos años, sino su concepción sobre la organización de las masas y de las fuerzas sociales del pueblo en un partido político democrático capaz para optar al poder”.

Al final de la sesión parlamentaria, se aprobó por todos los senadores y diputados presentes, el Acuerdo propuesto, el cual en uno de sus ‘considerando’ dice que “el ciudadano Rómulo Betancourt ejerció la Presidencia de la República en circunstancias singularmente difíciles para el país y para el sistema democrático y que prestó servicios eminentes al desarrollo de las instituciones republicanas; en otro ‘considerando’, se expresa “que como líder político y hombre de estado, este venezolano ejemplar demostró, entre otras virtudes, su abnegación,

desprendimiento y probidad”; y dispone “declarar ocho días de duelo para el Parlamento Nacional”.

En el próximo Collage, concluiremos con las exequias del fundador del partido Acción Democrática y ex-Presidente de la República, cuyos restos mortales fueron traídos a Caracas.

REMISIÓN:

De: May De La Vega
Date: mié, 19 de may. de 2021 a la(s) 14:00
Subject: COLLAGE # 65 SOBRE DON ROMULO BETANCOURT-BELLO, POR CARLOS CANACHE MATA

COLLAGE NÚMERO 64, SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por Carlos Canache Mata. Opinión. Política. Historia. Venezuela.

COLLAGE número 64 sobre RÓMULO BETANCOURT

(Actividades del fundador de AD entre 1973 y 1981)

Carlos Canache Mata

El Gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez, a través del Ministro de Minas e Hibrocarburos, introdujo en la Cámara de Diputados, el 11 de marzo de 1975, el proyecto de Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, popularmente conocida como Ley de Nacionalización Petrolera.

Antes de referirme al debate dado en la Cámara de Diputados, y, posteriormente, en el Senado, donde, en su calidad de Senador Vitalicio, Rómulo Betancourt pronunció un discurso, que analizaremos detenidamente en su momento, en el que testimonia, una vez más, su preocupación y conocimiento del tema petrolero, haré algunos comentarios sobre la aparición del petróleo y su impacto y trascendencia en la vida nacional.

El 31 de julio de 1914 el pozo Zumaque I, explotado por una empresa transnacioal en el campo Mene Grande del Zulia, comienza a producir petróleo en volúmenes de importancia comercial, que dejó sólo como un recuerdo la experiencia de Petrolia del Táchira, la primera empresa venezolana de modestísimas operaciones que atendía, básicamente, el consumo de kerosén de los pueblos andinos. El 14 de diciembe de 1922, con el famoso reventón del pozo Los Barrosos 2 en el campo La Rosa aledaño a Cabimas, se impulsa decisivamente la explotación petrolera en el país: para 1925 el petróleo supera al café como principal producto de exportación, y para 1928 Venezuela se convierte en el primer país exportador de petróleo y en el segundo productor, después de Estados unidos.

Es conocida la dedicación de Rómulo Betancourt, fundador de Acción Democrática, al estudio del tema petrolero. Cuando inició su primer exilio en Curazao en 1928 expresó que “veía llegar buques atiborrados de petróleo crudo que había de refinarse en el extranjero por venezolanos que emigraban del país, aunque bien hubieran podido realizar aquello en su tierra” y confiesa que “descubrí en Curazao que no sólo debíamos afrontar la lucha contra el despotismo, sino también un problema crucial para Venezuela: el petróleo”. En el Plan de Barranquilla, escrito por Betancourt en 1931, se denuncia que “la Standard Oil, la Royal Dutch, el Royal Bank, cuatro o

cinco compañías más con capitales integrados en su totalidad en dólares o libras esterlinas, controlan casi toda la economía nacional”.

Cuando el PDN (Partido Democrático Nacional) clandestino (1937-1940), cuya Tesis Política ratifica la posición antiimperialista, se legaliza en 1941 con el nombre de Acción Democrática, prosigue, desde la oposición o en el ejercicio del poder, la defensa y ejecución de una política petrolera nacionalista.

Hitos relevantes de la historia de esa política son la decisión de “no más concesiones; el famoso 50-50 o fifty-fifty de las utilidades petroleras decretado en 1945 por la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Betancourt, y luego establecido por Ley bajo el gobierno constitucional de Rómulo Gallegos; la creación de la OPEP el 14 de septiembre de 1960 (“la iniciativa de Betancourt y Pérez Alfonzo adquiere una relevancia histórica que es imposibe minimizar, puesto que ella implicaba, en los hechos, un desafío ala hegemonía norteamericana”, esribió Teodoro Petkoff en uno de sus libros), y, por último, la nacionalización petrolera de 1976 bajo el gobierno de Acción Democrática presidido por Carlos Andrés Pérez.

La nacionalización de la industria petrolera tuvo que esperar la coyuntura histórica propicia, nacional e internacional, para poder realizarse. En su obra “Venezuela, política y petróleo”, cuya primera edición se publicó en 1956, Rómulo Betancourt ya había dicho que “el desiderátum para Venezuela y la aspiración última de todos los patriotas venezolanos, sería la nacionalización de la industria…pueblo que no manipula, siquiera en parte, sus riquezas naturales y permite que indefinidamente se exploten con capitales y comando administrativo extranjeros, enfrenta el riesgo de adquirir una deformada mentalidad colonial” (1).

La discusión parlamentaria del Proyecto de Ley. Al presentar el Proyecto de Ley al Congreso, el Presidente Pérez expresó: “…Me refiero al artículo 5°, donde se establece la posibilidad de que los entes estatales, con la previa autorización del Congreso, puedan ir más allá de los convenios operativos con entidades privadas cuando así convenga al interés público. No se me escapó, ni se me escapa que esta alternativa causará ardorosa controversia. Pero no puedo hacerme concesiones ni cálculos medrosos en el cumplimiento de mis deberes y responsabilidades”.

La primera discusión del Proyecto de Ley se inició en la Cámara de Diputados el día 5 de junio de 1975. Hablé en nombre de Acción Democrática –yo era el Secretario General del partido- y manifesté: “…Venimos a asumir el supremo derecho, consagrado en la Constitución Nacional y en

la Carta de las Naciones Unidas, de ejercer soberanía plenaria sobre nuestro recurso natural más importante. Venimos a realizarnos definitivamente como pueblo libre e independiente. Venimos a decirle a los centros imperiales del mundo que el régimen neocolonial de concesiones de hidrocarburoa va a desaparecer para siempre en Venezuela dentro de unos días”. Durante mi intervención me referí al artículo 5° del Proyecto de Ley, y señalé que sólo por vía excepcional y si así lo demanda el interés nacional, el Estado podrá celebrar convenios de asociación con entes privados, además de requerirse la previa autorización de las Cámaras en sesión conjunta, con las condiciones limitantes que el propio artículo 5° establece: “…con una participación tal que garantice el control por parte del Estado y con una duración determinada”. Los representantes de los partidos de oposición estuvieron en desacuerdo con el artículo 5°.

Una vez aprobado en la Cámara de Diputados, el Proyecto de Ley pasó, el 30 de julio de 1975, al Senado, donde intervinieron, en sus condiciones de Senadores Vitalicios, los ex-presidentes Betancourt y Caldera.

El 6 de agosto se efectuó la intervención del ex-presidente Betancourt. En su discurso, hizo una extensa y detallada exposición sobre la historia de la explotación petrolera en el país, de las leyes petroleras, de la lucha entre las compañías petroleras para obtener concesiones, que se acentó después de haber terminado la Primera Guerra Mundial, y destacó la posición nacionalista de Gumersindo Torres. En relación a éste, señaló: “En 1930, acaso por uno de esos extraños caprichos suyos, Gómez llevó de nuevo a Gumersindo Torres al Ministerio de Fomento (al que se atribuía entonces lo relacionado con los hidrocarburos, nota nuestra). Ahí siguio insistiendo, con admirable terquedad, en la defensa de los mejores intereses del país. Creó ese organismo incipiente, técnico, para controlar los mecanismos de la industria al cual se refirió en su discurso el ex-Presidente Caldera. Envió en 1930 un memorándum histórico a las compañías petroleras. En ese memorándum condenaba la importación incontrolada de toda clase de productos que hacían las compañías por los puertos de la República, y citó unas cifras memorables. En los siete años precedentes, las exoneraciones de aduana habían alcanzado a doscientos diecinueve millones de bolívares; y el Fisco por impuestos sobre la industria de hidrocarburos apenas obtuvo ciento ochenta y siete millones de bolívares. De allí la frase histórica inolvidable con que Gumersindo Torres terminó ese memorándum: ‘las compañías se llevan el petróleo y el gobierno les paga para que se lo lleven’ “(2). Eso explica por qué cuando en 1947 muere Gumersindo Torres, Rómulo Betancourt, que era el Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, se presentó con

sus ayudantes militares a la casa donde se velaban sus restos y estuvo más de una hora cerca de su ataúd, para sorpresa de todos los presentes, la mayoría de ellos supervivientes físicos del gomecismo.

En la continuación de su discurso, el ex-presidente Betancourt hizo esta importante observación: “El petróleo, aún la parte insuficiente que entonces percibía el Fisco, si se hubiera convertido en riqueza instrumental habría servido para que crecieran coetáneamente la industria minera extractiva, y la agricultura, la cría, la sanidad y la cultura”. Recordó que en el trienio 1945-1948 se logró una mayor participación del país en los beneficios de la industria y se firmó el primer contrato colectivo entre el Estado y los trabajadores del petróleo; y que en 1960 se creó la OPEP. Apoyó el artículo 5° del Proyecto de Ley, retengamos su reflexión: “Ha habido real consenso parlamentario y me atrevo a decir que nacional sobre la toma de control por el Estado de la producción y comercialización del petróleo. La controversia ha girado en el Congreso en torno de ese artículo 5° del Proyecto de Ley. Voy a decir que respaldo a plenitud ese artículo 5°, el cual no establece sino dos posibilidades: la posibilidad de contratos operacionales de la casa matriz que va a administrar toda la industria; o de contratos de asociación, que no podría hacerlos el Ejecutivo sin el apoyo del Congreso, reunido en sesión conjunta de las dos Cámaras…Puede presentarse la coyuntura en que sea favorable y necesario para los intereses del país un convenio de asociación” (4). Concluyó su intervención afirmando que se está a punto de dar “un paso histórico trascendental”.

El 21 de agosto de 1975 el Parlamento sancionó la Ley; el 29 de agosto el Presidente de la República la promulgó en solemne acto celebrado en el Salón Elíptico del Capitolio Federal; y el mismo 29 de agosto se publicó en la Gaceta Ofiicial.

La Vigésima Convención Nacional de Acción Democrática. Esa Convención se reunió en Caracas del 17 al 20 de julio de 1975. Una de las tareas de la Convención era elegir el nuevo Comité Ejecutivo Nacional del partido. Cuando el compañero Octavio Lepage fue nombrado Ministro de Relaciones Interiores, yo había pasado a ocupar la Secretaría General. En una reunión del CEN, el ex-Presidente Betancourt había planteado la conveniencia de que la Convención eligiese al compañero Luis Piñerúa Ordaz para la Secretaría General, y sugirió que yo no presentara mi candidatura. Ramón J, Velásquez, hace el siguiente comentario: “Frente a las aspiraciones presidenciales de Piñerúa Ordaz, se constituyó una alianza de dirigentes para apoyar la

candidatura de Canache Mata como Secretario General en busca de un factor de equilibrio en el futuro proceso electoral” (5).

Efectivamente, en la ya citada reunión del CEN, expresé que la candidatura para que yo continuara en la Secretaría General había sido lanzada por una mayoría de los miembros de la Dirección Nacional, a quienes exhorté para que hablaran y manifestaran si seguían manteniendo su posición, así lo hicieron y ratificaron la postulación que habían hecho. Al celebrarse la Convención, de los 743 delegados, 485 votaron por el compañero Piñerúa y 250 por mí. Días después, en un restaurante del Este, los 25 Secretarios Generales Seccionales del Partido, con la asistencia del compañero fundador Rómulo Betancourt, me ofrecieron un almuerzo, y en mis palabras de agradecimiento por el agasajo, de nuevo le dije al compañero Piñerúa, también presente, que contara con mi afecto y con mi solidaridad en el cumplimiento de la responsabilidad partidista que se le había entregado.

El próximo Collage será el último, y en él me referiré a la gran pérdida que significó la desaparición física del Padre de la Democracia venezolana.

Notas

1-Rómulo Betancourt. “Venezuela, política y petróleo”. Fondo de Cultura Económica. México 1956. Pág. 717-718.

2-Rómulo Betancourt.”Venezuela Dueña de su Petróleo”. Discurso en el Senado de la República. Catalá/Centauro/Editores Caracas/Venezuela 1975. Pág. 22-23.

3-Rómulo Betancourt. Discurso en el Senado de la República. Obra citada. Pág. 24.

4-Rómulo Betancourt. Discurso en el Senado de la República. Obra citada. Pág.60-61.

5-Ramón J. Velásquez. Venezuela Moderna. Medio Siglo de Historia 1926-1976. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas 1976. Pág. 385.

COLLAGE NÚMERO 62 SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por Carlos Canache Mata. Opinión. Historia. Política. Venezuela.

220px foto oficial romulo betancourt 1959

(Primer regreso a Venezuela, después de 4 años de ausencia)

Después de que diversos sectores e instituciones del país (partidos políticos, trabajadores y empresarios, las Fuerzas Armadas Nacionales), le ofrecieran actos y homenajes de despedida, el ex-Presidente Rómulo Betancourt emprendió un viaje por Estados Unidos, Europa, el Medio Oriente y naciones recién incorporadas a la soberanía en Asia y Africa, que culminó con una breve residencia en Nápoles, Italia, y luego con la residencia de 8 años en Berna, Suiza, interrumpida con visitas a Venezuela.

En el acto que le ofreció su partido Acción Democrática, expresó: “Sabido es mi propósito de alejarme por tiempo indefinido del país. Desde cualquier sitio extranjero donde me encuentre continuarán volcados mi interés y mi pasión hacia Venezuela. Y complacido apreciaré desde lejos el proceso de reafirmación de las instituciones democráticas y el avance venezolano en todos los órdenes. En las manos honradas del compañero Raúl Leoni, Presidente de la República recién electo por los venezolanos, queda la nave. Al garete no andará, porque el timonel tiene experiencia y buena fe, y porque impulsándola por la buena vía estará el buen pueblo venezolano” (1).

El día 9 de abril de 1964, a través de la televisión y de radiodifusoras comerciales, se despidió del país, apenas unas pocas horas antes de partir. Entonces manifestó: “Quiero decir que me siento profundamente orgulloso del pueblo venezolano y que declino en él todos los honores que pudieran discernírseme. Y esto lo digo sin afán demagógico, sino sinceramente: no se hubiera podido lograr la hazaña de estabilizar una democracia tan acechada si no hubiera habido el concurso para defender las instituciones que el mismo pueblo se dio…Hay una frase ajena que repito porque la conceptúo muy exacta: ‘el precio de la libertad es una eterna vigilancia’. Esto es más cierto en un país como el nuestro, dotado por la naturaleza de extraordinarias riquezas naturales; un país de tal calidad está expuesto a la ambición de los aventureros, que conceptúan el poder como botín…En el exterior no me dedicaré a una vida cómoda y tranquila, no ha llegado para mí el momento de empantuflarme, tengo cincuenta y seis años, que los llevo bien desde el punto de vista físico, y una mente alerta y madurada. Escribiré libros, acopiaré experiencias en otros países, y eso lo transmitiré a mi pueblo y a los otros pueblos de América a través de la palabra escrita o del videotape, enviado desde los distintos lugares en donde pose mi planta peregrina” (2).

La primera escala de su viaje fue Estados Unidos. En Nueva York fue agasajado por la Asociación Americana para la Democracia y la Libertad, ocasión en la que hablaron el senador Edward Kennedy, Norman Thomas, Adolfo Berle y Arthur Schlesinger, quienes se refirieron a la carrera política y al último gobierno que presidió Betancourt. Estando allí, estalló la insurrección del coronel Caamaño y la crisis política en la República Dominicana. Sanín (Alfredo Tarre Murzi), hace al respecto el comentario que pone en boca de Detancourt: “Cuando estalló la crisis política en la República Dominicana por la insurrección del coronel Francisco Caamaño, el presidente Lyndon Johnson y el vicepresidente Hubert Humphrey me invitaron a Washington para conversar sobre las incidencias de ese conflicto en el Caribe. Me opuse radicalmente al envío de marines a la isla y aconsejé utilizar medios políticos y diplomáticos para tratar de resolver la crisis. Pero el trauma de la situación cubana llevó al gobierno de EEUU a una penosa y desagradable intervención en Santo Domingo, que no era la primera incursión en la isla de Hostos” (3). En California, embarcó para seguir su viaje a Asia, Africa y Europa, y terminar domiciliándose, como se señaló líneas arriba, primero, por pocos meses en Nápoles, y luego, en Berna. Vivía con los emolumentos que recibía como ex-presidente y sus honorarios de periodista y escritor.

El 14 de marzo de 1966, el Secretario General del FND, Arturo Uslar Pietri, en carta al Presidente Leoni, participa su retiro del Gobierno, finalizando así la Amplia Base. Después, a comienzos de 1968, URD queda fuera del Gobierno. En el seno de URD se produjo una crisis interna que culminó con la suspensión y pase al Tribunal Disciplinario de Alirio Ugarte Pelayo, quien el 19 de mayo de 1966 convocó a su residencia una rueda de prensa, y antes de iniciarla, se suicidó con un disparo en su biblioteca.

Ya desde mediados de 1966, la atención de los partidos, de los medios de comunicación y de la opinión pública, comenzaba a centrarse en el tema de las candidaturas presidenciales para el período 1969-1974.

En el mes de abril de 1967, el VIII Pleno del Partido Comunista, reunido en la candestinidad, decide abandonar la lucha armada, reanudar la lucha de masas y participar en los comicios de 1968; y, con ese fin, solicita el 20 de octubre de 1967 la legalización de un partido político, bajo el nombre de Unión Para Avanzar (UPA).

En abril de 1967, la candidatura presidencial de Rafael Caldera es lanzada en una Convención Nacional de Copei..

La escogencia del candidato presidencial de Accion Democrática (estatutariamente atribuida a la Convención Nacional del partido) para las elecciones de 1968 originó una crisis interna que comenzó en las llamadas elecciones primarias o elecciones de base, celebradas el 25 de septiembre de 1967, en las que se escogen los delegados a las Convenciones Distritales (donde se elegirían luego los delegados a las Convenciones Seccionales, y en éstas los delegados a la Convención Nacional), pero en esta ocasión, tales elecciones primarias o de base, por la cercanía de la sucesión presidencial en el marco de las elecciones generales del año siguiente, se tiñeron con el problema candidatural entre Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto. Manuel Vicente Magallanes, quien ha escrito obras sobre la historia de AD, señala que “todo empieza por problemas presentados en las elecciones de Cumaná, que conduce a la suspensión de la militancia de algunos dirigentes regionales”. En el curso de la crisis, se nombró una comisión de avenimiento encargada de buscar fórmulas para salvar la unidad partidista, de la cual formó parte Rigoberto Henríquez Vera -uno de los Secretarios Generales de AD en la clandestinidad durante la dictadura perezjimenista-, quien nos cuenta lo que entonces pasó: “…En Cumaná no se habían podido efectuar las elecciones internas, debido al ambiente de tensión partidista que se vivía en esos días; y cuando se llevaron a cabo, se registraron como era de esperarse, violentos altercados entre la militancia. Agotadas todas las gestiones de conciliación posibles, no se llegó a ningún avenimiento y, ante la profunda crisis planteada por los prietistas, al CEN no le quedó otra alternativa que sancionar con la medida disciplinaria de suspensión de toda militancia a 27 comprometidos en acciones perturbadoras de la unidad partidista. Esto ocurría el 27 de octubre de 1967, cuando ya parecía inevitable la nueva diivisión de AD, y tanto Prieto como Paz Galarraga desconocían estas medidas disciplinarias de la dirección nacional. Se convocó inmediatamente después una reunión urgente del Comité Directivo Nacional (CDN) para que estudiase la situación planteada y este organismo solicitó de ambos precandidatos, Prieto y Barrios, que declinaran sus aspiraciones presidenciale en aras de la unidad del partido, pero Prieto se negó a aceptar dicha fórmula con el consiguiente agravamiento de la crisis. Entonces el CDN concluyó sus deliberaciones ratificando las medidas impuestas y sustituyendo de la Presidencia del partido a Luis Beltrán Prieto y de la Secretaría General a Jesús Angel Paz Galarraga; asumiendo provisionalmente la presidencia Augusto Malavé Villalba. Posteriormente se designó Presidente del partido, por el resto del período estatutario, al compañero Dr. Antonio Léidenz, uno de los

fundadores de Acción Democrática más querido, respetado y admirado en nuestra organización” (4). Prieto tenía el apoyo de dirigentes sindicales importantes como José González Navarro y Juan José Delpino, pero la mayoría del Buró Sindical, liderada por Augusto Malavé Villalba, Francisco Olivo, Pedro Bernardo Pérez Salinas, Juan Herrera, Humberto Hernández y Martín Correa, tenía una posición distinta.

La Comisión de Legislación Electoral y Registro y Control de Partidos, de la cual eran integrantes juristas tan relevantes como Allan R. Brewer Carías y Arminio Borjas, analizó los recaudos atinentes a la determinación de a quiénes correspondía la representación de Acción Democrática, y decidió por unanimidad recomendar al Consejo Supremo Electoral atribuírsela al CEN presidido por Antonio Léidenz, por considerar que sus miembros, “a los efectos de las relaciones entre el Consejo Supremo Electoral y el Partido Acción Democrática en relación a las Leyes que lo rigen, deben tenerse como autoridades legítimas del Comité Ejecutivo Nacional del partido Acción Democrática”. Así consta en documento de fecha 15 de noviembre de 1967, publicado el día siguiente en El Nacional y otros medios de comunicación.

El desenlace de la crisis se consumó con la tercera división del partido, el 10 de diciembre de 1967, cuando los adherentes a que fuese Luis Beltrán Prieto Figueroa el candidato, realizaron una Convención y forman una nueva organización política con el nombre de Movimiento Electoral del Pueblo (MEP). En el mes de enero de 1968, ese nuevo partido proclamó la candidatura de Prieto, a la cual se sumó en el curso del año el PRIN (Partido Revolucionario de Integración Nacional) presidido por Raúl Ramos Giménez.

La crisis y división de Acción Democrática motivó que el ex-presidente Betancourt efectuara su primer regreso a Venezuela el 7 de febrero de 1968, después de cuatro años de ausencia, para participar en la Convención Nacional de Acción Democrática que tuvo lugar en ese mismo mes de febrero de 1968. Cito de nuevo a Rigoberto Henríquez Vera, quien, al comentar el discurso que pronunció el fundador del partico en ese evento, dice: “Al abordar el tema de la sucesión presidencial, fue muy prudente en lo relativo al candidato del partido, sin haber manifestado preferencia alguna por los nombres de los aspirantes que iban a ser posteriormente nominados por el partido, entre quienes figuraban Gonzalo Barrios, Reinaldo Leandro Mora, Carlos Andrés Pérez, Luis Augusto Dubuc, Eligio Anzola Anzola y Leopoldo Sucre Figarella. Betancourt, privadamente se mostró partidario de que algunos precandidatos declinaran sus aspiraciones de modo de facilitar la escogencia de Gonzalo Barrios, lo cual hicieron Carlos Andrés Pérez, Leandro

Mora y Sucre Figarella, no así Dubuc y Anzola, quienes mantuvieron sus candidaturas hasta el final.” (5). La Convención proclamó a GonzaLo Barrios como el candidato presidencial de Acción Democrática; y eligió a Carlos Andrés Pérez com Secretario General del partido.

Después de un largo proceso de negociaciones, URD, el FND y el FDP, acuerdan lanzar la candidatura presidencial de Miguel Angel Burelli Rivas, formando lo que se llamó el Frente de la Victoria.

El cuadro electoral se completó con las candidaturas presidenciales, prácticamente testimoniales, de Alejandro Hernández y Germán Borregales.

Desde Berna, Rómulo Betancourt regresó al país en el mes de noviembre para participar en la campaña electoral, que fue clausurada en Caracas, en la Plaza de El Silencio, con una gigantesca concentración popular en la que hablaron Gonzalo Barrios, el candidato, y el líder fundador de Acción Democrática, quien repitió la famosa frase “Adeco es adeco hasta que se muere”.

El 1° de diciembre, como estaba previsto, se realizaron las elecciones, normalmente. El Nacional del día siguiente, 2 de diciembre, tituló en primera página “Caldera y Barrios disputan el primer lugar”. Pasaban los días, en un país tenso y ansioso de conocer los resultados electorales. Recuerdo que Betancourt pidió una reunión del CEN, que se efectuó en la casa de un primo suyo, Arturo Tovar, en la urbanización Las Mercedes, para manifestarnos su preocupación y la inconveniencia de que pasara el tiempo sin que se supiera el definitivo resultado comicial, y recomendaba que el CSE debía enviar aviones para que trajeran las actas electorales desde las zonas lejanas del interior por cuyos votos todavía se esperaba. Por fin, el 9 de diciembre se conocieron los resultados oficiales totales por candidatos presidenciales y por partidos. Caldera ganó, obtuvo 1.082.941 sufragios, y Barrios 1.051.870. Apenas, 31.071 votos de diferencia. Fue el corolario de la recién sufrida división partidista; es indudable que AD se derrotó a sí misma, ya que de los 719.733 votos obtenidos por Prieto, un alto porcentaje eran votos estrictamente adecos. Para los cuerpos deliberantes, AD obtuvo la mayor votación, 939.759 sufragios, frente a los 883.814 que obtuvo Copei. El CSE proclamó a Caldera como Presidente Electo el 11 de diciembre, y declaró: “Seré el Presidente de la paz, bienestar y prosperidad y gobernaré sin exclusivismos”. Ese mismo día declaró Gonzalo Barrios: “Somos unos derrotados contentos, sin odios ni rencores”. Dice Ramón J. Velásquez que “para Betancourt la pérdida de la Presidencia de la República para su partido no constituía una catástrofe, sino un episodio normal y corriente en la vida de la democracia y en cambio consideraba que el trance que iba a confrontar Acción Democrática en los próximos cinco años serviría para revisar métodos, analizar errores y recuperar el espíritu de mística y combate que se había ido perdiendo en diez años de predominio absoluto” (6).

El análisis continuará la próxima semana.

unnamed 1 708121

Notas

1-Rómulo Betancourt. La Revolución Democrática en Venezuela 1959-1964. Tomo IV. Caracas/1968. Pág. 370.

2-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 412-413.

3-Sanín (Alfredo Tarre Murzi). Rómulo. Vadell Hnos. Editores. 1ª edición: noviembre 1984. Pág. 400.

4-Rigoberto Henríquez Vera. De la Tiranía a la Democracia, memorias. Ediciones Centauro 89. Caracas/Venezuela. Volumen II. Pág. 231.

5-Rigoberto Henríquez Vera. Obra citada. Pág. 235-236

 

COLLAGE NÚMERO 57 SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por Carlos Canache Mata. Opinión. Venezuela.

COLLAGE número 57 sobre RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional –XIX)

Carlos Canache Mata

La extradición de Pérez Jiménez. Con fundamento en un tratado internacional suscrito en el año 1922, el Gobierno Constitucional del presidente Betancourt solicitó ante los tribunales de Estados Unidos la extradición de Marcos Pérez Jiménez, quien residía en Miami. El 12 de diciembre de 1962, la Corte de Apelaciones del Estado de Florida decidió la extradición del exdictador y ordenó su prisión, que se efectuó en su residencia de Miami Beach, siendo trasladado a la cárcel del Condado de Dade. Los abogados de Pérez Jiménez, para eludir la extradición, alegaban que su envío a Venezuela “equivalía a sentenciarlo a muerte en manos de sus enemigos políticos”, y habían constituido una fianza de cien mil dólares, como garantía de que permanecería en la nación norteamericana mientras la Corte consideraba el caso. En un último esfuerzo, solicitaron el aplazamiento de la extradición ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, pero ésta negó la solicitud, declaró firme la decisión ya tomada por la Corte de Apelaciones del Estado de Florida, y señaló que Pérez Jiménez debía ser juzgado por los tribunales de su país únicamente por los delitos de “peculado y malversación de fondos del Erario Nacional”.

En su Alocución de Año Nuevo, pronunciada desde el Palacio de Miraflores, el 31 de diciembre de 1962, el Presidente Betancourt, al referirse a la extradición de Pérez Jiménez, expresó: “No han sido rencores ni espíritu de retaliación lo que ha guiado al gobierno por mí presidido en esta gestión. Debe quedar bien claro que el delito de apropiación indebida de dineros públicos y el uso de la fuerza pública con criminales propósitos, no se quedan sin sanción. Gestiones de la índole de la adelantada por el gobierno que presido contra el exdictador actualmente detenido por mandato judicial en una cárcel de Estados Unidos, no podría realizarla sino un régimen integrado por venezolanos que ni se han enriquecido ilícitamente, ni han utilizado contra sus opositores los procedimientos inexcusables de las torturas y de los asesinatos. El argumento utilizado por los abogados del exdictador de que su vida correría riesgo de ser extraditado a Venezuela no tiene base alguna”, y mencionó, en cuanto a su conducta frente a sus adversarios políticos, que “están vivos y sometidos a juicio de sus jueces naturales quienes atentaron contra mi vida” (1).

Desde la cárcel del Condado de Dade, el 15 de agosto de 1963 Pérez Jiménez fue trasladado al Aeropuerto Internacional de Miami, donde es entregado a funcionarios de la Policía Técnica Judicial de Venezuela, y, bajo la custodia de éstos, ese mismo día fue embarcado en una aeronave venezolana, con destino a la Base Militar de Palo Negro, y desde allí fue conducido a la Penitenciaría General de San Juan de los Morros, en la que quedó recluido. Ese encarcelamiento fue participado el día 20 a la Corte Suprema de Justicia, que decidió juzgar al procesado siguiendo los trámites del juicio ordinario, en un todo de acuerdo con lo previsto en el Código de Enjuiciamiento Criminal. Se comisionó al Tribunal de Primera Instancia en lo Penal del Estado Guárico para cumplir el requisito procesal de oírle la declaración indagatoria. Luego de designar sus abogados defensores provisorios, como Pérez Jiménez se excedió en su declaración indagatoria en más de cuatro meses, del lapso de treinta días después de su detención, que exigía el Código de Enjuiciamiento Criminal, la Corte tuvo que intervenir y el 20 de febrero de 1964 ordenó al juez comisionado que fijara la fecha de terminación de la declaración indagatoria, lo cual tuvo lugar el 18 de marzo de 1964, y el 4 de junio siguiente la Corte declaró concluido el sumario.

El exdictador fue sentenciado el día 1 de agosto de 1968 a 4 años, un mes y 15 días de prisión, pero salió en libertad ese mismo día por ya haber cumplido el tiempo de su condena, y abandonó el país residenciándose en España.

Las relaciones con la Iglesia. En el marco de la libertad de cultos que garantiza la Constitución Nacional, el Estado reconoce que la gran mayoría de los venezolanos profesa la religión catolíca. En consecuencia, con ese concepto, el Gobierno ha construido y reconstruido plantas físicas de iglesias católicas, y cooperó en las obras educativas y sociales que emprenden sus congregaciones religiosas.

Y algo muy importante, planteó el Presidente Betancourt, en cuanto a las relaciones con la Santa Sede, pautadas en la Ley de Patronato Eclesiástico (que en los años 1945-1948 había sido objeto de tensiones y debates entre la Iglesia y el Gobierno, y cuya sustitución por normas más flexibles ya había sugerido en 1959 en su discurso de toma de posesión), lo siguiente: “Conocida es del país y del Congreso Nacional mi opinión favorable a que se regulen con criterio moderno las relaciones entre el Estado venezolano y la Santa Sede. Apegarse a fórmulas legales en gran parte huecas de contenido y vigencia, no parece recomendable. El respeto supersticioso al tabú es propio de colectividades tribales. Los Estados y naciones de nuestro tiempo se caracterizan por su capacidad para revaluar situaciones; para rechazar lo que es inoperante y fosilizado; para explorar caminos nuevos, con ánimo de eliminar fricciones que resultan herencia recibida, sin beneficio de inventario, de épocas pretéritas” (2). Efectivamente, como se verá más adelante, después de laboriosas conversaciones entre el Gobierno de Venezuela y la Santa Sede se arribó al convenio de modus vivendi o Concordato, cuya firma y aprobación por el Congreso de la República se prefirió aplazar para después de los comicios de diciembre de 1963. Así se hizo: fue firmado por el Presidente Raúl Leoni, como Jefe de Estado de Venezuela, y el papa Pablo VI, como Jefe del Estado Vaticano, y discutido y aprobado por el Congreso Nacional, y ratificado en junio de 1964, aboliéndose el sistema de patronato eclesiástico que habíamos heredado y el cual había sido otorgado por la Santa Sede a los Reyes Católicos.

La situación económica en 1962. En su Quinto Mensaje Anual presentado al Congreso de la República, el 12 de marzo de 1963, el presidente Betancourt pudo afirmar: “En el año de 1962 se ha experimentado una recuperación notable de la actividad económica de la nación, después de la recesión de los años 1960 y 1961. En efecto, se estima que el Producto Territorial Bruto, o sea el valor creado por todas las actividades económicas del país, se ha incrementado en no menos del 6% por encima del año anterior, comparado con incrementos de sólo 1,4% y 1,7% en 1960 y 1961, respectivamente. Como resultado, volvió a incrementarse el producto per cápita, después de las bajas experimentadas en los dos años anteriores. Con esto, no se ha reconquistado por entero el terreno perdido durante el período de la recesión, pero es signo elocuente de que la economía venezolana ha recuperado su dinamismo, con lo que vuelve a incluirse entre los países de más rápido crecimiento en el mundo entero” (3).

En la recuperación de la actividad económica, han participado todos los sectores productivos, especialmente el de la industria de la construcción que, según informó el Presidente, “ha mostrado la reactivación más espectacular”, puesto que después de haber tenido un descenso de 15,5% en 1960 y de 24% en 1961, tuvo el notable incremento de un 20% en 1962, gracias a la ampliación de los programas de obras públicas y del otorgamiento de créditos a la construcción de vivienda urbana. Esos dos factores –la recuperación económica en general y la de la industria de la construcción, particularmente- incidieron decisivamente en la creación de alrededor de 120.000 nuevos empleos en el curso de 1962 y en que decreciera el sector de gente desocupada.

La producción petrolera en 1962 se elevó a más de 3 millones 200.00 barriles diarios para hacer un total de 1.168 millones de barriles en el año, con un incremento de un 9,6% sobre la producción de 1961.

En el decidido propósito del Gobierno de transformar la economía monoproductora del país, reducir su dependencia petrolera y avanzar en el logro de una economía diversificada, el producto generado por el sector industrial se estima que en 1962 creció en 11,8% con respecto al año anterior. Es interesar observar la mejoría notable de la relación del sector manufacturero con la economía en su conjunto, ya que mientras la tasa anual del PTB (producto territorial bruto) creció en alrededor del 4%, entre 1958 y 1962, la tasa anual del sector del sector industrial ascendió a 7,7%, es decir, casi la duplicó.

En cuanto a las empresas del Estado, el Gobierno ha puesto énfasis especial en la terminación de dos industrias básicas: la Siderúrgica y la Petroquímica. El 9 de julio de 1962, con la primera colada de acero en la Planta Siderúrgica del Orinoco, se completó el ciclo de producción de acero iniciado en 1961 con la puesta en marcha de los hornos eléctricos para producir arrabio. En tal ocasión, ese día 9 de julio, el Presidente Betancourt, desde la Planta Siderúrgica, pronunció un discurso, en el que dijo: “Hoy se inicia en Venezuela la producción de acero dentro del programa de la Siderúrgica del Orinoco, que tendrá a fines de 1962 una capacidad instalada de 760.000 toneladas de acero. Así se completará la integración de esta primera etapa del complejo siderúrgico, en la cual había iniciado la producción de algunas líneas importantes…Con una inversión adicional marginal podremos llegar a producir sobre el millón de toneladas métricas de acero. A medida que el desarrollo del mercado interno o que las perspectivas de exportación lo aconsejen, esta planta prodrá expandirse con facilidad para alcanzar una producción de dos millones y medio de toneladas de acero” (4). Sobre la Petroquímica, el Presidente Betancourt, en su Quinto Mensaje Anual presentado al Congreso, expresó: “La construcción del complejo industrial del Instituo Venezolano de Petroquímica en Morón para la producción de fertilizantes se terminó en 1962, culminando así la primera fase de esta importante industria que comprende la producción de abonos fosfatados y nitrogenados, cloro, ácido clorhídrico, ácido nítrico y materia primas para explosivos…La producción del complejo industrial de Morón se destinará en su mayor parte a satisfacer las necesidades del consumo interno, en primer lugar de la agricultura y de las industrias de productos derivados. Venezuela es uno de los países que ofrece mayores ventajas comparativas para un desarrollo en gran escala de la industria petroquímca. Por ello el aprovechamiento de nuestros abundantes recursos naturales debe dirigirse no sólo a la satisfacción de la demanda interna, sino principalmente hacia la exportación” (5).

En relación a la agricultura y la Reforma Agraria, el Presidente Betancourt informó: “Se estima que en 1962 el producto generado por el sector agrícola ha crecido un 8% con respecto a 1961…El aumento de la producción agrícola en los últimos años fue logrado simultáneamente con la inciación del proceso de reforma agraria, que ha venido produciendo un cambio en la estructura de la tenencia de la tierra. En 1962, el Instituto Agrario Nacional estableció 135 asentamientos para 14 mil 600 familias en una superficie de 167 mil hectáreas, con lo cual se completaron, durante los cuatro años del Gobierno Constitucional, 637 asentamientos campesinos para 57 mil familias en más de un millón y medio de hectáreas. La dotación de tierras ha afectado 426 fundos y bienhechurías de propiedad privada con una superficie de 552 mil hectáreas” y agregó, después de reconocer que las labores de parcelación y entrega de títulos han marchado con cierta lentitud y requieren un impulso mayor, que se prevé que “el proceso de reforma agraria, en su aspecto de dotación de tierra, habrá beneficiado a 100 mil familias campesinas al final del período del presente Gobierno Constitucional” (6).

La situación fiscal en 1962. Sobre la situación fiscal en 1962, el Presidente Betancourt informó: “En cuanto a la situación del fisco nacional, el balance fiscal, que resultó de la comparación entre los ingresos ordinarios, que totalizaron 5.905 millones de bolívares, y los egresos ordinarios, que fueron del orden de los 5.240 millones de bolívares, presenta un superávit corriente de 665 millones de bolívares…El saneamiento fiscal ha permitido que por primera vez en muchos años se haya podido presentar a este soberano cuerpo, en sus anteriores sesiones ordinarias, un presupuesto de ingresos y de gastos de la nación para el año 1963, cabalmente balanceado” (7).

Educación, y sanidad y asistencia social.

En educación primaria, el déficit escolar se redujo en el año escolar 1962-1963 a 216 mil niños, de 410.000 a que ascendía en 1958-1959. El índice de analfabetismo de la población de 15 años y más, bajó de 33,5% en 1961 a 26,5% en 1962. En educación media, casi toda oficial, en 1962 tuvo un incremento del 104%. En educación superior, oficial y privada, la inscripción ha subido en el año 1962-1963 en un 120%, con respecto al año 1958-1959. En resumen, dijo el Presidente Betancourt: “En toda la historia de Venezuela, jamás la educación nacional recibió, como ahora, una atención tan preferente y extraordinaria. La casi duplicación de la población escolarizada; la disminución acelerada del analfabetismo; la construcción en cuatro años de más aulas escolares que en todo el medio siglo anterior; el planeamiento integral de la educación en estrecho vínculo con el desarrollo económico y social del país…son otros tantos avances de excepción” (8).

En sanidad y asistencia social: El Presidente señaló: “La situación sanitaria del país ha mejorado considerablemente en los últimos cuatro años, como consecuencia de la atención médica, tanto preventiva como curativa, y especialmente de las campañas de saneamiento ambiental y de nutrición…La vida media del venezolano es hoy de 64 años, que es una cifra de las más altas que se conocen en los trópicos…Venezuela es uno de los pocos países tropicales en donde se ha erradicado la viruela…En 1962 se vacunaron contra la poliomielitis casi diecisiete veces más personas que en 1958 y tres veces más contra la tosferina, tétano y la difteria. El área de malaria erradicada continúa siendo el triple de la que tienen en conjunto los otros países de la América Latina, y la campaña contra la enfermedad de Chagas alcanza ya la protección a más de 120 mil casas” (9).

Notas

1-Rómulo Betancourt. La Revolución Democrática en Venezuela. Tomo III. Caracas/1968. Alocución de Año Nuevo. 31 de diciembre de 1962. Desde el Palacio de Miraflores. Pág. 281.

2-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 419.

3-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 419.

4-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 166-167.

5-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 445-446.

6-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 437-438.

7-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 422-423.

8-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 453-459.

9-Rómuo Betancourt. Obra citada. Pág. 457 y 458.

Un comentario adicional:

El repartidor de candados.

A consecuencia de los 22 años del régimen de Chávez y Maduro, Venezuela ha llegado a la situación actual:

-Una contracción económica sostenida durante los últimos siete años.

-Una inflación que a partir de noviembre de 1917 se mutó en hiperinflación, la más alta del mundo, y, además, de una muy larga duración, hasta el punto de que dentro de tres meses superará la de Grecia que llegó a tener 44 meses de hiperinflación.

-Una megadevaluación de nuestro signo monetario, el bolívar. Cuando Chávez asumió la Presidencia de la República, el 2 de febrero de 1999, el dólar se cambiaba a 560 bolívares; al momento de escribir esta nota, el dólar vale cerca de un millón 900.000 bolívares, pero si se agregan los ceros eliminados en las reconversiones monetarias en 2008 y 2018, la cifra de bolívares alza un vuelo sideral.

-Los tres hechos arriba señalados, entre otros, determinan que el hambre no es que trota, sino que galopa por todo el territorio nacional, ya que la Canasta Alimentaria Familiar –lo dice el Cendas FVM- se trepó en febrero a más de 500 millones de bolívares (exactamente, 535.756.684,05 bolívares), es decir, 281 dólares que equivalen a 446 salarios de 1,2 millones de bolívares. Por eso, es que el economista José Guerra dijo, en un artículo del día 14 de este mes, que estamos presenciando “el mayor nivel de pobreza que jamás haya conocido Venezuela”.

-Ahora no somos un país receptor de inmigrantes, sino un país de diáspora, con cerca de 6 millones de compatriotas que se han ido a buscar fuera de muestras fronteras unas mejores condiciones de vida.

En el aspecto institucional y político, lo que existe no puede ser peor:

-Maduro le ha puesto un candado al Estado de Derecho. No hay separación de poderes. Hay un Poder Judicial sometido, sumiso. A la Asamblea Nacional legítima se declaró en “desacato”, y, paralelamente, se instaló una usurpadora y fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. A los Gobernadores de Estado de la oposición se les han puesto al lado un”protector”.

-Maduro ha puesto un candado a los partidos políticos de la oposición democrática, los confiscó, desconociendo sus autoridades legítimas, y, en su lugar, se colocaron las autoridades títeres que quiso la dictadura, y a éstas se les asignaron los símbolos electorales y partidistas, perversamente arrebatados.

Sí, Maduro se ha convertido en un repartidor de candados. Es su último oficio.

REMISIÓN:

De: May De La Vega <delavega_may>

Date: sáb, 27 de mar. de 2021 a la(s) 10:05

COLLAGE NÚMERO 55 SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por Carlos Canache-Mata. Opinión. Venezuela.

COLLAGE número 55 sobre RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional –XVII-)

Carlos Canache Mata

En el Collage anterior, número 54, me referí ampliamente a la sublevación de la Base Naval de Puerto Cabello, el llamado “porteñazo”. Antes de continuar con lo acontecido en el año 1962, es oportuno hacer el siguiente comentario.

30 años sin sublevaciones militares. En el año 1964, meses después de haber sido sucedido en la Presidencia de la República por Raúl Leoni, visité a Rómulo Betancourt en Nápoles, Italia, donde residió un tiempo antes de trasladarse a Berna. En el curso de la conversación entonces sostenida con él, le pregunté cuáles habían sido las sublevaciones militares más graves ocurridas en el ejercicio de los dos gobiernos que presidió. Me respondió que durante la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) había sido la sublevación militar del 11 de diciembre de 1946, y en el período de la presidencia constitucional (1959-1964) había sido la que estalló el 2 de junio de 1962, la del llamado “porteñazo”.

Desde esa sublevación ocurrida el año 1962 en Puerto Cabello, no hubo más sublevaciones castrenses hasta el 4 de febrero de 1992, cuando Hugo Chávez encabezó la que en esa fecha se produjo contra el gobierno constitucional del Presidente Carlos Andrés Pérez. Así lo registra la historia. Al igual que otros historiadores, Manuel Caballero, Premio Nacional de Historia en 1994, lo precisa: “Sea como sea, en 1962 se cierra, por los próximos treinta años, un ciclo de intranquilidad militar que había comenzado en 1945” (cursivas nuestras) (1).

El Presidente Betancourt, en sus dos ejercicios de la primera magistratura, enfrentó y venció con habilidad y energía, a los golpistas, y aprovechó las sublevaciones de Carúpano y Puerto Cabello para profundizar la limpieza y depuración de las Fuerzas Armadas, apartando de sus filas a los oficiales enemigos del sistema democrático. Por eso, en relación a las insurgencias de Carúpano y de Puerto Cabello, en su Alocución de Año Nuevo del 31 de diciembre de 1962, pudo decir esto: “Es perfectamente lógica, y de ella me responsabilizo y de ella no me arrepentiré nunca, la posición del Gobierno que presido frente a los autores e inductores, militares y civiles, de los aludidos brotes facciosos. Fueron entregados a la jurisdicción de los tribunales militares, y no por acción arbitraria, sino de acuerdo con las leyes de la República; tuvieron derecho a la defensa; sus abogados pudieron presentar amplios alegatos. Unos fueron excluidos de responsabilidad; otros condenados a largas penas de presidio. Surgen ya voces pidiendo amnistía para ellos. Mientras yo sea Presidente de la República no será sobreseída su causa, como no ha sido sobreseída la causa de los insurgentes del 7 de septiembre de 1958 y del 20 de abril de 1960. Lo más fácil para un gobernante en vísperas de dejar el poder es dar muestra de humanitario espíritu frente a los autores de motines y sediciones, dejándole a su sucesor la peligrosa herencia de la impunidad del crimen político. Tengo demasiado sentido de responsalidad conmigo mismo y con la historia para proceder así. Estoy consciente de que por esta línea de conducta, indesviable e inmodificable, caerán sobre mí rencores familiares e individuales imborrables, pero gobernar con sentido de lealtad al país no es, en mi concepto, eludir responsabilidades, sino asumirlas ante la propia conciencia, ante la Nación y ante la historia” (2).

El destacado dirigente político socialcristiano Ramón Guillermo Aveledo, quien fue jefe de la fracción parlamentaria de Copei en el Congreso Nacional y dos veces Presidente de la Cámara de Diputados, al considerar la posición y esas palabras del Presidente Betancourt ante los que se rebelaron contra el orden constitucional, expresa: “Eso es duro, y más en los labios de un Presidente…pero yo me pregunto ¿Qué habría sucedido si el Presidente no hubiera actuado de ese modo? ¿Qué habría sido de la democracia?” (3). Por su parte, Luis José Slva Luongo, abogado especializado en Economía y Finanzas y ex-profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, cuando analiza la gestión presidencial de Betancourt, formula esta consideración final: “Cualquiera que sea la posición política que se haya mantenido o se mantenga sobre Rómulo Betancourt, no puede dejar de reconocérsele que su paso por el Gobierno Nacional ha sido de una importancia decisiva para el desenvolvimiento político del país en el largo período que va desde que deja la presidencia hasta el presente. Otra hubiera sido la evolución política de Venezuela si no hubiera ocupado la Presidencia de la República en el conflictivo período 1959-1964 un hombre de sus condiciones excepcionales” (cursillas nuestras)(4). El gran ensayista e historiador Mariano Picón Salas, también cree que la “energía” del Presidente Betancourt salvó la democracia: “El quinquenio ha sido extremadamente difícil…Él supo ser el piloto de la más rabiosa tormenta. Se había propuesto defender y afirmar –para que en nuestro país no hubieran más dictaduras- la democracia venezolana y demostró contra todas las propagandas de miedo, una energía serena que le ha permitido llegar, con mayor autoridad y respeto, al término de su gestión presidencial…La estrella de Betancourt, su talento y energía, y, sobre todo, su obra de gobernante, que a pesar de la ofensiva adversaria no retardó el progreso social, permiten decir que no se ha frustrado la esperanza democrática” (cursivas nuestras) (5).

Después de la sublevación de Puerto Cabello (“el porteñazo”). Fracasadas las sublevaciones de Carúpano y de Puerto Cabello, el protagonismo de la acción armada quedará a cargo de las FALN (que se forman, de hecho,a mediados de 1962, y de modo formal, el 20 de febrero de 1963), como brazo armado del Frente de Liberación Nacional (FLN). Los integrantes de esas FALN son las guerrillas, las UTC –Unidades Tácticas de Combate- y oficiales del Ejército participantes en las insurrecciones de Carúpano y Puerto Cabello, ahora en prisión.

Desde el comienzo de la lucha armada se presentaron “problemas y diferencias”: el PCV y el MIR mantenían comandos autónomos, con líneas partidistas organizativas propias, por lo que, al decir de Agustín Blanco Muñoz, “cada uno de estos partidos tiene necesidad de luchar en común, pero cuidando de mantener su identidad”. Blanco Muñoz, expresa: “Hay base entonces para pensar que ya para el momento existían grietas y que el organismo (las FALN), que se venía a colocar en lo militar por encima del PCV y el MIR, -comandado por personalidades militares que no militaban en ninguna de las dos agrupaciones- era para lograr la coherencia”, y añade: “Las FALN surgen entonces como un medio para superar la crisis que ocasiona el fracaso de ambos movimientos…Los movimientos insurreccionales fracasados son entonces la piedra de toque” (6).

El historiador Ramón J. Velásquez, hace consideraciones parecidas: “Los estudiosos de este período señalan a Carúpano y Puerto Cabello como el comienzo de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional o FALN. Es decir, de un organismo coordinador de la empresa revolucionaria en que estaban comprometidos el PCV, el MIR y los militares enjuiciados por las rebeliones de mayo y junio, así como el numeroso grupo de oficiales que en los años anteriores habían sido protagonistas de insurrecciones mlitares de signo derechista, pero que ahora se identificaban con la lucha sostenida por estos partidos de la izquierda. Este tipo de alianza era un factor novísimo dentro de la ortodoxia marxista y las corrientes internas que surgirán entre quienes creen posible el arribo al poder mediante la acción rápida del golpe militar y los partidarios de la guerra campesina larga, va a ser fuente de futura división. El Frente de Liberación Nacional o FLN es en lo político el equivalente de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional o FALN en lo militar, es decir un acuerdo de coordinación del PCV y el MIR para dar una apariencia política al movimiento guerrillero y permitir la colaboración de algunos grupos de simpatizantes independientes y de unos cuantos diputados y líderes urredistas” (7).

En el segundo semestre de 1962, las Unidades Tácticas de Combate (UTC), dependientes de las FALN y que tenían bajo su responsabilidad principal a la guerrilla urbana, protagonizaron disturbios en Lomas de Urdaneta, en Propatria, en los Magallanes, en Caracas; el 4 de junio incendiaron una bomba de gasolina y varios vehículos en Caracas; el 15 de junio hacen estallar bombas y petardos en Coro; el 8 de julio penetraron al aeropuerto de la Carlota, luego de cortar la cerca con una cizalla, con el objeto de practicar actos de sabotaje en las avionetas pertenecientes a la Agregaduría Militar Norteamericana que se encontraban estacionadas en dicho aeropuerto; el 12 de julio lanzan un niple al automercado Las Mercedes; en El Nacional, del 14 de julio, aparece un comunicado del Ministerio de Relaciones Interiores en el que “se llama la atención de la ciudadanía sobre la grave circunstancia ampliamente comprobada, de que en los últimos atracos y asaltos a bancos, abastos y casas comerciales, han intervenido brigadas de las bandas extremistas del Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria”; el 25 de agosto lanzaron bombas contra la fábrica de Coca Cola en Caracas; varios sectores de Caracas quedaron a oscuras por la voladura del gasoducto de Arrecife; desde la azotea de la Maternidad “Concepción Palacios” atacan el Transporte Militar de El Paraíso (la llamada ‘batalla de la Maternidad’); el 17 de septiembre en la avenida San Martín de Caracas ocasionaron un muerto y dos heridos; el 30 de septiembre, alrededor de 40 individuos armados con ametralladoras y fusiles, en horas del mediodía, asaltaron el pueblo de El Hatillo, cerca de la capital, y toman la casa de Acción Democrática, la casa de Copei, la Prefectura, la Comandancia de Policía, la oficina telefónica, el telégrafo y la estación de servicio ubicada a la entrada de la población, situación que se mantiene por unos treinta minutos ; colocan explosivos en Radio Tropical; el 4 de octubre asaltan las oficinas y talleres del “Daily Journal”; el 28 de octubre hicieron estallar tres bombas en Tía Juana, Estado Zulia; el 5 de noviembre lograron volar los oleoductos de la Texas y la Gulf, en el Estado Anzoátegui; el 16 de noviembre el profesor José Damián Ramírez Labrador es asesinado cuando explicaba su clase en el liceo Juan Vicente González, Estado Anzoátegui; hubo asaltos y otras acciones de violencia en algunas ciudades del interior.

Se informa el 1° de octubre que, en la Comisión Política Especial de la XVII Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller Marcos Falcón Briceño planteó la reclamación de límites que sostiene Venezuela con el Reino Unido en relación al territorio Esequibo “informando al mundo de las razones por las cuales no podemos reconocer como final al arbitraje de 1899” y que “todo lo que buscamos es una solución amistosa al problema con el Reino Unido”; reafirmó, además, el apoyo de Venezuela a la independencia de la Guayana Inglesa y que espera que un representante de ésta tome parte en cualesquiera conversaciones con la Gran Bretaña a ese respecto.

El 8 de octubre se suspenden de nuevo algunas garantías constitucionales, que habían sido restituidas el 31 de julio al haberse superado la crisis militar creada por las sublevaciones de Carúpano y Puerto Cabello. En los considerandos del Decreto de suspensión, el N° 870, se fundamenta la decisión en “que la actividad de los grupos que han promovido y ejecutado acciones de rebelión contra el orden constitucional y la organización democrática de la República se han intensificado en forma violenta y sistemática” y en “que los referidos hechos de violencia contra las instituciones y la tranquilidad ciudadana se han evidenciado en la continuación de actos de terrorismo, contra la vida, los bienes y los servicios públicos, por medio del sabotaje y acciones directas”.

El 15 de octubre, el Presidente Betancourt dirigió una Alocución al país, esperada por la opinión pública debido a la situación de violencia –arriba descrita a grandes rasgos- creada por los partidos de la extrema izquierda. La Alocución, transmitida por los medios de radio y televisión, la pronunció ante una amplia concurrencia en la que estaban representados los Poderes Públicos, las Fuerzas Armadas, Partidos de la coalición de Gobierno, personalidades independientes, sectores bancarios y económicos, sindicales, jerarquía eclesiástica e instituciones diversas.

Dijo que en la tarde de ese día se había una hecho una solicitud ante la Corte Suprema de Justicia: “En el escrito presentado por el Ejecutivo Federal a la Corte Suprema de Justicia, en su Sala Político-Aministrativa, se pide que se declare, con respecto a los partidos Comunista y Movimiento de Izquierda Revolucionaria, ‘la invalidación de sus respectivas inscripciones o autorizaciones como organizaciones políticas’…En el empeño, perfectamente justificable, de acorralar a los empresarios de la subversión y de hacer caer sobre ellos todo el peso de la ley, el Ejecutivo Federal ha intentado ante los tribunales penales una acción coincidente con el pedimento hecho ante la Corte Suprema de Justicia. Ha introducido ante los tribunales ordinarios una acusación, respaldada con pruebas abrumadoras e irrecusables, contra los dirigentes de los partidos de la extrema izquierda. ‘Por rebelión civil serán acusados ante el tribunal competente los dirigentes nacionales de la subversión’, prometió, a nombre del Gobierno, el Ministro de Relaciones Interiores…Y dos consideraciones finales. La primera se refiere a una supuesta presión que sobre mí han ejercido sectores militares para que actúe como lo estoy haciendo…Los errores y los aciertos de mi gestión de Presidente son míos propios, y no de personas o institución alguna…La segunda observación, y ya finalizadora de esta exposición al país, es la de que han resultado totalmente fallidos los propósitos de los empresarios del caos de paralizar con sus actos terroristas y con sus campañas de rumores, el indetenible y enérgico proceso de recuperación económica y de acción administrativa fecunda”, refiriéndose luego a realizaciones y expectativas en este aspecto. A otra acusación de la oposición, respondió: “Tentación de arrebatos dictatoriales no podría esperar el país de quien no los ha tenido en tres años y medio de muy difícil etapa de gobierno” (8), destacando, además, la unanimidad habida en el Consejo de Ministros al tomarse las medidas anunciadas.

En el próximo Collage continuaremos con los sucesos del difícil y tormentoso año 1962.

Notas

1-Manuel Caballero. “Rómulo Betancourt, político de nación”. 1a edición: noviembre de 2004. Alfadil Ediciones y Fondo de Cultura Económica. Pág. 310.

2-Rómulo Betancourt. Alocución de Año Nuevo, 31 de diciembre de 1962. Antología Política. Volumen Séptimo 1959-1964. Fundación Rómulo Betancourt, Caracas, Venezuela, 2007. Pág. 336-337

3-Ramón Guillermo Aveledo. “La 4ª República, la virtud y el pecado”. Editorial Libros Marcados, C. A. Primera edición: octubre 2007. Pág. 94.

4-Luis José Silva Luongo. “De Cipriano Castro a Carlos Andrés Pérez 1899-1979”. 1ª edición. Monte Avila Editores Latinoamericana. 2000. Pág. 456.

5-Mariano Picón Salas, en “Un hombre llamado Rómulo Betancourt”. Apreciaciones críticas sobre su vida y su obra. 3ª edición, Catalá/Centauro/Editores/Caracas/Venezuela/1975. Pág. 218.

6-Agustín Blanco Muñoz. “Venezuela 1962-1963”. El Porteñazo Trágica expresión de una aventura. Copyright 1994. UCV. Caracas. Pág. 104-105.

7-Ramón J. Velásquez. “Aspectos de la evolución política de Venezuela en el último medio siglo”. Venezuela Moderna. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas 1976. Pág. 230.

8-Rómulo Betancourt. Alocución dirigida al país el 15 de octubre de 1962, en “La Revolución Democrática en Venezuela”. 1959-1964. Tomo III. Caracas/1968. Pág. 246-252.

REMISIÓN:

De: May De La Vega
Date: sáb, 13 de mar. de 2021 a la(s) 08:15

COLLAGE NUMERO QUINCUAGESIMO SOBRE DON ROMULO BETANCOURT-BELLO. Por Carlos Canache Mata. Opinión. Venezuela.

COLLAGE NÚMERO 50 (quincuagésimo) SOBRE RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional –XII-)

Carlos Canache Mata

Entre las 4 y treinta minutos y las 5 de la madrugada del 26 de junio de 1961, un grupo de militares, algunos de los cuales habían participado anteriormente en asonadas conspirativas de los años 1958 y 1960, se apoderan del Cuartel “Pedro María Freites”, de Barcelona, de la sede de la Gobernación del Estado Anzoátegui, de las oficinas de la Digepol, de la Policía Judicial y, después de un tiroteo, de la casa regional de Acción Democrática. A la misma hora, oficiales del Destacamento 99 de la Guardia Nacional en La Guaira intentaron tomar el comando y posiciones claves del Litoral. En Ciudad Bolívar, fue detenido el oficial Hugo Barillas cuando insinuaba a conspirar a otros oficiales de esa plaza.

Los cabecillas, en el Cuartel “Pedro María Freites”, de Barcelona –ese golpe de Estado es conocido posteriormente con el nombre de “el barcelonazo- son el Mayor Luis Alberto Vivas Ramírez y los Capitanes Rubén Massó Perdomo y Tesalio Murillo. En las crónicas de los diversos medios de prensa y en varios libros, entre ellos el de Agustín Blanco Muñoz –“La Conspiración Cívico-Militar: Guairazo, Barcelonazo, Carupanazo y Porteñazo”- hay detalles del hecho y declaraciones del Capitán Murillo, del Gobernador del Estado Rafael Solórzano Bruce y mías, ocupaba yo entonces la Secretaría General de Gobierno, en representación de mi partido Acción Democrática, en el marco del Gobierno de Coalición presidido por Rómulo Betancourt, que se estableció en cumplimiento del Pacto de Punto Fijo, del que se había retirado URD –como ya vimos- en noviembre del año anterior. De seguidas, haré un resumen de lo acontecido ese día.

Se me buscó en mi residencia y, al amanecer, se me llevó al Cuartel “Pedro María Freites”; escoltado de un piquete de soldados entré sin saludar, por razones de dignidad, al Mayor Vivas Ramírez, quien estaba en la puerta de ese establecimiento militar. Fui sentado, rodeado de dos soldados que me vigilan, en el corredor que está frente al primer patio, el patio principal del Cuartel. Como a las seis de la mañana o un poco más, un militar que no conocía, de tamaño bajo, trigueño, me llama: Doctor Canache, hágame el favor. Voy hacia el patio, y entonces se me identifica y me dice: Doctor, yo soy el Capitán Massó Perdomo, yo soy muy amigo de su hermano el Capitán Canache Mata -yo lo interrumpo y le digo que éste no es hermano mío, sino primo doble- y quiero decirle que ha habido un golpe, de carácter nacional, debe producirse ahora el levantamiento de otros cuarteles y quiero decirle que su vida no va a correr ningún peligro, lo mismo que la vida del Gobernador del Estado, quien va a venir dentro de pocos momentos. Efectivamente, poco tiempo después, alrededor de las siete de la mañana, llegaron el Gobernador Solórzano y el Director de Política, Efraín Landa, quienes también fueron sentados en el mismo corredor, a mi lado.

Había un gran movimiento en el cuartel. Muchos civiles, vestidos de militares con un brazalete amarillo, entraban y salían. Serían algo así como las diez de la mañana, cuando un soldado, ametralladora en mano, se acerca y me dice: Doctor Canache, hágame el favor, acompáñeme. Me levanto y lo acompaño, me lleva al local de la cocina. Allí me dice: yo soy el sargento Piña, usted es de Píritu y mi esposa es támbién de ese pueblo y lo conoce a usted; yo quiero salvarlo, va a comenzar ya la recaptura del cuartel, va a haber mucho plomo, y es posible que una bala loca, en ese corredor a la intemperie en que están, mate a cualquiera de ustedes. Lo he traído para dejarlo aquí. Pasó rápidamente por mi mente el recuerdo del escondite de Antonio Leocadio Guzmán en una cocina, le dije que le agradecía su gesto, pero que no podía quedarme sin que trajera también al Gobernador y el Director de Política; me respondió que eso no se podía hacer porque sería muy notado, entonces le pedí que me llevara de nuevo a mi asiento en el corredor, y así se hizo. Les estoy contando a mis compañeros de gobierno mi conversación con Piña cuando, en cuatro o cinco minutos, comenzó la recaptura del cuartel y se escuchan los tiros, centenares de tiros, mientras unidades de combate de la Aviación hacían pases razantes sobre la guarnición, a nuestro lado cae herido Efraín Landa que empieza a sangrar, y, después de haber permanecido tirados al suelo mientras tronaba el plomo, al terminar éste, el Teniente Ramón Carrasquel, jefe de la recaptura, el sargento Piña y otros soldados rompen la puerta del casino y nos introducen en él. Desde allí, el Gobernador Solórzano y yo anunciamos la recuperación del Cuartel “Pedro María Freites” para el Gobierno democrático, a través del teléfono, que se encadena con las emisoras locales “Ondas Porteñas”, “Radio Barcelona” y “Radio Puerto La Cruz”. Salimos del casino, los militares nos meten en una camioneta, dejamos a Landa para que trataran su herida en la Clínica “Guzmán Lander”, y el Gobernador Solórzano y yo seguimos hacia la sede de la Gobernación (yo pasé por la casa de Acción Democrática, que había sido recuperada, y dirigí unas breves palabras a la multitud allí congregada). Es en la Gobernación donde el Gobernador y yo nos enteramos de que hubo alrededor de 16 civiles muertos en el Cuartel y 10 heridos de gravedad, de los cuales 4 murieron cinco o seis días después en el Hospital Razzetti, de Barcelona. Los civiles comprometidos en el fracasado golpe, hicieron correr la especie de que en el Cuartel hubo fusilamientos, lo que ha sido desmentido por diversos medios hasta por algunos de los cabecillas militares participantes de la conspiración. El Presidente Betancourt se refirió a esa asonada militar en un acto de masas, celebrado en la Plaza de El Silencio de Caracas con motivo del tercer aniversario del Gobierno Constitucional, en estos términos: “El último episodio de esa recurrencia dictatorialista es lo que se conoce en el argot político de Venezuela como el ‘barcelonazo’. Se infiltraron unos oficiales retirados y un grupo de civiles en el cuartel Freites de Barcelona y allí la mayoría quedaron tendidos y otros están en la cárcel, porque quien se introduzca en un cuartel en Venezuela no será recibido con serpentina y confetis, sino con plomo” (1). Sin caer en el exceso de acciones repudiables, por cobardes, como serían los fusilamientos a personas indefensas.

El 12 de marzo de 1962, al presentar su Cuarto Mensaje ante el Congreso Nacional, el Presidente Betancourt dijo que durante el año de 1961 su Gobierno fue acosado, con la intención de derrocarlo, por dos corrientes minoritarias. Una, la de los propiciadores del golpe militar clásico de derecha, y otra, la de los insurgentes de la extrema izquierda: “…Igualmente débil desde el punto de vista numérico, pero de una enceguecida tenacidad en su empeño de minar y de destruir las instituciones democráticas, para que se instale por la fuerza en Venezuela un régimen que sea calco y copia del que rige en Cuba. Se trata de las minorías extremistas propiciadoras de la llamada ‘insurrección popular’, cuyas actividades, tan desorbitadas como condenadas al fracaso, han dejado una estela de muertos y un pálpito de zozobra en más de un momento del discurrir de la vida nacional en los años de 1960 y 1961” (2).

En marzo de 1961, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) celebra su III Congreso y aprueba un extenso documento de doce capítulos donde expone una tesis política, del mismo corte del editorial del MIR del 14 de octubre de 1960, y en la conclusión del Capítulo XII aboga por la formación de un nuevo Gobierno, cuando expresa: “Todo indica que el actual Gobierno resulta incapaz de iniciar o realizar transformaciones progresistas en la estructura de la economía nacional; resulta incapaz para asegurarle al país la estabilidad democrática y al pueblo venezolano una mejoría en sus condiciones de vida y trabajo…La salvación del país no está en un simple cambio de Ministros, ni en formales ajustes coalicionistas. Una política identificada con el pueblo sólo puede ser realizada por un gobierno en el cual el papel principal lo ejerzan las fuerzas y las clases progresistas y populares. Una política de independencia y de soberanía sólo puede ser impulsada por un Gobierno patriótico y democrático…El Partido Comunista llama a la lucha por la formación de un gobierno democrático y patriótico, expresión de la inmensa mayoría del pueblo” (3). Aparecen pintas en las paredes de las calles de Caracas y de ciudades y pueblos del interior con las consignas de “Nuevo Gobierno, ya” y de “RR” (Renuncia Rómulo).

Fracasa la invasión a Cuba por Playa Girón preparada por los servicios de seguridad e inteligencia de Estados Unidos y con la participación de exiliados cubanos anticastristas. Los planes de la invasión, elaborados por la administración del presidente Eisenhower, suponían que iba a producirse un levantamiento general de la población. Todo estaba listo para la invasión cuando Kennedy asume la presidencia de Estados Unidos, quien expresó dudas sobre el éxito de la operación ante los representantes de los cuerpos de seguridad e inteligencia de las Fuerzas Armadas y de funcionarios del Ejecutivo de los Estados Unidos, accediendo, no muy convencido, a que continuaran los planes. Después del fracaso, quedó con la preocupación de que habiendo podido detener la invasión, no lo hizo.

Lo de Playa Girón repercutió en Venezuela, y los medios de comunicación informan que hubo un muerto y diez heridos en las manifestaciones del día 9 de abril, y hay actos terroristas contra cubanos anticastristas. El día 22, el Presidente Betancourt pide, infructuosamente, al presidente cubano Oswaldo Dorticós, la suspensión de los fusilamientos en la isla como consecuencia de la fracasada invasión, y el gobierno cubano reaccionó en forma que el Gobierno venezolano consideró injuriosa, por cuanto el Canciller de ese gobierno acusó a Venezuela y a su Jefe del Estado “de actuar bajo los dictados e indicaciones de potencias extranjeras”. Por ello, el Presidente Betancourt, en Mensaje dirigido al país el 11 de noviembre de 1961 por cadena de radio y televisión, anunció el rompimiento de las relaciones diplomátias y consulares con el régimen de Cuba. En ese Mensaje, afirmó: “La única respuesta decorosa que podía dárseles a quienes así rebasaban todos los límites de lo tolerable en las relaciones internacionales, es la que ha dado el gobierno que presido”, y, además, llamó a los “que manifiesten su oposición a esta decisión del Gobierno nacional” a que lo hagan “por los métodos pacíficos y legales de la críitica desde sus curules parlamentarias y desde sus órganos de prensa” (4). El anuncio presidencial de la ruptura de las relaciones con el gobierno cubano y el enjuiciamiento de éste por los Cancilleres de América reunidos en Punta del Este, determinaron el recrudecimiento de la violencia, como lo afirma el historiador Ramón J. Velásquez: “Hubo manifestaciones tumultuosas en Barquisimeto con el saldo de cuatro muertos y cuarenta y seis heridos. Manifestaciones y motines en San Juan de Los Morros, Cumaná y Carúpano y manifestaciones en Punto Fijo y Mérida y patrullaje militar en Cabimas. En Caracas se repiten las escenas de noviembre de 1960. El 26 de noviembre circula la noticia del secuestro de un avión de Avensa por tres estudiantes y dos obreros. La operación ‘Livia Gouverner’ así llamada en recuerdo de la universitaria muerta el 1° de noviembre en el asalto a la quinta ‘La Hogareña’, aparece como la primera de las luchas que más tarde efectuaría la organización conocida, a partir del 4 de mayo de 1962, como el FALN o Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. El 30 de noviembre el Gobieno ordena el allanamiento de veintitrés locales del PCV y del MIR” (5).

El 16 de diciembre de 1961, el Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y su esposa, Jacqueline de Kennedy, llegaron a Venezuela para una visita de dos días. En el Aeropuerto de Maiquetía fueron recibidos por el Presidente Rómulo Betancourt y su esposa, Carmen Valverde de Betancourt. En su discurso de bienvenida, el Presidente venezolano manifestó que conversaría sobre la problemática internacional, regional y nacional con el Presidente Kennedy, y refiriéndose al distinguido viisitante dijo que “se está escuchando otra vez en la Casa Blanca, el mensaje de Franklin D. Roosevelt”. Seguidamente hizo uso de la palabra el Presidente Kennedy: “Vengo a Venezuela como el primer presidente norteamericano que ha llegado en visita oficial a este país. Pero en cierto sentido vengo también siguiendo los pasos de otro Presidente norteamericano, Franklin Roosevelt, porque fue él quien mejor entendió la interdependencia de vuestro país y el mío, quien desechó las actitudes anticuadas del pasado, quien se dirigió a vosotros en ocasión de gran peligro para pediros ayuda y guía, y quien dedicó mi nación a la política del Buen Vecino…Aquí en Venezuela está realizándose ese principio, logro de la justicia social y económica bajo la democracia”. Al concluir la visita, ambos Presidentes emitieron una declaración conjunta, en la que en el punto 6°, expresan: “Los dos Presidentes manifestaron su convicción de que una labor de gran aliento en el campo social conforme a los principios de la Alianza para el Progreso, debe estar estrechamente vinculada al proceso de desarrollo económico. Los precios de los productos básicos y las prácticas comerciales de los países inportadores deben tomar en consideración de modo efectivo la dependencia de la América Latina de las exportaciones. El reconocimiento de esta realidad es factor vital para la vigencia, en su letra y su espíritu, de la Carta de Punta del Este” (6).

A diferencia de la visita del vicepresidente Richard Nixon y señora, en 1958, la del Presidente Kennedy y señora fue recibida con complacencia y, como lo señaló la prensa, hubo “desbordante júbilo en las avenidas de Caracas, donde el público vitoreó al Presidente Kennedy y su esposa” (El Universal, 17 de diciembre de 1961).

En el próximo Collage nos referiremos a la situación económica del país en 1961, y las medidas tomadas por el Gobierno.

Notas

1-Rómulo Betancourt. “La Revolución Democrática en Venezuela”. Tomo II. Caracas/1968. Pág. 234.

2-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 351.

3- Ramón J. Velásquez. “Aspectos de la Evolución Política de Venezuela en el Úlimo Medio Siglo de Historia 1926-1976”. Venezuela Moderna. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas 1976. Pág. 218-219.

4-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 183 y 185.

5-Ramón J. Velásquez. Obra citada. Pág. 220.

6-“Historia Gráfica de Venezuela”. José Rivas Rivas. El Gobierno de Rómulo Betancourt-segunda parte-. Ediciones Toran C. A., en Caracas, Venezuela 1993. Pág. 129.

-00-

COLLAGE CUADRAGÉSIMO OCTAVO (48) SOBRE DON RÓMULO BETANCOURT-BELLO. Por: Carlos Canache Mata. Opinión. Venezuela.

COLLAGE CUADRAGÉSIMO OCTAVO (48) SOBRE RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional -X-)

Carlos Canache Mata

En el Collage Cuadragésimo Segundo, se describió la situación económica del país que encontró el Gobierno Constitucional del Presidente Rómuo Betancourt al iniciar su gestión el 13 de febrero de 1959. Allí, se hace referencia a la baja de los precios del petróleo y a las restricciones que desde el 10 de marzo de 1959 comenzó a aplicar Estados Unidos a sus importaciones petroleras, lo que consecuencialmente implicó una disminución de los volúmenes exportados por Venezuela y, por tanto, un menor ingreso de divisas al país, con agravamiento de la recesión económica que venía sintiéndose desde el año 1958. Por esa razón, el Ministro de Hacienda, José Antonio Mayobre, informó que, por Resolución conjunta con el Ministerio de Fomento, el 20 de noviembre de 1959 se había sometido provisionalmente a licencia previa la importación de un grupo numeroso de mercancías suntuarias o de lujo. Además, en abril de 1960 se inician pagos de deuda externa, y ya para el mes de junio el aumento de la venta de dólares del Banco Central indicaba que no se estaba en capacidad de soportar tal drenaje de divisas, que representaba riesgos para el financiamiento de las actividades económicas.

Ante esa situación de fuga de capitales, se planteó el dilema de adoptar una devaluación del bolívar o un control de cambio. Este tema era muy sensible, porque desde 1941, cuando el valor de nuestro signo monetario se fijó en 3,35 bolívares por dólar, ese valor de cambio gozaba de estabilidad. En un principio, se pensó en la devaluación, pero a ello se opusieron Copei y los sectores comerciales e industriales, por lo que se decidió el establecimiento del control de cambio, mediante Decreto del 8 de noviembre de 1960, aprobado en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. Héctor Hurtado, director general de Cordiplán, comenta: “Con la separación de URD de la coalición que estaba ocurriendo en esos momentos se hubiera agravado el problema político si a ella se sumaba también la eventual separación de Copei que planteó el problema en términos conflictivos. Todo ese proceso concluyó con la renuncia del Ministro de Hacienda, Dr. Mayobre, y la adopción del sistema de control de cambio”. (1). En marzo de 1961, se modificó este sistema con el establecimiento de dos mercados: el de tipo de cambio de 3,35 y el de un mercado libre para la importación de bienes y servicios no esenciales.

Después de la renuncia de Mayobre, el nuevo titular del Ministerio de Hacienda es Tomás Enrique Carrillo Batalla, quien presenta un plan de recuperación económica que contempla el fortalecimiento de la construcción pública y privada. La opinión de Luis José Silva Luongo sobre la labor cumplida por Carrillo Batalla, durante su breve paso al frente del Ministerio de Hacienda, es la siguiente: “Los esfuerzos encaminados a racionalizar y reducir el gasto público fueron bastante laudables; y los relativos al mejoramiento de los ingresos fueron muy rendidores. La reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1961, que estableció la retención en la fuente y el pago del gravamen para las rentas derivadas de sueldos y salarios, así como el pago del impuesto a medida que se causa (pay as you go) para las personas jurídicas con rentas superiores a Bs 200 mil en su último ejercicio fiscal, fue de vital importancia para el mejoramiento de los ingresos fiscales. La reforma de la Ley de Renta de Cigarrillos, y la Reforma de la Ley del Timbre Fiscal, conjuntamente con la Ley de Impuesto sobre la Renta, permitirían incrementar la recaudación de los ingresos fiscales en Bs 600 millones aproximadamente “ (2). El mismo Carrillo Batalla dice: “pero pasa el tiempo y los problemas de carácter fiscal y de recesión económica no parecen ceder, para angustia del presidente Betancourt” (3).

Esa “angustia” parece reflejarse en el Tercer Mensaje presentado al Poder Legislativo el 11 de marzo de 1961 por el Presidente Betancourt, cuando, al referirse a la situación económica, dice : “Esperaba para esta época poder presentar al país un cuadro distinto de una economía saneada y ya en franco proceso de recuperación”. Y más adelante expresa que ante el dilema arriba señalado –devaluación o control de cambio-, se “pensó” en la devaluación, manteniendo la libre convertibilidad del bolívar, para evitar los problemas que conlleva el control de cambio, y confiesa que “fue un error, sin embargo, el haber tratado de evitarlo cuando en definitiva fuimos llevados a instaurarlo”, ante la persistencia de la fuga de divisas. Lo manifiesta en estos términos: “El establecimiento del control de divisas el 8 de noviembre de 1960, descartada como fuera la variación del tipo de venta de las divisas oficiales, representa un cambio de rumbo en la política financiera que tradicionalmente se había seguido en Venezuela. Aunque imposible de prever el período de vigencia, esta medida es sin embargo de carácter transitorio y ha tenido como objetivo principal detener la fuga de divisas” (4).

En cuanto a la situación fiscal, el Presidente informó: “…Se requirió una disminución moderada de los sueldos del personal al servicio de la administración. Si bien fue intención del Ejecutivo llevar las reducciones a los empleados con sueldos superiores a 1.000 bolívares, mediante una escala progresiva del 2 al 26%, la reducción en la práctica se limitó a los sueldos superiores a 2.5000 bolívares, por decisión del Congreso Nacional. Los sueldos menores de 1.000 bolívares cubren el 75% de los empleados públicos” (5). En relación a la deuda pública, dijo: “Durante el año 1960, la deuda pública total, excluídos los intereses, experimentó una reducción de 72 millones de bolívares con relación a 1959, al pasar de 2.716 millones de bolívares en diciembre de 1959, a 2.644 millones en 1960. La deuda pública directa representa el 46% del total; la deuda indirecta, el 20%; y la deuda flotante, el 34%” (6).

Sobre el petróleo: “En 1960 el actual gobierno continuó su gestión intransigentemente nacionalista en materia de petróleo, de inconfundible contenido antiimperialista” (7), afirmación que fundamentó en cifras del reparto de utilidades entre el Fisco y la industria; y auguró que con la OPEP, recién creada en septiembre de 1960, se logrará un mejor y un justo precio para esta fuente de energía.

Sobre el hierro, industria iniciada en 1951, reseñó: “Con el hierro se viene siguiendo una política paralela a la política del petróleo. Esta industria alcanzó tan amplio desarrollo que Venezuela es actualmente, a la vez, el mayor exportador de petróleo y el mayor exportador de hierro del mundo. No se otorgarán a particulares nuevas concesiones de hierro ni de petróleo, como tampoco se otorgarán de otros minerales que sean materias primas para la industria siderúrgica o la del aluminio” (8).

Sobre la Reforma Agraria: “La acción del Instituto Agrario Nacional en el campo de la reforma agraria se incrementó notablemente, y así, si para 1959 se habían asentado alrededor de 5.800 familias, en 1960 el número de familias asentadas llegó a más de 24.000, o sea, un incremento de más de 400 por ciento. El área repartida durante el Gobierno constitucional alcanza a un millón de hectáreas” (9).

Sobre la industrialización del país: “La política de industrialización ha continuado desarrollándose en forma constante, conforme a los objetivos formulados: el logro de una economía diversificada y la consecución de nuestra independencia económica. Durante el año 1960, al igual que en el año anterior, el Gobierno ha hecho inversiones en la ejecución de la política de expansión industrial, dirigida principalmente a la sustitución de importaciones. A tal fin se han aplicado eficazmente la protección aduanera, la exoneración de impuestos aduanales, la ayuda crediticia y otros instrumentos de desarrollo industrial” (10).

Sobre la política educacional: “…Ya superan la cifra de 1.450.000 los niños y jóvenes que asisten a nuestras escuelas, liceos, escuelas técnicas y universidades… para lograr este resultado ha sido preciso abrir más de 5.000 escuelas, 54 liceos y 100 planteles de educación vocacional y prácticamente duplicar la capacidad de las universidades” (11), debiéndose destacar la creación de las universidades de Valencia y del Oriente de la República.

Sobre Salud y Asistencia Pública: “Los servicios médico-asistenciales han ampliado sus actividades en hospitaliazción y consultas externas en más del 10% sobre el año de 1959…la acción contra la desnutrición de los escolares recibió un notable impulso mediante el establecimiento de 260 nuevos comedores, o sea un 40% más de los que existían en 1959…En nuestro país el Estado tiene un gasto anual per cápita de Bs 111 en servicios de atención médica, lo que es esencialmente igual al de países en donde dichos servicios han sido nacionalizados, como en la Gran Bretaña” (12).

El Presidente Betancourt también informa las realizaciones de la política de obras públicas en vivienda, acueductos y cloacas, carreteras, etc., habidas en el año 1960.

Finalmente, en su Mensaje el Presidente Betancourt se refiere a las relaciones con la Iglesia Católica, reconociendo que, en el marco de la tradicional libertad de cultos, es la religión católica la que profesa la gran mayoría de los venezolanos. Celebró que su Santidad Juan XXIII haya escogido a José Humberto Quintero como príncipe de la iglesia, y expresó que con júbilo el Gobierno condecoró al primer cardenal de Venezuela con el Gran Collar de la Orden del Libertador, la más alta distinción honorífica que discierne la República. Anunció que espera que la Ley de Patronato Eclesiástico, vigente desde 1824, pueda ser sustituída en el futuro por un tratado o convenio concertado con la Santa Sede, para regular las relaciones entre la el Estado y la Iglesia.

Notas

1-Eduardo Mayobre. “José Antonio Mayobre”. Biblioteca Biográfica Venezolana. Libros de El Nacional. Caracas 2009. Pág. 70.

2- Luis José Silva Luongo. “De Cipriano Castro a Carlos Anfrés Pérez 1899-1979”. Tomo I. 1ª edición Monte Avila Editores. 2000. Pág. 400.

3-Luis José Silva Luongo. Obra citada. Pág. 399.

4-Rómulo Betancourt. La Revolución Democrática en Venezuela”. Tomo I. Pág. 522.

5-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág.526.

6-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 527.

7-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 529.

8-Rómulo Betanocurt. Obra citada,. Pág. 533-544.

9-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 538.

10- Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 541.

11-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 545-546.

12- Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 547-548.

Comentario actual:

El homenaje a Oswaldo Alvarez Paz. El pasado 13 de enero se rindió a Oswaldo Alvarez Paz un merecido homenaje. Representantes de los partidos democráticos de la oposición y de los más variados sectores de la sociedad venezolano, se reunieron para hacerle un reconocimiento a quien es un brillante y consecuente luchador por la causa de la democracia y la libertad.

La fecha escogida para el acto -13 de enero- fue la misma en que en el año 1946 se fundó el Partido Social-cristiano Copei, del cual Oswaldo ha sido uno de sus más esclarecidos dirigentes. Ha profesado y defendido los postulados ideológicos de ese partido con lealtad, con firmeza, tanto en el escenario nacional como en el escenario internacional. Lo pude constatar cuando fuimos diputados en el Congreso Nacional y cuando compartimos presencia en eventos celebrados fuera de nuestras fronteras. Coincidimos por un tiempo en el desempeño de las Jefaturas de las Fracciones Parlamentarias, él en la de Copei, yo en la de Acción Democrática; y tuve el honor de sucederlo en la Presidencia de la Cámara de Diputados. Eran otros tiempos. No eran ni la procacidad ni el dicterio, lo que se oía en el recinto legislativo cuando se protagonizaban debates entre la bancada oposicionista y la bancada gubernamental. Sin hablar a media voz, hablando a voz entera, defendíamos nuestras respectivas posiciones políticas, sin tirar brazas quemantes de insultos y ofensas a los que estaban en trinchera adversaria. Argumentos y palabras de respeto, no agravios, fueron los instrumentos que se blandían en ese entonces en el Capitolio. Y, además, nos honraba pertenecer a la raza de dirigentes políticos que creen que el ejercicio de la función pública es ocasión para servir y no para lucrar.

Bajo la dictadura que ahora impera en Venezuela, se ha degradado la controversia política, y se persigue a los disidentes de la posición oficial. El propio Oswaldo ha sido objeto de ese trato hostil, hasta el punto de que desde hace años tiene prohibición de salir del país.

Lamenté no haber asistido al homenaje ofrecido a Oswaldo, por falta de información oportuna; pero hoy, con estas líneas, le tributo mi afecto de siempre.

COLLAGE CUADRAGESIMO SEXTO (46) SOBRE DON ROMULO BETANCOURT-BELLO. Por Carlos Canache-Mata. Opinón. Venezuela.

COLLAGE CUADRAGÉSIMO SEXTO (46) SOBRE RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional –VIII-)

Carlos Canache Mata

En materia petrolera, ocurrieron en 1960 dos hechos de trascendente importancia, que forman parte de la política que se aplicó en ese sector durante el Gobierno Constitucional de Rómulo Betancourt.

La CVP. El 19 de abril de ese año, mediante el Decreto N° 260 del Presidente Betancourt, se creó la Corporación Venezolana de Petróleo que, como lo señaló el Ministro de Minas e Hidrocarburos, Juan Pablo Pérez Alfonzo, singularizó la “participación directa del Estado en la actividad petrolera”. Las nuevas áreas que se decidieran explotar, no se entregan a las compañías extranjeras por el sistema de concesiones, sino que se le asignan a la CVP, que las desarrollará a través de la explotación directa o de la celebración de contratos de servicio. Eventualmente, el instrumento creado podría asumir el manejo de la industria petrolera, si ésta fuera nacionalizada, o al vencimiento de las concesiones a partir de 1983. A los fines fiscales, la CVP recibió un trato similar al de las compañías extranjeras. Para cumplir sus funciones, la CVP raquería educar o formar una gerencia venezolana independiente de las empresas transnacionales. Como refiere Eduardo Mayobre, “cuando a mediados de la década de los setenta se procedió a la nacionalización de la industria petrolera se consideró que la CVP no estaba preparada para hacerse cargo del manejo de la totalidad de la industria petrolera y se transformó a las compañías extranjeras en ‘operadoras’ de la industria nacionalizada” y “la CVP fue una más de las compañías operadoras”. A juicio de Mayobre, “la CVP solamente llegó a representar una fracción pequeña de la producción petrolera venezolana; y, por último, el mecanismo de contratos de servicio se empantanó en interminables discusiones que retardaron su instrumentación” (1)

La OPEP. Antes de 1950, las grandes compañías norteamericanas que explotaban el petróleo del Medio Oriente no pagaban ningún impuesto sobre sus ganancias (sólo pagaban, a cada país, 4 chelines por tonelada de petróleo extraído) y, gracias a ese privilegio, inundaban con su producción la costa atlántica de EEUU y competían a más bajo precio con el petróleo venezolano, que sí estaba sujeto a tributos fiscales, los cuales en el trienio 1945-1948, llegaron al famoso fifty-fifty, y con el Gobierno Provisional bajo la presidencia de Edgar Sanabria en 1958 alcanzaron alrededor del 60%, sobre las ultilidades de la industria petrolera. Así nació la idea de llegar a un acuerdo con los países petroleros del Medio Oriente para regular la producción, haciéndoles ver el negocio que, en perjuicio de ellos, hacían las compañías norteamericanas, y exponiéndoles, además, la experiencia de Venezuela que permitía aumentar los ingresos fiscales.

A partir de 1950, los países del Medio Oriente comenzaron a decretar impuestos sobre las utilidades petroleras. En abril de 1959 se celebra el Primer Congreso Petrolero Árabe en El Cairo. Allí, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Ministro de Minas e Hidrocarburos del Gobierno Constitucional presidido por Rómulo Betancourt, plantea que, controlando la producción y eliminando el excedente de crudo en el mercado, es que se puede evitar la caída de los precios, y que, en consecuencia, debía crearse un organismo de consulta con ese objetivo. En el mes de agosto de 1960 hay una drástica reducción de los precios, anunciada unilateralmente por las compañías petroleras. Ante esa situación, el 10 de septiembre de ese año, en Bagdad se reunen Venezuela, Irak, Irán, Arabia Saudita y Kuwait para establecer una política común sobre precios y producción. Cuatro días después, el 14 de septiembre, se creó la OPEP. Venezuela estuvo representada por el titular del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo. En el texto del acuerdo de Bagdad se dice que se decidió formar un Organismo permanente llamado Organización de los Países Exportadores de Petróleo para consultas regulares entre sus Miembros con vista a coordinar y unificar sus políticas, y se justifica esa decisión por haber considerado: “Que los Miembros tienen en marcha muchos programas necesarios de Desarrollo, financiados principalmente por las entradas provenientes de sus exportaciones petroleras; Que los Miembros tienen que contar en alto grado con las entradas petroleras para equilibrar el presupuesto anual nacional; Que el petróleo es una riqueza perecedera y en la medida en que se va agotando debe ser reemplazado por otras riquezas; Que todas las naciones del mundo, para mantener y mejorar sus niveles de vida tienen que contar casi por completo con el petróleo como fuente primaria de generación de energía; Que cualquier fluctuación en el precio del petróleo afecta necesariamente la marcha de los Programas de los Miembros, y resulta en una dislocación perjudicial no solamente para sus propias economías, sino también para las de todas las naciones consumidoras” (2).

El Presidente Betancourt y la OPEP. Presidía a Venezuela Rómulo Betancourt, quien intervino activamente, junto con Pérez Alfonzo, en todo el proceso de concepción y gestación de “la organización más poderosa que jamás haya sido creada por los países en vás de desarrollo” (3), al decir de Pierre Terzian, economista especializado en cuestiones petroleras y autor del fascinante libro “La Increíble Historia de la OPEP”. Con motivo de la II Cumbre de Soberanos, Jefes de Estado y de Gobierno de la OPEP, reunida en Caracas los días 27 y 28 de septiembre del año 2000, la Asamblea Nacional discutió y aprobó un Acuerdo en el que se señaló la importancia de la OPEP y la decisiva participación de Venezuela en su fundación. Como lo destacaron los diversos medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, los diputados del oficialismo chavista sólo mencionaron en aquel Acuerdo el nombre de Juan Pablo Pérez Alfonzo y se negaron a incorporar el nombre de Rómulo Betancourt.

El máximo líder de Acción Democrática no sólo era el Presidente de la República cuando se crea la OPEP el 14 de septiembre en Bagdad, sino que intervino activamente en todo el proceso de su concepción y gestación. En los dos gobiernos que le tocó presidir compartió con Pérez Alfonzo la orientación y las responsabilidades de la política petrolera, como queda exhaustivamente recogido en el capítulo 4 del libro “El Petróleo en el Pensamiento Económico Venezolano” de Asdrúbal Baptista y Bernard Mommer. Es a instancias de Rómulo que Pérez Alfonzo, profesor de Derecho Civil en la UCV, empieza a ocuparse del petróleo. El propio Pérez Alfonzo en su libro “Hundiéndonos en el Excremento del Diablo”, lo confiesa: “…Quedó así en marcha el proceso de revisión que, después de pasar por el fracaso parcial de la nacionalización en Irán, condujo finalmente a la creación de la OPEP. Lo demás es historia actual. Pero esta historia que tiene sacudido al mundo y alienta esperanzas hacia un orden económico nuevo no se habría llevado a cabo sin Acción Democrática, y particularmente sin la visión y la labor constante de su máximo dirigente Rómulo Betancourt. Creo necesario declarar una vez más que toda la labor que me correspondió realizar en esta importante materia perolera, no la habría podido llevar a cabo sin la colaboración de ese partido, ni sin el estímulo de Betancourt. Particularmente el comienzo no lo habría iniciado sin las hábiles presiones del político activo, comprometiéndome a la acción. El Voto Salvado a la Ley de 1943 no lo habría preparado sin la instigación de Betancourt llegando al extremo de ayudármelo a escribir a máquina. Tampoco habría llegado a Miraflores el 18 de octubre si prácticamente no me hace salir a rastras de aquí, en Los Chorros con mi vecino Ricardo Montilla. Y mucho menos habría regresado de Méxivo, a encerrarme en la Torre Norte del Silencio, si el recién electo Presidente no me hubiese convencido en Diciembre de 1958 de la necesidad de complementar la política petrolera. Lo iniciado en 1945 había quedado tronchado por el golpe militar” (4).

Esa participación fundamental de Betancourt, junto a Pérez Alfonzo, en la creación de la OPEP y en otros hechos de la historia petrolera venezolana, es reconocida igualmente por distinguidos actores y analistas de nustra vida política. Teodoro Petkoff ha escrito (Tal Cual 25-09-2000): “Fue un gobierno adeco, el del 45-48, el que estableció el fifty-fifty con las compañias petroleras. Fue por la visión y energía de Rómulo Betancourt y Pérez Alfonzo, en un segundo gobierno adeco, que fue creada la OPEP”. Dos destacados columnistas, Fausto Masó e Ibsen Martínez, también testimoniaron, en El Nacional del 30 de septiembre del año 2000, su reconocimiento a la contribución de Betancourt en la creación de la OPEP. Masó apunta sobre Betaqncourt que “fue el presidente que respaldó la creación de la OPEP”, y Martínez formula las siguientes consideraciones: “Es en relación con ellos dos (Betancourt y Pérez Alfonzo) que puede decirse que la OPEP, valga lo que valiere en la historia del siglo petrolero, es una invención venezolana. En los años 60, el momento más fragoroso de la descolonización del Tercer Mundo que siguió a la Segunda Guerra Mundial, Betancourt y Pérez Alfonzo obraron en una dirección que contemplaba la inequidad del sistema econonómico y el deber de inversión social de los gobiernos democráticos del llamado Tercer Mundo”.

Esa es la verdadera historia de la creación de la OPEP, que ni el tiempo ni nadie podrá violentar. Sólo en los países totalitarios, el odio y el fanatismo falsifican la historia. En la antigua Unión Soviética se escribía y reescribía, al vaivén de las pugnas y las purgas, el rol cumplido por los líderes revolucionarios. En la Italia de Mussolini, propuso Alfredo Rocco reescribir la historia de Europa según la visión del mito fascista. En la Alemania de Hitler, nos cuenta William Shirer en su monumental obra “La Historia del Tercer Reich” que durante el nazismo, que vituperaba los 14 años de la República de Weimar (1919-1933) y exaltaba los años de gobierno del nuevo Reich, “la Historia quedó tan falsificada en los libros de texto y en las conferencias de los profesores, que llegó a ser ridículo”.

El autoritarismo venezolano, que se atavía con arreos totalitarios, también ha tenido, tanto en petróleo como en otras materias, atrevimientos parecidos de contar la historia a su manera.

En el próximo Collage, seguiremos comentando lo que pasó en el año 1960.

 

1-Eduardo Mayobre. “Juan Pablo Pérez Alfonzo”. Biblioteca Biográfica Venezolana. C.A. Editora El Nacional. Editorial Arte 2005. Caracas. Pág. 94 y 95.

2-Historia Gráfica de Venezuela. José Rivas Rivas.”El Gobierno de Rómulo Betancourt”. Centro Editor, c.a. Caracas, 1981. Pág. 138.

3-Pierre Terzian. “La Increíble Historia de la OPEP”. 1988, Macrobit Corporation. Introducción, página IX.

4-Juan Pablo Pérez Alfonzo. “Hundiéndonos en el Excremento del Diablo”. 4ª edición. 1976. Editorial Lisbona. Caracas. Pág. 372-373.

                                                                       -ooo-

Reflexión al comenzar el nuevo año. Nadie sabe cuándo terminará su tránsito terrestre, su tránsito existencial. La vida discurre y apremia, la muerte es ineluctable y acecha. Eso explica por qué hay que poner empeño en que ese tránsito esté al servicio de una causa útil, apartando lo que desdice de la condición humana del hombre, sea mucho o poco el tiempo que el destino nos haya concedido. Como advierte el Eclesiastés, “todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo…tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado…tiempo de destruir y tiempo de edificar…tiempo de esparcir las piedras y tiempo de amontonarlas…tiempo de buscar y tiempo de perder…tiempo de callar y tiempo de hablar…tiempo de guerra y tiempo de paz”. El ser humano nace libre y, por eso, es responsable de lo que hace y de lo que deja de hacer.

Lo mismo puede aplicarse a los gobiernos, que son máquinas manejadas por hombres. Sus decisiones son el resultado de una voluntad única, en el caso de una dictadura, o de una voluntad plural, en el caso de una democracia.

Aquí en Venezuela, actualmente hay una dictadura, con la particularidad de que es una dictadura polifónica. Se expresa por muchas voces y en su seno se mueven ambiciones personales e intereses crematísticos, por lo que es también una dictadura cleptómana. Tal caracterización, es lo que nos permite entender que los que, desde hace más de 20 años,  están ejerciendo el poder en esta oscura de la historia nacional, prefirieron, en vez de plantar, arrancar la democracia que estaba plantada; en vez de edificar y construir, entregarnos un país en ruinas; en vez de reprobar la violencia, amontonar piedras y fusiles para atacar a quienes se le oponen; en vez de buscar un camino mejor, empujar por el camino que nos lleva a perder; en vez de  callar, multiplicar agresiones verbales contra la disidencia democrática; en vez de ofrecer un tiempo de paz, ofrecer un tiempo de guerra.

Eso es lo que ha preferido la dictadura. Esa ha sido su elección. Pero, como también proclama el Eclesiastés, nada es eterno, “todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo”.

COLLAGE CUADRAGESIMO SEGUNDO (42) SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por: Carlos Canache-Mata. Opinión. Politic a. Historia. Venezuela

COLLAGE CUADRAGÉSIMO SEGUNDO (42) SOBRE RÓMULO BETANCOURT

(Gobierno Constitucional 1959-1964 –IV-)

Desde su inicio, la actuación administrativa del gobierno constitucional de Rómulo Betancourt afrontó, tanto en el escenario internacional como en el interno, situaciones complicadas, con muchas dificultades. Dice el historiador Germán Carrera Damas que la gestión gubernamental en ese período “significó para Rómulo Betancourt presidente la más difícil prueba de su capacidad política y de su determinación de estadista comprometido con la implantación de la democracia” (1). Lo mismo opina otro historiador, Manuel Caballero, quien señala que, después de ser el ganador en el trance electoral, “Betancourt comenzará a gobernar en medio de perspectivas nadaa auspiciosas. Pero la travesía del desierto ha terminado, aún así lo que lo espera en Canaán no son precisamente ríos de leche y miel” (2).

La situación económica encontrada en 1959 era problemática y preocupante. La dictadura había dejado unas Reservas del Tesoro de 2.215 millones de bolívares, pero también había dejado una deuda pública por un monto de 4.500 millones e bolívares; la disminución estacional de las obras públicas, según las conveniencias inaugurativas del dictador, había generado una gran masa de desempleados solicitando trabajo, especialmente en Caracas; abundaban los reclamos y necesidades sociales que exigían atención; hay una baja de los precios en los mercados externos del petróleo, con el consiguiente impacto en los ingresos fiscales y en el financiamiento presupuestario, a pesar de la modificación de la Ley de Impuesto sobre la Renta, decretada el 19 de diciembre de 1958 por la Junta de Gobierno presidida por Édgar Sanabria, que elevó la participación del país en los beneficios petroleros desde le fórmula del cincuenta-cincuenta a alrededor de un 60%; el Gobierno de Estados Unidos aplica restricciones, desde el 10 de marzo de 1959, a sus importaciones de petróleo, por lo que los volúmenes exportados por Venezuela se igualan a los de 1957; el valor de las exportaciones de petróleo, que había sido de 2.570 millones de dólares en 1957 y de 2.299 millones de dólares en 1958, baja a 2.182 millones de dólares en 1959; descienden apreciablemente las actividads de inversión. Ese fue el oscuro paisaje económico y fiscal que, en el comienzo de su andadura, encontró a la vista el Gobierno Constitucional de Rómulo Betancourt.

Con motivo de las restricciones a las exportaciones de nuestro petróleo, el Gobierno venezolano dirigió el 24 de abril de 1959 un memorándum al Gobierno de EEUU, en el que expresaba: “El Gobierno de Venezuela está particularmente extrañado por la tendencia indicada por el Gobierno de Estados Unidos al establecer discriminaciones contra las importaciones de petróleo desde Venezuela sobre la base de la seguridad nacional de EEUU, y esta tendencia hace surgir la implicación de que a Venezuela se la desestima y que las fuentes venezolanas de petróleo ya no se consideran, como antes lo fueran, esenciales para la seguridad de Estados Unidos…” (3). Es más, por parte del Gobierno venezolano se aplicaron restricciones cuantitativas a artículos incluidos en el Tratado comercial entre EEUU y Venezuela, tal como lo anunció el Presidente Betancourt el 18 de junio de 1959 en una reunión con el Consejo Bancario Nacional: “Está ya resuelto que un determinado número de productos que estamos en capacidad o en posibilidad de producir en el país va a ser excluido de la Lista N° 1 del tratado comercial suscrito entre Venezuala y Estados Unidos. El tratado no será denunciado…y así sucesivamente, continuarems excluyendo todos aquellos artículos que estemos en capacidad de producir dentro del país” (4). Esa medida anunciada por el Presidente Betancourt ha sido considerada por los economistas como una pieza fundamental en el avance del desarrollo industrial de Venezuela en los años siguientes, la cual estaba enmarcada en una estrategia de desarrollo que impulsara y fortaleciera los sectores internos de producción.

No obstante la difícil situación económica encontrada y los problemas presentados en 1959, descritos líneas arriba, el Presidente Betancourt, en discurso pronunciado el 7 de diciembre de 1959 con motivo de la conmemoración de su elección presidencial, pudo hacer el siguiente balance sumario de la gestión cumplida durante su primer año de gobierno, en estos términos: “…Pero (el país) sabe que no sólo se está gobernando con libertades públicas, sino también con empeñoso esfuerzo administrativo. Sabe que encontramos acumulado un saldo de problemas que fueron creciendo y ahondándose en casi una década de desgobierno. Pero sabe también que se le ha dado al país un ritmo de trabajo en todos los frentes. Sabe que se están construyendo más de 450 obras públicas en todo el país. Que los desocupados van obteniendo progresivamente trabajo estable. Que las fábricas de cemento y de otros materiales de construcción están vendiendo la totalidad de su producción; que una más justa distribución de la renta nacional ha aumentado la capacidad de consumo de la población y que este año de 1959 lo está considerando ya excepcional, por su volumen de ventas y de ganancias, la determinante mayoría de las firmas bancarias, comerciales o industriales. Que las siembras en el campo son las más altas que se recuerdan en la historia del país y que los préstamos en estos nueve meses de gobierno hechos por el Banco Agrícola y Pecuario exceden de los de varios años anteriores reunidos. Que el proceso de liberación económica de la nación y de creación de fuentes estables de trabajo se expresa con el signo magnífico de que las inversiones industriales en 1959 superan con largueza a las de cualquier otro año de la historia nacional. Que ya somos millonarios en niños concurriendo, con su gozosa algarabía, a los planteles educacionales. Que el gobierno está empeñado en una política de austeridad, de equilibrio del presupuesto, de reducción drástica de todo gasto dispendioso, de aséptica moralidad administrativa; y de convencer también a los venezolanos, seguros de que lo ayudarán con entusiasmo en esa empresa, de que sólo produciendo más, gastando menos en lo superfluo y trabajando todos con un mismo ímpetu contructivo, podremos forjar una patria grande, próspera y esclarecida” (5). En el Segundo Mensaje presentado al Congreso de la República el 29 de abril de 1960 se recoge, con cifras e informaciones más detalladas, la obra realizada durante el año 1959.

Así entrarermos en el año 1960.

Así entrarermos en el año 1960.

Notas

1-Germán Carrera Damas. “Rómulo Histórico”. Editorial Alfa. 2013. Pág. 296.

2-Manuel Caballero. “Rómulo, político de nación”. Alfadil Ediciones/FCE. 2004. Pág. 303.

3-Eduardo Mayobre. “José Antonio Mayobre”. Biblioteca Biográfica Venezolana. C.A. Editora El Nacional. 2009. Pág. 62.

4-Rómulo Betancourt. “La Revolución Democrática en Venezuela”. Tomo I. Imprenta Nacional. Caracas/1968. Pág. 85-86.

5-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág. 187.

                                                                 

Nota de Actualidad:

La Soledad electoral

La dictadura-saurio (por aquello de los dinosaurios) instalada en Miraflores conduce al país a épocas primitivas. En su ADN se registra su ancestro brutal, salvaje. Sobre ella no han soplado aires de civilización y modernidad.

La parodia comicial del 6D rueda en medio del desprecio del mundo, sin que nadie le conceda un átomo de credibilidad. Cuando el CNE dice que hubo una participación del 30,50% (que ya, de por sí, es baja) en la farsa electoral que se acaba de montar, la gente descubre que la capacidad de mentir puede ser infinita. Los centros de votación se colmaron de gente invisible, de una soledad inmedible. Acierta el editorial de El Nacional, del 7-12-20, cuando afirma que “la jornada electoral más desolada de la historia se vivió ayer en los pueblos y ciudades de Venezuela”.  Para lo que sí hay colas, de gente de carne y hueso, es para comprar gasolina o gas doméstico o para reclamar agua, electricidad, educación, salud, comida a precios admisibles. Y ante todo y por encima de todo, gente que abre la garganta y empuña la voz pidiendo libertad.

¿Quién puede reconocerle legalidad y legitimidad a unos comicios arbitrados por un CNE que mueve los sufragios como barajas en manos de prestidigitadores? ¿Qué validez pueden tener unas elecciones en las que están confiscados e intervenidos los partidos políticos de oposición y, en su lugar, participan grupos de tránsfugas comprados que extienden las manos para recibir migajas tiradas por la corrupción?

Ya se ha pronunciado la mayoría de la comunidad democrática del mundo. Voceros dela ONU, de la OEA, de la Unión Europea, del Grupo de Lima, del Grupo de Contacto Internacional, de todos urbi et orbi que detestan la tiranía y aman la libertad: el 6D no habló el pueblo venezolano que,  hace ya 22 años, tiene el tapabocas que le puso la pandemia política del chavismo/madurismo. 

descarga-33.jpg

REMISIÓN: De: May De La Vega
Date: mar, 8 de dic. de 2020 a la(s) 08:30
Subject: COLLAGE CUADRAGESIMO SEGUNDO (42) SOBRE DON ROMULO BETANCOURT BELLO. Por: C. Canache-Mata

COLLAGE TRIGÉSIMO OCTAVO (38) SOBRE RÓMULO BETANCOURT. Por: Carlos Canache-Mata. Opinión. Venezuela.

COLLAGE TRIGÉSIMO OCTAVO (38) SOBRE RÓMULO BETANCOURT

(Año 1958 –y II)-)

Carlos Canache Mata

Recuperada la libertad el 23 de enero, Acción Democrática, al igual que los otros partidos, emprendió la tarea de la reorganización de sus organismos de dirección y de su militancia de base. Los dirigentes nacionales, a la cabeza de ellos Rómulo Betancourt, recorrieron el país para accionar el proceso de reestructuración partidista. El reajuste de la maquinaria de Acción Democrática se simultaneaba con el contacto con todos los sectores económicos, sociales y políticos de Venezuela. El fundador de Acción Democrática dedicó atención especial a su empeño de dictar charlas y conferencias en las cámaras de comercio y de industriales, diagnosticando y planteando soluciones a los problemas de la economía nacional.

Por su parte, la Junta de Gobierno nombra, en el mes de marzo, la Comisión Redactora del Estatuto Electoral, cuyo intenso trabajo permitió que se promulgara la Ley Electoral el 24 de mayo, bajo la cual habrían de regirse las elecciones del 7 de diciembre de 1958. La Junta de Gobierno tiene cambios en su composición. El 18 de mayo salen de la Junta Eugenio Mendoza y Blas Lamberti, siendo sustituidos por Edgar Sanabria y Arturo Sosa. El 30 de junio, aparece en la Gaceta Oficial la designación de los miembros del nuevo Consejo Supremo Electoral, cuyo presidente es Fidel Rotondaro.

En su condición de Presidente de Acción Democrática, Rómulo Betancourt presentó, el 12 de agosto de 1958, el Informe Político a la IX Convención Nacional de su partido. A grandes rasgos, hizo un recuento y balance de una labor de diez años, ya que la VIII Convención Nacional se había realizado en mayo de 1948, poco antes del derrocamiento del gobierno constitucional presidido por Rómulo Gallegos. Analizó, entre otros aspectos, el punto de la relación y el entendimiento con los otros partidos, y dijo esto: “Este mantenimiento de la unidad con los partidos no ha sido obstáculo para que el nuestro asuma sus propias responsabilidades autónomas y adopte posiciones diferenciadas en determinadas ocasiones. Así sucedió, para hacer referencia a un reciente y sobresaltante hecho, en la noche del 23 de julio. En algunas zonas prevalecía la creencia de que era posible la transacción y el acuerdo con el grupo virtualmente alzado en La Planicie; y en esa coyuntura nuestro Partido asumió la responsabilidad de propiciar en todos los organismos civiles la consigna de huelga y de lucha indefinidas mientras no fuese dominada la insubordinación y no se aplicaran a sus promotores las sanciones a que se hubieran hecho acreedores por el golpe de Estado que pusieron en ejecución para hacer retroceder al país a una nueva dictadura” (1).

A este respecto, relata Sanín (Alfredo Tarre Murzi) que la noche del 22 de julio cuando Jóvito, Caldera y Eugenio Mendoza entraron en la sala de conferencias del Palacio Blanco, venían de La Planicie y habían hablado con los alzados; mientras Caldera y Mendoza permanecieron en silencio, habló Villalba: “Señores, la situación es muy grave. Allá están trescientos oficiales dispuestos a todo. Ellos tienen el respaldo de muchas guarniciones, en Caracas y en el interior. Si no obtienen pacíficamente sus finalidades, se levantarán en armas. Debo decirles que no hay cómo resistirles. O la resistencia resultaría una masacre. Yo creo que es preferible negociar con ellos. El general Castro León me ha encomendado la misión y yo creo que él cumplirá su compromiso en bien de la nación y de nuestra democracia. Lo contrario podría ser la guerra civil…” (2). La posición de Villalba no fue aceptada por los presentes en el Palacio Blanco.

En su Informe Político, al final, Betancourt tocó “el problema electoral”, señalando que “sin procurarlo y sin desearlo, mi nombre ha estado envuelto, a través de comentarios de prensa extraña a nuestro control, en ese controvertido campo de las candidaturas…he preferido que sea un calificado equipo de compañeros el que recoja y resuma ante la Convención las distintas modalidades que ofrece el problema electoral” (3).

Fueron muchas, en efecto, las propuestas o alternativas que se manejaban, dentro del marco de la exigencia unitaria de lo que se llamó “el espíritu del 23 de enero”, para darle a la nueva institucionalidad un piso firme de estabilidad democrática. Con el objeto sopesar y evaluar las diversas fórmulas que surgían sobre la candidatura presidencial única, y ponerle un nombre a ésta, se constituyeron las mesas redondas, con la participación de las representaciones partidistas. Al decir de Luis Herrera Campins, “los partidos se dedicaron a la empresa de encontrar el mirlo blanco de la candidatura presidencial de unidad” (4). Rafael Caldera tuvo esta reflexión: “Predominaba la firme voluntad de no volver atrás. De no reincidir en los errores cometidos a través de todas las soluciones prometidas y de todas las iniciativas fracasadas desde 1821 hasta 1958. Ciento treinta y siete años de experiencia tenían que hacernos madurar. Y estaba muy fresca la lección de la última dictadura, para que pudieran relegarse al olvido o menospreciarse sus verdaderas causas y factores” (5). Durante semanas, se celebraron reuniones, la primera en la casa nacional de URD, y las demás en la sede del recién creado partido “Integración Republicana”, en San Bernardino. Hubo un desfile de candidaturas, como se ha dicho. Centenares de profesores de la Universidad Central presentaron el nombre del doctor Rafael Pizani. Sectores representativos de las fuerzas económicas lanzaron el nombre de José Antonio Mayobre. Maestros y estudiantes universitarios presentan el nombre Julio de Armas. Copei y URD proponen el nombre del doctor Martín Vegas. Por su parte, Acción Democrática, en su IX Convención Nacional que tuvo lugar en el mes de agosto, como se indicó líneas arriba, aprobó y presentó a la consideración de la mesa redonda una fórmula con cinco alternativas: 1) que la candidatura unitaria se escogiera entre Rafael Pizani, José Antonio Mayobre y Carlos Morales; 2) que las militancias partidistas eligieran el candidato unitario entre Vegas y cualquiera de los tres candidatos mencionados en la primera alternativa; 3) un Ejecutivo colegiado integrado por Wolfgang Larrazábal, los líderes máximos de los tres partidos –Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba- y Alejandro Hernández, como representante de los sectores económicos; 4) en todo caso, la coalición de partidos; 5) lanzamiento de candidaturas partidistas propias.

Copei y URD acogieron la alternativa 5): no se pudo encontrar el mirlo blanco de la candidatura de unidad, al que se refirió Luis Herrera Campins, y vino el lanzamiento de las candidaturas partidistas. URD lanzó la candidatura de Larrazábal el 12 de septiembre de 1958 (dice Ramón J. Velásquez que se “descubrió” en Larrazábal “al hombre para oponerlo a Betancourt”, Venezuela Moderna, pág. 164); Copei lanzó la candidatura de Caldera en su VII Convencion Nacional, que se realizó entre el 4 y el 7 de octubre, dejando abierta la posibilidad de retirarla si se hallaba un candidato de unidad; y AD, por último, lanzó el 12 de octubre la candidatura de Betancourt, dejando también abierta la posibilidad de apartarla si se daba el milagro de la candidatura de unidad antes del 7 de diciembre. Se planteó, entonces, la necesidad, más que la posibilidad, de un acuerdo para la integración del gobierno y para el programa que se debía cumplir. Así fue que aparecieron, prácticamente como un imperativo, el Pacto de Punto Fijo, la Declaración de Principios y el Programa Mínimo de Gobierno.

El Pacto de Punto Fijo (tomó el nombre de la casa del doctor Caldera, donde se realizó la reunión que le dio origen) fue suscrito el 31 de octubre de 1958 por los representantes de Copei, URD y AD, encabezados, respectivamente, por Caldera, Villalba y Betancourt. Fueron testigos del acto los representantes de Fedecámaras, del Comité Sindical Unificado Nacional, de la Junta Patriótica, de la Federación de Centros Universitarios y de la Federación de Gremios Universitarios. Ese Pacto, en opinión del historiador Ramón J. Velasquez, es un testimonio de que “los jefes de los partidos políticos, a diferencia de los Borbones, sí olvidan y aprenden, cuando las circunstancias los obligan” (6), y más adelante afirma: “Lo del candidato de unidad era un imposible político, pero era un hecho menor. Lo trascendental era la decisión de compartir el ejercicio del poder en los próximos años y de respaldar al gobierno de turno frente a las amenazas conspirativas de cualquier signo” (7). La Declaración de Principios y el Programa Mínimo de Gobierno, previstos en el Pacto de Punto Fijo, fueron firmados por los tres candidatos presidenciales (Rómulo Betancourt, por AD; Rafael Caldera, por Copei; Wolfgang Larrazába, por URD y el PCV) en la sede del Consejo Supremo Electoral el día 6 de diiciembre de 1958, víspera de las votaciones.

Con una abstención mínima, se celebró la jornada electoral del 7 de diciembre de 1958. Las cifras definitivas y oficiales del Consejo Supremo Electoral son las siguientes: Rómulo Betancourt: 1.284.092 votos; Wolfgang Larrazábal: 903.479 votos; Rafael Caldera: 423.262 votos. La votación para el Congreso Nacional dió a AD: 32 senadores y 73 diputados; URD: 11 senadores y 34 diputados; Copei: 6 senadores y 19 diputados; PCV: 2 senadores y 7 diputados.

Aun cuando la ventaja de votos de Betancourt fue amplia, estoy absolutamente seguro de que hubiera sido mayor si no existiese la resistencia que tenía en ciertos sectores militares por la campaña adversa que en éstos realizó Pérez Jiménez contra él durante 10 años, lo que suscitaba el temor de que, si triunfaba en los comicios del 7 de diciermbre, podría ser derrocado y volvería el país a una nueva dictadura. Ese temor era importante en el ámbito de los independientes simpatizantes de AD y también entre los independientes en general. Es más, ese temor también se manifestó en el seno de AD, a tal punto que Betancourt ganó la candidatura, en el CDN (Comité Directivo Nacional) de su partido, compitiendo con la postulación interna del independiente doctor Rafael Pizani. Y hasta un dirigente tan respetable y responsable como Rafael Caldera también sintió preocupación por la futura estabilidad democrática, y, por tal razón, nos cuenta este episodio de su exilio estadounidense: “Por cierto, en nuestro encuentro en Nueva York, yo mismo le manifesté a Betancourt con toda lealtad que su posible candidatura, a la cual tenía todo derecho a aspirar y probablemente con éxito, agravaría los problemas de la reconstrucción institucional del país…” (8). Ante esa aureola de riesgo, por una eventual reacción militar, que rodeaba a la candidatura de Rómulo Betancourt, la gran consigna de su campaña electoral fue CONTRA EL MIEDO, VOTA BLANCO.

En la sesión solemne del Congreso de la República realizada en conmemoración del primer aniversario del fallecimiento de Rómulo Betancourt, me correspondió pronunciar el discurso de orden, oportunidad en que, al referirme a las elecciones del 7 de diciembre de 1958, afirmé: “Recuperada la democracia el 23 de enero de 1958, el voto ampliamente mayoritario del pueblo venezolano lleva esta vez a Rómulo Betancourt a la Presidencia de la República. Hizo esfuerzos sinceros para que en esa ocasión todas las fuerzas democráticas se nuclearan alrededor de un candidato presidencial de unidad, en cuenta como estábamos de los riesgos que aún acechaban a la libertad recién nacida. Hay quienes no creen en ese propósito que entonces lo animó porque magnifican lo que se ha dado en llamar su ‘ambición de poder’. Lo que sus adversarios no advierten es que si fuera cierta su hipótesis de que la candidatura de unidad naufragó porque las diversas fórmulas y alternativas propuestas eran una simple maniobra para arribar finalmente a las candidaturas de partido, habría que llegar a la conclusión inevadible de que en esa ocasión Rómulo Betancourt dio una lección insuperable, plasmó una obra maestra y legítima de estrategia y sabiduría política” (9).

En el próximo Collage, iniciaremos el análisis del Gobierno Constitucional del período 1959-1964.

Notas

1-Rómulo Betancourt. Selección de Escritos Políticos 1929-1981. Compilador Naudy Suárez Figueroa. Fundación Rómulo Betancourt. Caracas. 2006. Pág. 287-288.

2-Sanín (Alfredo Tarre Murzi). “Rómulo”. Vadell hermanos Editores. 1984. Pág. 335.

3-Rómulo Betancourt. Selección de Escritos Políticos. Obra citada. Pág. 288.

4-“1958 Tránsito de la dictadura a la democracia en Venezuela”. Luis Herrera Campins. Editorial Ariel. 1ª edición: junio de 1978. Pág. 128.

5- Rafael Caldera. “Los Causahabientes de Carabobo a Puntofijo”. Editorial Panapo. Pág. 137.

6 y 7- Ramón J. Velásquez. “Aspectos de la Evolución Política de Venezuela en el Último Medio Siglo”. Venezuela Moderna. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas 1976. Pág. 177 y 178.

8-Rafael Caldera. “Los Causahabientes de Carabobo a Puntofijo”. Obra citada. Pág. 138-139.

9-Folleto “Homenaje a Rómulo Betancourt”. Discurso del diputado Carlos Canache Mata. Ediciones del Congreso de la República. 1982. Pág. 26-27.

Comentarios de actualidad:

1-La Elección de Biden:

Algunos analistas políticos creen que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, cuando asuma el cargo, va a flexibilizar la política que ha mantenido el gobierno de Donald Trump frente al régimen dictatorial que encabeza Nicolás Maduro. El investigador principal del Real Insituto Elcano, Carlos Malamud, piensa que “será un cambio más en el tono y en las formas que en el fondo”. Se ha dicho que no tocaría las sanciones individuales contra los personeros y altos jerarcas del oficialismo, pero que sí pudiera aflojar las sanciones económicas con incidencia de alguna importancia en sectores de la población venezolana.

La verdad es que habrá que esperar las decisiones que adopte el nuevo mandatario estadounidense para saber a qué atenernos. En todo caso, hay declaraciones y hechos que nos pueden orientar al respecto. La prensa del pasado 2 de noviembre, recoge expresiones de Biden que no dan pié para que la dictadura que nos oprime se haga ilusiones: “Movilizaré a la comunidad internacional para abordar la crisis humanitaria, presionar al régimen y sus cómplices con sanciones coordinadas contra los involucrados en la corrupción y sus abusos de los derechos humanos. Presionaré por elecciones libres y justas y ayudaré a la recuperación a largo plazo de Venezuela”. Recordó también que cuando fue vicepresidente en el gobierno de Barack Obama contribuyó a imponer la primera ola de sanciones contra la cúpula chavista.

Amanecerá y veremos.

2-La Fiscal de la CPI habló

El pasado 4 de noviembre, la Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, recibió en La Haya la visita del Fiscal Tarek William Saab y del Defensor del Pueblo Alfredo Ruiz, a quienes les dijo que su oficina determinó que “existen fundamentos razonables para creer que en Venezuela han ocurrido crímenes de competencia de la CPI”. La abogada defensora de Derechos Humanos y directora Ejecutiva de Casla Insitute, Tamara Suju, señaló que “no nos olvidemos que aquellos crímenes que están siendo examindos por la CPI, son los asesinatos, las detenciones arbitrarias, las torturas, las violencias sexuales, la desaparición física temporal que el régimen de Nicolás Maduro ha ejecutado en Venezuela”. Como el Estado venezolano, incumpliendo el Estatuto de Roma, no ha procesado a los responsables de las violaciones de los derechos humanos, ahora se puede activar la jurisdicción subsidiaria y complementaria de la CPI.

Desde febrero de 2018 y febrero de 2020 la situación de Venezuela está bajo examen preliminar en la CPI, y ahora, con la declaración de la Fiscal Bensouda, se ha dado “un paso clave para que se incie una investigación formal contra el régimen de Masuro”, ha observado José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Wach.

Ya antes, el 16 de septiembre de este año 2020, la Misión Internacional Independiente de las Naciones Unidas había señalado “que tanto el gobierno, como los agentes estatales y los grupos que trabajan con ellos han cometido violaciones fragantes de los derechos humanos en ese país (Venezuela)” y que “el presidente Maduro y los ministros del Interior y de Defensa tenían conocimiento de los crímenes”.

Cda día, más se le cierra el círculo a la dictadura.

REMISIÓN: May De la Vega