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>Convocatoria de la Alianza Militar por Venezuela

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El Comité Promotor de la Alianza Militar por Venezuela convoca a sus compañeros de armas a la Asamblea Ordinaria del Martes 16 de junio, la cual se efectuará en el salón de reuniones “La Cabaña” ubicado en la Av. principal de la Urb. El Bosque detrás de Fedecámaras.
Agenda:
1.- Himno Nacional de la República de Venezuela.
2.- Lectura del Manifiesto de la AMV.
3.- Presentación del Comité Promotor de la AMV.
4.- Presentación del plan estratégico de trabajo de la AMV.
5.- Intervención de un invitado especial que versará sobre la situación general de la nación.
6.- Designación de los diferentes comités de trabajo.
7.- Apertura de debate sobre el eventual cambio de nombre de la AMV.
8.- Designación de la comisión electoral y convocatoria a elecciones para elegir los miembros de la Junta Directiva, de acuerdo a los estatutos de la AMV.
9.- Período de preguntas por parte de los asistentes.
Contamos con tu asistencia, no dejemos que la indiferencia y la apatía nos quiten la libertad.

>MANIFIESTO Nº 1 DE LA ALIANZA MILITAR POR VENEZUELA

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Venezuela vive actualmente los momentos políticos, sociales y económicos más difíciles de toda su historia. Un proyecto internacional comunista ideado y diseñado por Fidel Castro, pretende convertir a nuestro país en una nación satélite de Cuba.
Para lograrlo, el régimen cubano ha utilizado al Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, para que en su papel de guiñol político, destruya lo que queda de las instituciones democráticas. Con el objetivo de debilitar la cohesión social de la sociedad venezolana que pueda ser un obstáculo irreducible para su proyecto comunista, Hugo Chávez Frías ha sembrado el odio y ha polarizado al pueblo en dos bandos irreconciliables, acabando con los tejidos económicos y los centros de producción y, más grave todavía, arrancando los cimientos mismos de la identidad nacional, al sustituir nuestros valores tradicionales por otros totalmente contrarios, utilizando para ello métodos perversos, como ese de querer lavar el cerebro a nuestros hijos y nietos.
La Fuerza Armada de Venezuela ha sido sometida, desde hace varios años, a un proceso de politización que busca fundamentalmente debilitar los valores tradicionales del profesionalismo militar. La penetración ideológica ha sido conducida implacablemente por parte del régimen. Al principio del gobierno, el presidente Chávez respetó la pirámide jerárquica. Poco a poco fue sustituyendo algunos mandos operativos por personal de su confianza. El 11 de abril de 2002, lo sorprendió sin haber concluido su política de control sobre la Organización militar. Después de este hecho, se ha incrementado la intensidad de captación de incondicionales dentro de las unidades de la FAN, pudiéndose afirmar sin lugar a dudas que para este momento, existe una variedad de operadores políticos ejerciendo un severo control sobre importantes sectores de la Fuerza Armada y de las principales unidades operativas.
Además, se ha buscado captar ideológicamente al personal militar, sin importar el grado, mediante campañas orientadoras que buscan sembrar ciertos paradigmas tales como pueblo, revolución, oligarquía, explotación, imperialismo etc., debilitando los tradicionales valores de disciplina, subordinación y obediencia. Es difícil determinar con precisión el grado de ideologización logrado. Ciertamente que se escuchan murmuraciones en algunos sectores subalternos de manera constante, lo que prolifera normalmente en oficiales de grados superiores.
Estas circunstancias políticas han comprometido totalmente la institucionalidad y la propia eficiencia de la Fuerza Armada. Un nuevo gobierno democrático tendrá, sin duda, que enfrentar estas dos circunstancias con un conjunto de medidas que permitan revertir este proceso de desprofesionalización, fortaleciendo un conjunto de sólidos valores democráticos y, al mismo tiempo, revitalizando su capacidad operativa a objeto de poder enfrentar las amenazas que actualmente vulneran gravemente nuestra seguridad como país.
Y ya va siendo hora de decir: ¡Basta! Porque ya es mucho el grave daño que el rencor y la discordia han hecho en este país, de donde le proviene que el pueblo no haya sabido andar sino con las vacilaciones del temor, desusadas y desprestigiadas las formas del respeto mutuo; impasible ante la inseguridad que cobra vidas en su entorno todos los días; y se hace el desentendido ante la desfachatez con la cual el régimen pisotea los principio más elementales de probidad, de igualdad y de justicia.
Claro que no son los envilecidos por el servilismo quienes ese clamor harían, ni tampoco aquellos aprovechadores de los regímenes de fuerza a cuya sombra el provecho material pueda crecerles tanto como vaya menguándoseles la dignidad. Es la sociedad civil honesta, sin distingo de color ni de partido, quienes ya sienten en su interior que los límites a la tolerancia pacífica están siendo desbordados.
En su intención de fomentar la desintegración generalizada, el oficialismo ha violado los preceptos fundamentales de la Constitución: secuestró los poderes públicos, cometió delitos de lesa patria y de lesa humanidad, perpetró fraudes electorales, acabó con la libertad de prensa y de información, dilapidó nuestros recursos, y se alió con grupos narcoterroristas, gobiernos forajidos y sectores fundamentalistas.
El pueblo venezolano ha resistido valientemente la arremetida de este proyecto, a través de todos los mecanismos que la democracia le proporciona: firmas, denuncias nacionales e internacionales, marchas, manifestaciones, elecciones, huelgas y protestas de todo tipo; sin embargo, estas acciones han sido insuficientes, porque este no es un gobierno democrático, sino una dictadura comunista que no escucha, ni le conviene escuchar el clamor popular.
Cuando la democracia está en peligro, cuando las libertades ya casi no existen, y cuando la patria misma está a punto de desaparecer, los hombres de la Fuerza Armada Nacional están en la obligación de levantar su voz y de hacer respetar la Constitución. Pero , dado que el Alto Mando ya no representa a la institución armada, y en virtud de que a los militares activos de la Fuerza Armada les está vedado por la ley la beligerancia política militante, y la ley les impide expresarse públicamente, les exhortamos a que como responsables de la defensa nacional, no omitan en sus análisis las consideraciones de tipo político que están afectando a esa misma defensa.
Especial atención merece el Estamento Militar, el cual ha sido tratado de una manera vil para que se sometan a una conducta que es una afrenta a las normas de nuestra Constitución. Hugo Chávez ha creado odios y diferencias que han dejado atrás todas las reivindicaciones sociales obtenidas por la Institución armada a través de toda su historia republicana, y con esta discriminaciones ha hecho posible la manipulación de facciones militares dentro de la organización.
Para nosotros, quienes hoy hemos decidido reactivar la organización Alianza Militar por Venezuela, constituye una obligación impostergable asumir la condición de voceros y de interlocutores del sentir castrense. Con este propósito, convocamos a todos los oficiales generales, superiores, oficiales subalternos, suboficiales y tropas profesionales, en la honrosa situación de retiro, a incorporarse a este reactivado esfuerzo orientado a salvar a Venezuela de la desintegración y la anomia, y a recuperar la democracia y la libertad.
Para estos fines convocamos a todos nuestros Compañeros de Armas para revivir la otrora Alianza Militar por Venezuela, a los que ya pertenecemos a ella, así como a todos aquellos que han entendido el letal peligro que se cierne sobre Venezuela.
La Alianza Militar por Venezuela luchara sin descanso, en unión de las Organizaciones Democráticas Nacionales, Estatales y Municipales, y del valiente pueblo de Venezuela, para la restitución de la vigencia de la Constitución de la Republica, la recuperación de la Democracia y de la Libertad en nuestro país.
El régimen castro comunista ilegalmente impuesto en Venezuela se propone instaurar su proyecto militarista totalitario, apoyándose en la ilegitima Asamblea Nacional , mediante la aprobación de leyes que, por ser contrarias a la Constitución Nacional , resultan siendo inexistentes por nulidad absoluta. De acuerdo con lo estipulado en el artículo 333 de la Constitución Nacional , la Alianza Militar por Venezuela exigirá, junto a toda la Nación, el estricto cumplimiento de los artículos 5, 326, 333, 347 y 350 de la Carta Magna.
La Alianza Militar por Venezuela proclamara, a lo largo y a lo ancho del país, y a todos los niveles de la sociedad venezolana, la reivindicación de la dignidad del autentico militar, que actúa en todo momento guiado por la fuerza de la razón, frente a la ignominia del militarista que no actúa sino por impulso de la razón de la fuerza.
Compañeros todos, sobran las razones para continuar activos aún desde nuestra honrosa situación de retirados. Nuestros hijos y nietos, nuestros subalternos de ayer, de hoy y de siempre, no nos perdonarían si nosotros permitimos que nuestra querida y amada Venezuela sea la segunda Cuba de América.
El proyecto de este régimen es una imposición del comunismo internacional. Nuestra obligación es defender la Patria y sus Instituciones hasta perder la vida si fuese necesario.

Caracas, 4 de junio de 2009

Por la Alianza Militar por Venezuela (AMV),

General de División (Ej) Rafael Montero Revette
Vicealmirante Rafael Huizi Clavier
General de Brigada (AV) Eduardo Caldera
General de División (GN) Enrique Prieto Silva
Contralmirante Elías Buchszer Cabriles

>Alianza Militar denuncia presunto acuerdo de delimitacion del Golfo de Venezuela.

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ALIANZA MILITAR POR VENEZUELA

A la Fuerza Armada Nacional y a la Sociedad Civil Organizada

La Alianza Militar por Venezuela, organización constituida por oficiales, suboficiales profesionales de carrera y tropas profesionales en situación de retiro, se dirige a los compañeros de armas y a la Sociedad Civil, a objeto de alertar sobre la anunciada intención de Teniente Coronel Hugo Chávez Frías,  de presuntamente pretender firmar, a espaldas de la opinión pública nacional, un acuerdo con la República de Colombia para delimitar las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela.

Una de las funciones constitucionales de la Fuerza Armada Nacional es la de asegurar la integridad del espacio geográfico nacional. Esta obligación de la Norma Suprema hace imperativo que el Alto Mando Militar se pronuncie, con estricto apego a la Constitución, sobre esa materia de especial transcendencia nacional.

Ha sorprendido ingratamente al pueblo venezolano la comunicación dirigida por el doctor Francisco Nieves Croes a los demás miembros de la Comisión Negociadora Venezolana, informándoles que los doctores Pedro Gómez Borrero y Pavel Rondón, Presidentes de las Comisiones Negociadoras por Colombia y Venezuela respectivamente, tienen listo ya un arreglo para delimitar esas áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela.

Saber que la negociación de ese acuerdo se ha manejado de una manera tan antidemocrática y subrepticia que ni siquiera los propios miembros de la Comisión Negociadora , como lo afirma el doctor Nieves Croes, conocen las condiciones establecidas para esa delimitación, nos causa gran preocupación.

Es inconstitucional, por contrario a la democracia participativa y protagónica, que tal acuerdo se haya formado sin que se le haya permitido al pueblo venezolano ejercer el Derecho a la Participación Política para que pueda ejercer el debido control de esa delicada Política Pública que pudiera comprometer intereses vitales de la nación venezolana.

Un acuerdo con la República de Colombia para delimitar las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela requiere por parte de la República de Colombia el reconocimiento de la plena soberanía y posesión de Venezuela sobre su dominio terrestre y marítimo del Golfo de Venezuela así como del mar territorial y de la plataforma continental que genera el archipiélago de Los Monjes. La histórica presencia de nuestra Armada Nacional en dichas áreas, así como su legítima posesión, así lo impone.

La delimitación de esas áreas marinas y submarinas debe considerar, como línea innegociable, la prolongación de la frontera terrestre, estableciendo como Mar Interior aquel que se encuentran al Sur del paralelo de Castilletes. En la negociación debe quedar claro que el Golfo de Venezuela es vital para nuestro país. Cualquier negociación fuera de estos parámetros podría ser considerada como Traición a la Patria. 

La preocupación que expresamos se encuentra bien fundada. El Presidente de la República, en su interés personal de fortalecer su prestigio e influencia en los países del Caribe, comprometió nuestros derechos en la Zona de Reclamación con la República Cooperativa de Guyana al permitirle a ese gobierno dar concesiones a empresas internacionales para explotar esos territorios. De igual manera, ha aceptado que en varios países caribeños se cuestione nuestra delimitación con la República de Trinidad y el mar territorial y la plataforma continental que genera la Isla de Aves. Estas demostraciones de debilidad y egocentrismo presagian el riesgo que corre nuestro país en este momento.

Los venezolanos esperamos de nuestra Fuerza Armada Nacional una posición institucional acorde a la misión que le atribuye la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como Norma Suprema y fundamento del ordenamiento jurídico de la República, la cual debe ser cumplida y acatada por todos los órganos que ejercen el Poder Público.

La Alianza Militar por Venezuela también debe alertar sobre la inconstitucional creación de la Milicia Nacional Bolivariana. Esta decisión del gobierno nacional  viola grosera y flagrantemente los artículos 328 y 329 de la Constitución, los cuales establecen taxativamente cuales son las únicas cuatro Fuerzas que integran “ la Fuerza Armada Nacional”: “el Ejército, la Armada , la Aviación y la Guardia Nacional ”.

La mejor prueba del pleno conocimiento de ese fraude a la vigente Ley de Leyes son las modificaciones propuestas a los artículos 328 y 329 en el Proyecto de Reforma Constitucional 2007, presentado por el Presidente de la República a la Asamblea Nacional, el cual fue rechazado por el pueblo venezolano en Referendo Nacional. En esa Propuesta de Reforma se creaban como “componentes militares” a la Guardia Territorial y a la Milicia Popular Bolivariana.

La decisión del Tcnel. de materializar la creación de la Milicia Nacional Bolivariana mediante un Decreto Ley Orgánico, Ley Orgánica de la Fuerza Armada Bolivariana del 31 JUL 2008, es también groseramente inconstitucional y constituye una traición a la soberanía popular expresada inequívocamente en Referendo Nacional del 2 de diciembre de 2007.

Asimismo, alertamos que los actos que realicen los miembros de la Milicia Nacional Bolivariana son ilegales y generan responsabilidades penales y administrativas a quienes las ejecutan, sin que haya excusa de haberse realizado en cumplimiento de órdenes superiores.

Por todo lo expuesto, recordamos que el artículo 333 de la Constitución nos impone a todos los venezolanos el deber de restablecer su Supremacía como Norma Constitucional de la República y la obligación de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia cuando fuere derogada  por cualquier medio distinto al previsto en ella.

Caracas, 20 de abril de 2009.